El catrín, la bruja y el vaquero.

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Esboce una sonrisa, no pude evitar sentirme contento por ver a Eloy, después de todo él se había convertido en mi amigo estás últimas semanas, recordé aquella ocasión en que me enseñó a cómo editar mis fotos por si alguien día decidía subir alguna a mis redes o la vez en que me contó cómo le había hecho para ganar muchos seguidores en Tik Tok, sin embargo verlo con mi traje de vaquero me lleno de un sentimiento que no podía explicar, era como si un canguro me pateara cien veces en el estómago pero al mismo tiempo como si hubiese comido diez chiles habaneros en una misma merienda, quería arrancarle la cabeza con los dientes, y recordé el ardor en mi mejilla por la bofetada que me había dado su novia.

— Eres un maldito mentiroso — exclamé empujándolo.

— Oye Lucas, tranquilo — murmuró tomándome las manos — Lucas debo decirte algo, escúchame.

— Lo siento, no hablo mentiroso y si lo entendiera no te creería de todas formas — exclamé zafándome de su agarre — mejor vete antes de que tu novia nos vea y decida cachetearme nuevamente.

— Lucas, lo siento enserio pero esto es importante — dijo agarrándome de la muñeca — Haruka sigue enojada y quiere lastimarte, ella te tiene una trampa.

Eloy tenía un tono serio a pesar de hablar demasiado bajo que era casi imposible escucharlo.

— ¿Por qué debería creerte?, tú fuiste quien le mintió a Haruka, a ti te debería acribillar no a mí.

— Lucas, lo siento, realmente me asuste, no sabes de las cosas que es capaz de hacer, ella está mal. — musité asustado — por favor no entrés a la feria.

— Haruka es mi amiga, tú apenas y la conoces, además estoy esperando a alguien más — dije zafándome de nuevo — por favor deja de molestar y lárgate.

— Ella ni siquiera es tu amiga, ella siempre habla mal de ti.

Apreté mis puños no podía soportar que alguien que juraba amor por mí amiga hablara mal de ella.

— Cállate, ella siempre me ha protegido, tú no lo entenderías — dije sujetándolo de la camisa.

Haruka había alejado a los que me molestaban y hacía que nadie se burlara de mí o eso había dicho ella.

— Ella está mal, Lucas, pero tiene razón en algo, tú dependes tanto de ella qué ni siquiera me vas a creer.

No podía seguir escuchándolo, Eloy era un idiota, como podía mentirle a mi amiga y ahora venir a hablar mal de ella, camine en dirección al arco lleno de luces neón, la entrada ya se había despejado, seguramente Marco ya había entrado y estaría dentro esperándome.

Eloy silbó desde lejos provocando un estallido de humo que cubrió la entrada, acompañado de varios desagradables olores que se hicieron presentes, fluidos de procedencia desconocida fueron arrojados de múltiples direcciones, no sabía realmente qué aroma era peor si el humo o los líquidos, puñados de harina y plumas fueron el toque final, Eloy tenía razón Haruka tenía una trampa y yo pude haber sido víctima de ello si no se me hubiese adelantado otro chico en la entrada.

— ¿Aún no me crees? — dijo Eloy parándose a un costado.

Desvíe la mirada de nuevo al arco, varios chicos salieron corriendo en varias direcciones, Haruka se carcajeaba a lo lejos perdiéndose atrás de las carpas de un pequeño circo, sin percatarme Eloy se estaba marchando en esa dirección, seguía dudando de su palabra, como sabía que la idea no era suya, como sabía que no quería hacer quedar mal a mi amiga y llevársela lejos de mí.

Lo seguí sin que me viera, para mí era momento de arreglar este asunto.

Haruka y su novio se introdujeron dentro del bosque aún extremo de la feria, estaba seguro de que no me habían visto así que me oculté detrás de un árbol. La chica vestida de campesina seguía riendo, su carcajada llegaba a un punto de exageración o locura.

Las cosas que nunca dije...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora