VI

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Demons – Imagine Dragons

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Demons – Imagine Dragons

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Había demasiada gente como de costumbre. La barra se encontraba llena, mientras que sus manos estaban ocupadas sirviendo diferentes bebidas a medidas que las personas se acercaban. Ese era su trabajo; simple, pero algo que le gustaba hacer en su tiempo libre.

Desatar el caos, siempre fue bueno en eso.

Desde este ángulo podía ver a la perfección, con una sonrisa en el rostro, como aquellos hombres bebían lo suficiente para empezar estúpidas discusiones, las cuales siempre acababan con sangre cubriendo sus rostros. Desde aquí, podía observar a cada mortal, los mismo que a veces intentaban atraerlo por una simple bebida gratis. Y, sin duda, lo mejor de todo era darles lo que querían; ese momentáneo poder.

Porque, cuando se los quitaba, se sentía mucho mejor. Tenía el control sobre ellos, uno que nunca pudo tener si quiera sobre sí mismo. Algo demasiado satisfactorio como para dejarlo pasar.

Solo que, hoy no era un buen día para eso.

Habían pasado unos cuantos días desde que vio al ángel de cabellos castaños, y siéndose sincero, nada de esto tenía sentido si él no se encontraba presente. Se supone que esto debe ser divertido; como cuando aquel frunce el ceño cada vez que sirve otra bebida, o cuando finge caer en aquellas charlas seductoras de los hombres y mujeres que se le acercan. Y, lo es, pero cuando Ashton no está, deja de serlo.

Todavía recuerda la primera vez que vio esos ojos color avellana posarse delante suyo con aquellas gigantes y majestuosas alas. Pasó demasiado tiempo desde la última vez que había visto a uno de esos seres. Tal vez, al último que vio fue a Michael, pero eso ya había sido muchos años atrás.

Recuerda cuando solía pensar que su decisión de venir a tierra no fue la mejor idea. El sentimiento de extrañar su zona de confort, donde solía ser poderoso y lo disfrutaba, estuvo presente por un tiempo. Pero, sabía que no podía dejar al ángel que vino a su lado, mucho menos cuando lo vio llorando en aquella fría celda donde las almas perdidas solían vagar.

Simplemente no lo iba a abandonar, no dejaría que se llenase con la maldad de aquel lugar. No a otro más. Po podía. Esa fue la primera vez que sintió algo más en su interior, completamente diferente a esas llamas que solo gritaban por poder. Tal vez, empatía; un sentimiento que creyó ya haber perdido hacia un largo tiempo, algo a lo que supuso haber renunciado cuando estrechó aquella fría mano.

Pero, ahora estaba aquí. En este lugar, donde solo era un mortal más, al igual que aquellos otros seres de los que amaba burlarse. Aunque, no era tan malo; tenía sus poderes y no muchos demonios que toman esta decisión podían conservarlos (tampoco es como que muchos los demonios quisieran venir aquí por su propia decisión). El fuego seguía siendo parte suya. La oscuridad aún manchaba la piel de sus brazos, encarnándose como raíces en ella.

Heaven Is a Place On Earth ✦ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora