No es una cita, noche de verano...

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Aquella tarde con Marco resultó memorable, reímos, hablamos y nos conocimos. Se había ofrecido a acompañarme a casa pero le sugerí que tomaría un autobús para no causarle molestias.

- ¿Qué es eso? - preguntó, señalando un trailer con un gran póster "Circo de fenómenos: ven y mira a la exótica mujer pez, la sirena americana" que pasaba justo enfrente de nuestra parada de autobuses.

- No puede ser, tan pronto - dije llevándome las manos a la cabeza, Marco continuaba esperando una respuesta - es la feria.

Cada final de verano llegaba una gran feria al pueblo, todos los habitantes suelen asistir y también las personas de lugares vecinos, se ha convertido en una tradición para finalizar bien el verano y comenzar con "emoción" el nuevo curso escolar.

Marco seguía asombrado mirando todos los coches con grandes carpas y cartelones y aquellas máquinas industriales moviendo los aparatosos juegos mecánicos.

- Tenemos que ir - balbuceó, en aquel instante bajo la luz de la farola parecía un tierno bebé - ¿si asistirás, no? - preguntó reincorporándose.

Afirme con la cabeza, señalándole la parada al autobús y despidiéndome de manera rápida. Todo iba bien hasta que recordé que no tenía ni su número, ni su Facebook, lo único que tenía claro era que nos veríamos el viernes en el inicio de la feria.

Las cosas que nunca dije...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora