C a p í t u l o [VEINTICINCO]

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Desperté mucho más aliviada que los otros días. Tomé mí móvil y me encaminé a la ducha mientras Cristina aún dormía.
Revisé mis notificaciones mientras me quitaba la ropa.

Pichón 💕
"¿Que haces?"
"¿Te apetece saltarte las clases y salir?"

Alcé una ceja risueña y me atreví a tomarme una foto sin mostrar nada pero claramente provocativa.

*Foto*
"Apunto de tomar una ducha"
"No creo que saltarse las clases después de lo que sucedió ayer sea buena idea"

Envié aquello e ingresé a la ducha. Pocos minutos después salí como nueva.
Había escuchado el móvil vibrar repetidas veces y me ponía nerviosa el saber cuál había sido la reacción del chico. 

Pichón 💕
"..."
"No voy a mentirte..."
"Ahora mismo tengo ganas de pegarte una visita"
"Y concretar la bromilla de ducharnos juntos"
"Joder"

Me sonrojé fuertemente y di unos saltitos dispuesta a seguir molestandole.
Me coloqué la ropa interior y me quite la toalla del pelo, posando una vez más frente al espejo. Tomé la foto con cuidado de no enseñar mucho.

*Foto*
"Hombre"
"Que pena que ya he terminado"
"Quizá me habría venido bien una mano"
"O dos..."


Envié carcajeandome, era una declaración muy sugerente.
Salí del baño ya vestida y Cristina me observó con las cejas alzadas.

—¿Por qué la sonrisa?— cuestionó levantándose de la cama.

—Molestaba un poquillo a David.— solté con una risita tonta.

—¿Zorreando a estas horas? Joder, si que tienen tiempo los tortolitos.— le saqué el dedo y ella anunció que iría a ducharse.

Pichón 💕
"¿Segura que no quieres saltarte las clases?"
"Me estás matando, Arpía"
"Aunque creo que es exactamente eso lo que te entretiene"
"¿O me equivoco?"


"Ciertamente tienes una buena teoría"
"Me divierte molestarte"

Pichón 💕
"Mira"
"Voy a elegir no decirte lo que me divertiría hacerte"
"Porque sería poco dulce y caballeroso de mí parte"

Chillé al leer su mensaje y me abracé a mí almohada como una niña enamorada. 

"Espero algún día me lo enseñes"
"Se lee entretenido"

Lamentablemente la conversación no llegó a más que eso.

Las primeras clases pasaron y debía reconocer que en las últimas cuatro horas lo único que pasaba por mí cabeza era como estaría ahora sí hubiese aceptado saltarme las clases con él.
Como si del destino se tratase el profesor cuestionó si alguna de nosotras podía llevar el registro de faltas a la clase donde estaba David y yo, obviamente, me ofrecí.
Camine con el registro aferrado a mí pecho y una sonrisa poco característica en mí.
Golpeé delicadamente la puerta y enseguida oí un "Adelante" de parte de la profesora.

—Profesora Olí, me envió el Profesor Asos para que le entregué el registro de faltas.— observé de reojo a un David sonriente mientras le ofrecía el libro a la mujer.

—Hazme un favor y reparte las actas.— asentí con una sonrisa ladina.

Caminé pasando las fotocopias uno a uno a los estudiantes de la clase. Cuando me acerqué a David me relamí los labios disimuladamente, le pasé la hoja y el soltó un gracias por lo bajo. Avancé hacía la última fila de tíos y me incliné sobre las mesas que estaban más altas para poder llegar a los del fondo. Sentí la mano de David acariciar la parte interna de mí muslo subiendo lentamente. Intenté tomarlo con calma pero estaba segura de que el color rojo había atacado mí cara al instante.
Bajé rápidamente las escaleras y apoyé el cuaderno vacío sobre el escritorio de la profesora.

—¿Quiere que me quede a juntarlos?— cuestioné intentando esquivar la penetrante mirada del de coleta.

—No hace falta, muchas gracias.-

Me despedí y le eché una última mirada a David, quién me guiñó un ojo sin ningún pudor.
Estaba gritando por dentro. Merecía que me pusiera en mí lugar de esa manera. Realmente lo merecía.
A cada paso que daba regresando a mí clase, me arrepentía de haberme negado a salir con él, pero la decisión ya estaba hecha.

Las horas pasaron y con ellas las clases. Durante el almuerzo mis compañeras de equipo me convencieron de ir a alentar a los tíos en su entrenamiento y aunque yo en un principio no estaba muy convencida, la mirada de perrito de mis amigas me convenció.

Caminamos todas juntas, hablando y riendo. Hizo falta que me desmaye y pelee con David para que entienda que ya no había nada que hacer. Habíamos perdido y eso era todo.

Abrí la puerta como solía hacer y ellas se encaminaron hacía las gradas dónde estaban las pertenencias del otro equipo, que aparentemente estaba cambiándose.

—Olé, ¿Nos vais a ver entrenar ahora? —cuestionó Samuel sonriente y a las otras les faltó poco para ponerse a chillar, asintieron entusiasmadas.

—Awww, de jugadoras de básquet a porristas, que monas.— comentó sarcástico David. Alcé las cejas.

—No sueñes, Alonso. A nosotras jamás nos quedaría tan bien la faldita y los pompones como a vosotros.— contraataqué y él rió.

—¿Quieres apostar?— cuestionó.

—¿Tanto te mueres por verme de porrista?— solté sin pensar y ambos nos sonrojamos escuchando las carcajadas de nuestros compañeros.
David les ordenó calentar ignorando me anterior comentario.

—Has tropezado con tu misma piedra, lamentable.— río Cristina y yo asentí avergonzada. Las demás bajaron para ver de cerca a los otros jugar.— ¿Que ha estado pasando entre vosotros hoy? Huele a tensión sexual.— preguntó haciendo gestos exagerados.

—Tuvimos una conversación un poquito subida de tono y nos hemos estado provocando mutuamente todo el día.— contesté bajito mientras cubría mí cara avergonzada.

—¿Y que haces que aún ni lo besas?— me observó confundida.

—Nos estamos tomando tiempo. Fue culpa mía lo de la conversación. No quiero que sienta que es una cuestión de calentura por la que lo beso.— ella rodó los ojos asintiendo.

—Odio que tenga sentido.— hizo una pausa y contó con sus dedos.— cinco citas y ni un solo beso, empiezo a creer que estás haciendote desear para mosquearlo.— bromeó y yo reí.

—Lo dices como si yo tuviese que ser quien da el primer paso. Sabes, hemos tenido momentos en los que parecía ideal, pero él no ha tomado la iniciativa.— finalicé regresando mí vista al partido de práctica que apenas comenzaba.

—Mujer, David está to' cagado de que al final no quieras nada con él, después de todo habéis sido rivales durante años.— habló apuntándole con la cabeza.

—Ya, creo que no he tenido en cuenta el decirle que yo no lo veo con un rival hoy día. Digo, todo lo que pasó entre nosotros antes de darnos una oportunidad de conocernos ha quedado en el pasado.— afirmé observando al capitán con una sonrisa tonta. Escuché a mí amiga reír.

—No es como que me sorprenda, pero se nota que te tiene loquisima.— yo la empujé fingiendo molestía y la dos nos carcajeamos llamando la atención de bastantes en el lugar.— Lo sentimos, nada que ver aquí.— habló Cristina mientras yo hacía chistes un tanto desagradables sobre caer de las gradas por lo bajo.

Mí mirada se cruzó con la del antes nombrado y me sonrojé al verle sonreír. Era tan hermoso y yo estaba tan a sus pies.

~°~

Que cursis son.
Holissss ¿Qué tal? ¿Cómo va todo?
Gracias por leer 💕

R I V A L I D A D E S. [xFaRgAnx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora