Al llegar a casa, me preparo algo para comer y arreglo un poco la casa. Tomo algo de tiempo y llamo por el móvil a mamá.
-¿Mamá?- llamo su nombre.
- Hijo, ¿ya llegaste a casa?- cuestiona.
-¿Cómo les va?¿Qué les ha dicho el doctor?- estoy angustiado.
- Todavía no nos ha tocado, hijo- se escucha un estrépito de niños.
-Llamaba para saludar y pedirte permiso para que hoy venga un compañero a trabajar en el proyecto de historia- desearía pedir permiso para ir a la casa de Adis.
-Claro, hijo. Sólo te aviso que llegaremos hasta mañana. Puedes ir a quedarte donde Adis, si gustas. Te queremos. Cuidate- mamá se despide.
-Gracias, mamá- me despido- Los quiero.
¡Ah! Han pasado quince minutos desde que hable con mamá y aún no llega Benjamin. Ya tengo sueño.
Tocan la puerta.
-¿Benjamin?- pregunto somnoliento.
-No. Soy Bob, su hermano gemelo- se que es él y se que se está riendo.
-Hola, Bob- dejo que entre.
-¡Wow!- dice Benjamin asombrado- Es la primera vez que vengo a tu casa.
<Eso es porque no eres bienvenido aquí> -¿Quieres algo para beber o comer?- mis principios me obligan a ser amable.
-Oh no, no, no. No te preocupes estoy bien. No quiero ser molestia- me dice Benjamin apenado.
-¿Seguro? No es molestia alguna si quieres algo- le insisto un poco.
- Agua, por favor- Benjamin se sonroja de una manera muy sutil y me causa gracia.
Me marcho a la cocina. Busco los vasos y unas galletas. Terminando de servir el agua cuando-
-¡AHHHH!- un grito agudo me asusta- ¡MARE!
-¿Qué sucede?- corro inmediatamente a donde estaba Benjamin.
-¿Por qué no me dijiste tu papá es mi ídolo? Mark O'Brien, número 17 en los Shining Lightning; él mejor jugador del condado- me sacude como fangirl y grita muy emocionado- Él me motivo a ser un jugador de baloncesto.
-No veo nada de importancia en decir eso- le respondo después que me deja libre.
-Eso quiere decir que eres un buen jugador- me mira fijamente-¿Quieres jugar un uno-a-uno?
-¡No! Claro que no. Debemos de trabajar en el proyecto- y porque no quiero pasar más tiempo contigo.
-Por favor- Benjamin me ruega con ojos de perrito.
-Bien, pero uno rápido- accedo a su propuesta y lo llevo al jardín.
-Aquí es donde jugamos con papá- traigo un balón de baloncesto.
-¿Desde hace cuanto juegan aquí?-Benjamin le pregunta muy curioso.
-Supongo, que desde que tengo memoria. Hace como unos ¿15 años?- no había puesto atención en ese detalle.
-¡Increíble!- Benjamin recibe el pase que le lanzó.
Benjamin comienza a domar el balón. Él vota con mucha agilidad, mientras, yo no me esfuerzo en defender. En la sexta canasta de Benjamin, me enfocó en robar el balón y comenzar a encestar. A Benjmin le cuesta quitarme el balón. En cuestión de segundos, lo he igualado en puntos. Ambos estamos agitados por la velocidad del juego. Nuestro juego es reñido. En la última canasta para lograr el ganador, logró hacer la canasta con mi jugada especial y le ganó a Benjamin.
-¡Tenía tiempo de no jugar así con alguien!- Benjamin toma asiento.
-No lo niego. Fue un buen juego- por primera vez le regalo una sonrisa sincera.
-¿Por qué no ingresas al equipo de baloncesto? Serias una gran ayuda- Benjamin me pregunta emocionado.
-No, gracias- declinó a su sugerencia.
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Un Cambio Drástico
RomanceEsta historia se trata de Mare quien considera a Benjamin un chico molesto. Benjamin, quien es el capitán del equipo de baloncesto y abiertamente gay, está enamorado de Mare desde hace cuatro años. Adis, la mejor amiga de Mare, decide ayudar a Benja...