#2| 𝓼𝓮𝓻𝓮𝓷𝓭𝓲𝓹𝓲𝓽𝔂 ➷ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧

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Jimin se despertó y miró a su alrededor con una confusión que era visible de ahí a 10 cuadras más, sin querer exagerar. Se encontraba vestido de blanco, su ropa era de hilo y descalzo.

Su alrededor era algo tan bonito, que no sabía cómo explicarlo. Era como una pradera, muy verde y con demasiadas flores de todos los colores a por doquier. Al final, pudo mirar y había una cascada cayendo en un rio de agua muy clara.

El pelirosa se sentía raro. Sentía una sensación demasiado cálida, pero a la vez, poco reconfortante. Se llevó la mano al pecho y acarició la zona, todavía le dolía, pero no era un dolor como el que lo hizo desmayarse.

Se dispuso a seguir deleitándose con la belleza extraña de aquel lugar, hasta que escuchó una voz.

Su voz.

- Park Jimin.

El nombrado giró en su lugar y lo que vio, hizo que su corazón latiese como un loco. Al frente suyo, estaba Yoongi, con ropa blanca igual a la propia, descalzo y con la sonrisa de gomita que tanto lo caracterizaba. Jimin soltó un grito ahogado y corrió hacia el alfa, quien lo recibió con los brazos abiertos. El pelirrosa enredó sus piernas en la cintura del alfa y sus brazos en el cuello del paliducho.

- Y-yoongi. Estás aquí, Y-yoongi. – sollozó Jimin, mientras enterraba su cara en el cuello del mayor, deleitándose con su olor.

- J-jimin. Mi Jimin. – susurró el alfa.

- Mi Yoongi. – el omega alzó su cuello y su mirada cayó en la de Yoongi.

Ambos corazones saltaron y sus lobos brincaron dentro de su cuerpo. El de Jimin lleno de vida y el de Yoongi como si lo hubiesen revivido, como si lo hubiesen sacado de ese entumecimiento al cual había sido enfrentado casi toda su vida.

Jimin cerró los ojos y pegó su frente a la de Yoongi, el
alfa suspiró y cerró sus ojos de igual manera.

Tengo que probar sus labios, aunque sea por una sola vez.

¿Se sentirá real?

- Jimin. – susurró el alfa, deleitándose con lo lindo que sonaba ese nombre en sus labios.

El pelirosa iba a abrir sus ojos, pero el sentir de los labios de Yoongi en los suyos, se lo impidió. El omega ahogó un grito en la boca ajena, pero se dedicó a seguir el ritmo que estaban poniendo los labios contrarios. El beso era dulce y sutil, como si Yoongi hubiese temido romper al pequeño omega que tenía atrapado en sus brazos.

El pelinegro acarició la cintura de Jimin, mientras le pedía permiso con su propia lengua para invadir la boca del omega. Jimin se dejó hacer, mientras que con sus deditos acariciaba los pelos de la nuca del mayor.

Ambos suspiraron cuando había llegado el momento de separar sus bocas, pues no querían. Jimin desenredó sus piernas de la cintura de su alfa y se deslizo hasta que sus pies tocaron el piso. Yoongi lo abrazó y el omega enterró su cara en el cuello del mayor, inhalando su aroma.

- Mírame, cariño. – murmuró Yoongi mientras le alzaba el rostro delicadamente con sus manos. – Eres tan precioso. Te amo, Jimin. Te amaré por siempre. – por una vez en su vida, Yoongi decidió sincerarse. Era la primera y la última vez que iba a estar de esa manera tan íntima con su pareja.

Con su Jimin.

Perdóname, mi amor.

Jimin soltó un sollozo y se aferró a su alfa. Era la primera vez que Yoongi le decía que lo amaba, era la primera vez que Jimin veía la sinceridad en los ojos de este. El pecho de Jimin se sintió cálido y el corazón se le quería salir del pecho.