No podía creer lo que me estaba ocurriendo, había pasado por tanto estos últimos días que había olvidado que quedé con Marco. El autobús no pasaría hasta las 8:00 p.m., lo que conllevaría a 10 minutos mínimo de recorrido, y yo no podría dejar a Marco esperando tanto tiempo.
Pensar en Marco me daba más calor que correr a mi casa por la bicicleta, — el camino no es tan lejano, solo es al otro lado del pueblo — pensé motivándome — si me apresuro llegaré en 23 minutos justo 7 min después de la inauguración.
Espero no se enoje — continúe, mi mente había creado millones de pequeñas historias sobre mí llegada y como Marco podría estar disgustado con mi impuntualidad — Vamos Lucas, él no es así — el lado de la razón se hacía presente en cada situación, era cierto, el chico que había conocido en el parque no podría tener rencor en su corazón, él no se enojaría, se preocuparía — Diablos — Marco podría estar preocupado por mí demora, cerré los ojos, tratando de ahogar mis sentimientos y un pequeño recuerdo me invadió.
***
— Si pudieras pedir un deseo, el que sea, ¿qué desearías? — lo miré confundido, era una prueba psicológica, Marco había propuesto un juego de preguntas para conocernos, aún seguíamos en los columpios mirando aquella bella puesta de sol.
— Supongo que paz mundial — dije — pero sería mentira — dibuje una sonrisa complaciente — ¿realmente quieres saber?
Marco agitó su cabeza de arriba a abajo colocando su codo sobre la pierna y posicionado su mano en el mentón, dedicándome toda su atención provocando que me colore un poco, nunca había sentido que le importara tanto a alguien, más que a mi madre claro.
— B-Bueno — sentí como se entrecortaba mi voz — Desearía que todos puedan pedir un deseo y que puedan ser felices sin dañar a los demás — me miro atento — quiero decir, desearía que mi madre pueda ser feliz, que mi padre sea feliz y a pesar de que ellos no estén juntos, yo pueda ser feliz.
Se quedó callado, supuse que estaba orgulloso de mí, teníamos esa rara comunicación sin palabras en donde solo me sonreía, no me importaba en absoluto qué diagnóstico pudo generar mi respuesta visto desde un punto psicológico.
— Es un ejemplo, jeje ¿y tú? — pregunté rompiendo el silencio.
— Yo...deseó que tú seas feliz — dijo tomándome las manos.
***
Recordar aquella situación me generaba tanto felicidad como preguntas existenciales, porque era tan bueno conmigo, no podía sacar su cálida temperatura de mi mente y tampoco su profunda mirada, era como si un gran océano de misterios se ocultara detrás de esos hermosos ojos azules.
Tomé una bocanada de aire justo antes de subir el gran tramo de camino que dividía las residencias lujosas y mi pueblo, a pesar de ser verano, el clima ya se había apaciguado, le dediqué una rápida mirada al cielo, tenía un color azul marino intenso contrario a los ojos de Marco, haciendo que la luna y las estrellas tuviesen un escenario perfecto para brillar. Respiraba aún con fuerza, mi corazón comenzó a latir como loco, mi pantalón ya comenzaba a apretarme y cante un padre nuestro para que el maquillaje no se me corriera con el sudor, tenía que llegar pronto, no podía arruinarlo, no ahora.
***
— Nicole, ya apúrate vamos a llegar tarde.
— Es un tonto baile, Lucas — dijo aplicándose brillo en los labios — además no tienes cita, nadie te espera. — murmuró a fin de cuentas.
— N-no tienes que ser tan mala sabes, soy tu amigo — agregué volteando al piso, era cierto nadie me había invitado al baile, nadie me esperaba allá, llevaba un perfecto traje negro con patrón de cuadros para quedarme sentado toda la noche.
— Si eres así de rarito, nunca tendrás quien te espere — exclamó, dejando el brillo labial y poniéndose de pie — soy tu amiga, y por eso te digo la verdad.
***
La calma llegó a mí una vez en carretera plana, envidiaba la bella infraestructura de la zona ricachona, todas sus calles llenas de luz, bellos jardines verdes y hermosas camionetas en sus garages. Recordé aquellos tiempos cuando papá me traían a pasear por acá quien diría que las intenciones de él eran otras, ver a su otra familia, por supuesto que cuando mi madre se enteró fue el mismo día que él se fue de la casa y del pueblo también, antes no podía acercarme aquí, me invadía la tristeza pero ya lo superé, como todo lo que estaba relacionado con mi padre.
Mire el reloj, 7:59 p.m, tiempo récord, bajé de la bicicleta y la coloqué a un costado mío, el poco tramo que me faltaba podría andarlo a pie, múltiples carros seguían yendo a la misma dirección y los dueños de aquellas hermosas casas empezaron a salir con disfraces más elaborados, otros con ropa demasiado costosa entre ellos el alcalde que también era juez en muchos concursos dentro de la feria.
Los fuegos artificiales y el grito de la multitud anunciaron el inicio de la feria, aparque mi bicicleta en un árbol lejos de la entrada, en los años pasados las bicicletas habían sido víctimas de distintos abusos tales como vomito, orín y ser aplastadas por conductores ebrios, yo no iba correr el riesgo.
Este año la entrada se encontraba decorada con un enorme arco con luces fluorescentes donde había una gran fila para hacerse fotos. Camine a la entrada esperanzado de que Marco siguiera ahí, no sabía cómo iba vestido ni mucho menos podía llamarlo para saber si ya había llegado porque no tenía su número, sin embargo no me preocuparía, sabía como era él, realmente sentía que lo conocía, me senté en la banqueta esperaría 10 minutos quizás ya estaba dentro.
— ¿Debería contarle sobre Haruka? — pensé pesadamente, no tenía con quien juntarme, era mediocre pensar que Marco se la pasaría toda la noche conmigo — Se decepcionara de mí, me recomendó aclarar las cosas con ella, quería que evitara este drama— mi cabeza me estaba dando una mala jugada, mamá me había dicho que me divirtiera, y hasta ahora solo estaba inundándome de pensamientos negativos producto de la ansiedad de estar solo en un lugar lleno de personas, ir a la feria era divertido cuando vas con amigos, llegar solo es como la preparatoria pero con risas de fondo.
— Oye, Lucas — dijo una voz atrás de mí.
Me levante de un brinco, pero no era Marco quien me hablaba, era Eloy.
🪐🪐🪐
¿Qué creen que quiera Eloy?
***=flash back
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Las cosas que nunca dije...
Novela JuvenilLucas un chico ordinario, el personaje secundario de su propia historia, conocerá que es estar realmente vivo cuando por obra del destino o casualidad conozca a alguien que le demostrara el significado de las palabras que nunca dijo... Cover : @OnaS...