#2| 𝓼𝓮𝓻𝓮𝓷𝓭𝓲𝓹𝓲𝓽𝔂 ➷ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧

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La pareja compuesta por Jungkook y Yugyeom iban en los asientos delanteros mientras Yoongi se encontraba en los asientos de atrás. El alfa castaño no había mentido cuando le dijo a Yoongi que lo iba a sacar de allí.

El omega que estaba dentro del auto, se sentía inquieto y preocupado. Al tener conocimiento de la historia que tuvieron Jungkook y Yoongi, más la muerte del padre de este último, sabía el porqué de la tensión que había en el aire.

No se agarren a puños. Por favor, Jungkookie.

Cálmate, cariño. Eso no sucederá.

Después de Jungkook haberle dicho eso a su pareja a través de su unión, le dio un suave apretón de manos y una sonrisa demasiado tierna que para Yoongi no pasó desapercibido.

Te amo, pero no te merezco, Jimin.

- Si me secuestraron para echarme en cara su asqueroso amor, mejor déjenme aquí. – dijo Yoongi cansado de ver las muestras de afecto de la pareja.

Lo hacía sentirse miserable y le hacía recordar la maravillosa pareja que le había tocado y por cabrón e inseguro, no se encontraba junto a él.

- Igual de amargado y gruñón que siempre. – comentó Jungkook haciendo que su pareja se riera y que Yoongi rodara los ojos. – Ya estamos llegando.

- ¿A dónde? – preguntó el peligris.

- A nuestra casa. – Jungkook le sonrió a su omega. – De Yugyeom y mía.

Yoongi se sorprendió por ese comentario, pensó que Jungkook iba a seguir viviendo en Japón.

- Pensé que ibas a volver a Japón. – dijo Yoongi haciéndose el que no le importara lo que pasara con Jungkook. Yugyeom rio entre dientes al presenciar tan mala actuación

- Vamos a volver a Japón, pero Yugyeom y yo pensamos que era mejor tener una casa aquí en Corea. Ya sabes, para cuando vengamos de vacaciones y cuando queramos visitar a la familia. Después de todo, aquí fue en donde nacimos. – dijo Jungkook con una gran sonrisa.

Al alfa castaño le emocionaba demasiado poder volver a Corea cuantas veces le diese la gana y más si era con su omega.

- Llegamos. – dijo Jungkook y Yoongi, quien estaba perdido en sus pensamientos, le prestó atención a su alrededor.

Grande, pero acogedora.

Pensó Yoongi una vez pudo ver su interior.

- ¿Qué te parece, Yoongi? – le preguntó Yugyeom.

¿Y este porque me pregunta a mí?

- He visto mejores. – dijo el amargado alfa y Yugyeom en vez de tomarse ese comentario como un insulto, soltó una pequeña carcajada. Cada vez más iba entendiendo lo que su Jungkook le había contado sobre Yoongi y le encantaba. Era como si las piezas de un rompecabezas se fuesen armando.

- Subiendo las escaleras y yendo por el pasillo hasta la última puerta a tu mano derecha, estará la habitación que ocuparas, Yoongi. – dijo Jungkook llegando al lado de su pareja.

- ¿Y quién demonios les dijo a ustedes que yo me iba a quedar aquí? – les preguntó Yoongi.

- Como sea, amargado. – Jungkook rodó sus ojos. – Te vendrá bien un descanso. Anda, en unos minutos estaré contigo. – Yoongi rodó los ojos dándole a entender a Jungkook que no le importaba nada de lo que el alfa le dijera, pero muy en el fondo, le hizo caso.