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- ¿Estás bien, cariño? – escuchó Jimin cuando despertó del sueño.

Sueño.

Soñé con Yoongi.

- ¿Dónde está Yoongi, nana? – preguntó Jimin a la alfa, quien le estaba haciendo el relevo a Seokjin, pues el chico no se había despegado toda la noche de su amigo.

Eunji recibió la llamada de Taehyung no hacía ni una hora atrás, alertándola a ella y a Sunhee. Ambas rápidamente se encaminaron hacia el hospital. La alfa, al indagar sobre lo que había pasado y al enterarse que Seokjin no se había movido de allí desde el día anterior por Jimin, le pidió al chico que fuera a su casa a asearse y a comer algo, junto con su alfa para así ella quedarse con Jimin.

Sunhee se quedó con Hoseok en lo que Taehyung buscaba algo para comer y tener la comida lista para cuando el omega despertara.

- ¿Te sientes bien, Jimin? – preguntó la mujer al no obtener respuesta.

- Y-yo... - el omega bajó la vista para ponerse a jugar con sus dedos. – Quiero ver a Yoongi, nana. Él está aquí. ¿N-no es así? Puedo sentirlo. – al pelirosa de le aguaron los ojos al recordar el sueño o más bien, la revelación que tuvo con Yoongi.

El lobo de Jimin sentía a su alfa cerca. Débil, pero lo sentía. La forma en la que la piel y los vellos de Jimin se erizaban a causa de un escalofrío solo significaba una cosa; el lobo de Yoongi lo necesitaba. Podía sentir a su alfa luchando por mantener esa conexión casi inexistente que tenían desde que se reconocieron como alfa y omega.

- Si, Jimin. – le contestó la mujer. – Yoongi está en el hospital. Está en cuidado intensivo. – a la alfa se le quebró la voz cuando dijo aquello. Su pequeño Yoongi estaba luchando contra la muerte.

El omega irguió su espalda al escuchar esas palabras. Estaba listo para pararse de la cama e ir a buscar a Yoongi, pero nana se lo impidió.

- Tranquilo, cachorro. Todavía estás un poco débil. – le dijo Eunj aguantándolo.

- Q-quiero verlo, p-por favor. – lloró Jimin. – N-necesito verlo, nana. S-siento que voy a morir si no lo hago.

- ¡Que la diosa te reprenda tal boca, Park Jimin! – lo reprendió nana. – No digas eso ni de broma. – la mujer acarició su cabello haciendo que Jimin cerrara los ojos, dejando caer un sinfín de lágrimas de ellos.

- S-solo quiero a Yoongi. – sollozó Jimin. – Él es lo único que necesito en estos momentos, lo único que mi lobo y yo necesitamos, nana. – a la mujer se le rompió el corazón al ver a Jimin de esa manera.

El omega siempre fue un pastelito andante sonriente y verlo de esa manera, la destrozaba.

- Te llevaré a ver a Yoongi, cariño. Tú no te preocupes, que esta alfa ya hizo todo lo que estaba a su alcance y tú, Park Jimin, verás a tu alfa. – dijo la mujer con un tono de voz decidido. - ¿Puedes caminar, cachorro? – le preguntó al omega, el cual dudo un poco en asentir. – No importa, una siempre debe de estar preparada. – se paró del lado de Jimin y arrastró una silla de ruedas hasta donde el chico. Una el cual Jimin no había visto hasta en esos momentos.

Al omega de pelo rosa se le quería salir una sonrisa, al ver la alfa con la actitud tan segura. Como siempre había sido.

La señora lo ayudó a sentarse y una vez que Jimin estaba acomodado en la silla de ruedas con una linda sabanita que ella misma había traído en sus piernas, empujó la silla y empezaron a caminar hacia el área de cuidados intensivos.

#2| 𝓼𝓮𝓻𝓮𝓷𝓭𝓲𝓹𝓲𝓽𝔂 ➷ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora