Tío Jungkook [JJK]

J. J. I [02]

Un Jungkook de 12 años llegó muy cansado a su hogar, esto porque hoy había sido su primer día de gimnasio, y aunque no podía poner mucho peso por su edad, todos esos ejercicios habían sido muy pesados.

Jungkook abrió la puerta de su habitación, su ropa estaba llena de sudor y solamente quería irse a bañar y tirarse todo el día en la cama a dormir.

Desde hace un año que Jungkook ya no compartía habitación con su hermano mayor, ya que este se había independizado y formado una familia, desde que su hermano se había ido Jungkook ni lo volvió a ver más, lo extrañaba, pero no podía expresar sus sentimientos ni siquiera a sus papás porque simplemente lo ignorarían.

Jungkook se dio un rápido baño de agua caliente y se puso una ropa cómoda para andar en casa ya que no tenía planeado salir.

El pelinegro se acostó en su cama para ver YouTube en la televisión, se sentía muy cansado y aprovechando que no estaban sus padres podía hacer lo que quisiera.

Jungkook bajó su mirada por un momento viendo su abultado estómago, pensó en todo el bullying que le habían hecho de niño y en la actualidad, por suerte no había llegado a mayores, pero eso lo hacía sentir muy mal, comía sano, nunca había tocado unas papitas, unos chocolates, nada, tenía un buen metabolismo, pero seguía gordo ¿Por qué? Como último recurso comenzó a ir al gimnasio, esperando que eso diera frutos y que al fin pudiera adelgazar.

Algún día seré guapo y delgado... Algún día alguna chica o chico se interesará por mí, pero solo si adelgazo, si no lo hago seguiré solo...

Jungkook suspiró y siguió viendo la televisión por un rato.

Pasaron horas y Jungkook seguía solo, sus padres por su trabajo casi siempre llegaban a altas horas de la noche y salían muy temprano en la mañana, Jungkook casi nunca los veía, sólo cuando se metía en problemas o cuando le tenían que avisar que sus padres se irían de viaje.

El pelinegro ya estaba acostumbrada a esa solitaria vida, siempre tenía su casa sola y podía hacer lo que quisiera siempre y cuando no rompiera nada.

Jungkook estaba caminando en pijama, eran las 8:00 pm y el chico iba a ir a prepararse el desayuno, solo iría por su celular a su habitación antes de todo.

En eso Jungkook escuchó la puerta de la casa abrirse de una forma brusca, el menor muy alarmado no creyó que fueran sus padres ya que ellos siempre llegaban tarde y si llegaban temprano Jungkook casi ni se daba cuenta.

-Tú ve por las cosas de valor, yo iré por ese mocoso

Una voz masculina se escuchó allá abajo y Jungkook no supo reconocer dicha voz, pero si sabía algo, esas personas no querían nada bueno con él.

Jungkook rápidamente fue a esconderse en su armario detrás de su ropa, aprovechó para llamar a sus padres, pero ninguno de ellos le respondía, así que decidió llamar a la policía.

-Departamento de policía, dígame

-Unos sujetos entraron a mi casa, estoy escondido en el armario, pero no creo que tarden en encontrarme

- ¿Cómo se llama?

-Jeon Jungkook, venga rápido por favor

Jungkook terminó la llamada al escuchar unos pasos muy cerca de su habitación, el menor comenzó a temblar del miedo, nunca había sentido algo así en su vida, y no era muy lindo que digamos.

- ¿Dónde se habrá metido este demonio?

Aquella voz sonaba demasiado cerca, Jungkook tragó saliva esperando que no lo encontraran ahí en el armario.

Por favor... Por favor... Vete

Los pasos dejaron de escucharse y Jungkook se tranquilizó un poco hasta que la puerta del armario fue abierta por ese sujeto quien lo agarró de los pies y se lo llevó cargando como costal de papas.

- ¡Suéltame!

Gritaba Jungkook mientras pataleaba golpeando el pecho del sujeto, se agarró del marco de la puerta para que el sujeto no pudiera salir, así bloqueando su paso.

-Así que no quieres salir de tu habitación...

El hombre retrocedió y ahora de dirigió a la ventana la cual abrió.

-Hiciste muy mal en desobedecer

Y el hombre lanzó a Jungkook por la ventana.

El chico cayó dos pisos abajo sobre unos arbustos que rasparon mucho su piel.

Jungkook estaba inconsciente, a los ojos del criminal como muerto, así que lo dejó ahí y siguió robando la casa.