C a p í t u l o [DIEZ]

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Una semana bastante estresante, finales de noviembre. El sol ya no calentaba de la misma forma y salir sin un abrigo era arriesgado.

El viernes ya estaba aquí y como de costumbre, estábamos desayunando antes de ir al partido.
Una hora de viaje y para nuestra desgracia, iríamos ambos equipos juntos. Está vez los chicos llegaron en hora, por lo que me tuve que quedar con las ganas de ver a David echarles la bronca.

Subimos al micro ignorando a nuestros indeseados acompañantes.

—No os podéis dormir en el viaje, tieneis que llegar atentas y dispuestas a dar todo en todo momento.— después de recibir una respuesta afirmativa me senté.

Iba sola como siempre, era un momento que me encantaba. Me colocaba los auriculares y miraba por la ventana.
Mí móvil vibró indicando la llegada de una notificación.

Pichón.
"¿Te encuentras bien?"

"Claro. Disfrutando del paisaje."
"¿Y tú?"

Pichón.
"Pues, un poco más nervioso que la otra vez."

"Que pena. Recuerda que eres "el gran David" y nada (que no sea yo) te para."

Escuché su risa y lo vi asomarse mientras negaba. Se estaba atando el cabello y aquel gesto tan simple me parecía demasiado atractivo.

Pichón.
"Y yo que ya me estaba sintiendo halagado."
"Dormiré un rato."
"Suerte con el partido."

"Descansa bien."
"Suerte."

✓✓

•••

El partido se sintió eterno, pero una vez que el árbitro marcó el final y la evidente victoria nos alegró, todo pareció valer la pena.
Después de celebrar corrí, acompañada de algunas de las chicas, hacia la cancha donde los chicos estaban jugando. Habían empezado más tarde, por lo que a penas se acercaban a los 5 minutos finales del partido.
Mientras el capitán y yo conectabamos miradas, la jugada se finalizó en él y con una canasta decisiva marcó el final del juego.
Todo parecía normal, pero en el festejo David hizo el gesto de estarse duchando. No quería reconocerlo pero... ¿Me estaba dedicando la jugada más importante del partido?
La sangre subió a mí cara rápidamente y decidí regresar al vestidor donde teníamos nuestras pertenencias.

•••

—No creas que no me di cuenta.— habló Cristina.

—¿De qué hablas, loca?— cuestioné risueña.

—Cuando David anotó miró hacia donde estábamos con las chicas...—hizo una pausa dando un trago a su limonada.— y tu prácticamente saliste corriendo. Tengo dos teorías; entre vosotros pasa algo o tu estás más enamorada que nunca de él.— finalizó alzando las cejas.

—La verdad, no sé ni yo cual es la correcta.— hablé llevando el tenedor a mí boca.

Estábamos cenando unos spaghettis simples y aburridos, porque ninguna quería ir hacia la cafetería.

—¿Sabes que tiene una admiradora? Me lo dijo el lunes.— fruncí el seño ligeramente y ella río.— No puedes disimularlo. Además sé que durmieron juntos el sábado.— pronunció burlona.

—Bien, no te voy a negar que he vuelto a caer por David. En mí defensa, él cada día está más atractivo y ahora que pasamos tiempo juntos, joder, no puedo evitar enamorarme de todo lo que hace.— finalicé y observé a mí amiga, quien negaba mientras mantenía una amplia sonrisa.

—Tantos tíos en el mundo y tu sigues cayendo por él. Quizá es el destino.— comentó levantando los platos.

—Diría lo mismo que solía decir cuando tenía quince, pero esta vez es diferente. Ambos hemos aprendido a dejar de lado nuestra estúpida rivalidad y eso me confunde, me irrita.-

—Tía, estás enamorada. Ya tienes la madurez suficiente como para asumirlo, digo, llevas años pateando ese sentimiento.— suspiré y le di la razón.

~°~

-Dime la verdad, sabes que quedará entre nosotras hasta el fin del mundo si así los deseas. ¿Él te gusta?- cuestionó Cristina con un gesto comprensivo en su rostro.

-Simplemente me atrae, supongo que me gusta que me odie. Pero pronto se me pasará, es un maldito capricho.-


~°~

El sábado empezó con un clima de lo más frío. Deseaba salir y despejarme, así que le hablé a Ezequiel. Quedamos en ir al cine, algo como una primera cita, aunque ambos sabíamos que no queríamos amor por parte del otro.

Terminé de maquillarme y me encaminé hacia la entrada del colegio, para llegar puntual. Crucé el pasillo y salí por la puerta, lamentablemente choqué con alguien.

—Lo siento, iba distraído.— observé a David incrédula. ¿Justo él tenía que ser?— Olé, ¿Saldrás?— cuestinó mirándome de arriba a abajo.

—No es tu problema. Permiso, llegaré tarde.—

—¿No te viene a buscar? Que irresponsable. Yo te llevaría en mí moto.—alardeo y yo no pude evitar reír.

—Adiós, pichón.— lo escuché gritar un "Adiós, arpía" mientras me alejaba.

Caminé apresuradamente hacia la entrada y me encontré con Ezequiel montado en un coche muy bonito.

—¿Es tuyo?— cuestioné después de saludarlo.

—De mí padre, lo traje para impresionarte. ¿Lo logré?— cuestionó emocionado poniendo el coche en marcha, reí ante su sinceridad y asentí.
Condujo hasta el cine y muy a mí pesar, pagó todo él. Decidimos ver una romántica porque a él le gustaban. Yo hubiese preferido una de acción, pero ya que él pagó era lo correcto que eligiera la película.
Una vez esa tortura terminó, decidimos ir a "cenar" a su casa.

—Sientete como en tu casa.- habló comicamemte, recordándome un poco a David. Caminó hacia mí y acarició mí cintura.— Antes de cenar, me gustaría una entrada.-

Comenzamos a besarnos con pasión, ambos estábamos necesitados de esto. A los besos le siguieron las caricias y aquello nos llevó a la cama.



































El setso es ilegalisimo.


Regresé aaa
El otro día me dió tendinitis en la muñeca derecha y estuve vendada, f por mi.

Estoy pensando en subir otro cap este martes/miércoles, ¿Les parece?

Cuídense bbs 💖💖

R I V A L I D A D E S. [xFaRgAnx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora