Si por mí fuera | Wariam

Capítulo 9

Narra Ana

Llamé al timbre y sonreí en cuanto Roi abrió la puerta y me estrechó entre sus brazos.

Me apreté con fuerza contra él, escondiendo mi cara en su cuello para que me invadiera su aroma.

Me separé lentamente de él, pero no por mucho tiempo porque agarró mi mano y me tiró de ella para meterme dentro de su casa y después besarme con intensidad.

Enmarqué su rostro con mis manos y sonreí en mitad del beso. Como le pedí que no intentáramos ser demasiado cariñosos en el instituto, luego teníamos muchas ganas de besarnos en el mínimo momento en el que nos encontráramos solos. Y esa era la razón por la cual nos estábamos besando con tantas ganas.

-¿Preparo palomitas? - preguntó Roi después de estar un rato besándonos.

-Vale, pero te ayudo. - dije cogiendo su mano.

-No, no. Eres la invitada, asi que te tienes que poner cómoda.

-Venga ya, Roi, que quiero ayudar.

-No te voy a dejar. Son unas palomitas que se preparan en tres minutos.

Estuvimos forcejeando un poco al intentar querer ir a la cocina, pero al final Roi me cogió en volandas y me puso en el sofá.

Me crucé de brazos y puse un puchero para intentar hacerle sentir culpable, pero sonrió y me dio un tierno beso en los labios antes de irse a la cocina.

Con suerte, su salón estaba abierto a la cocina, asi que podía verle perfectamente e imaginarme cómo podría ser él preparando la comida.

Me tumbé en el sofá, apoyando el codo en él y después mi barbilla en mano.

Le miré con cariño y sonreí como una idiota cuando sacó las palomitas del microondas y se inundó el salón de su olor.

-¿Por qué me miras así? - sonrió mientras se sentaba a mi lado, dejaba el bol entre los dos y envolvía nuestros cuerpos en una manta.

-Porque eres guapísimo.

Las mejillas de Roi cogieron color. Se inclinó un poco sobre mí y me besó con cariño, a lo que yo puse una mano en su barbilla y se la acaricié con mi pulgar.

Los dos nos sonreímos cuando nos separamos y después me acurruqué a él y apoyé mi cabeza en su pecho.

Pasó un brazo alrededor de mi cintura y me pegó más a él.

Estuvimos discutiendo un rato entre bromas la película que íbamos a ver, hasta que al final acabé conveciendo a Roi para que pusiera A todos los chicos de los que me enamoré.

-No sé cómo eres capaz de ver estas cursilerías. - me picó cuando ya íbamos por la mitad de la película. - Estaría más entretenido si hiciéramos otra cosa.

-¿Otra cosa como qué? - pregunté mirándole atentamente.

-Podríamos quitar la película, - dijo muteando la tele. - y darnos unos cuantos besos, que después de estar casi toda la semana aguantándomelos... Me lo merezco.

Reí cuando Roi empezaba a inclinarse sobre mí, dejándome debajo de él.

Me hizo cosquillas con su nariz, pasándola por mi mejilla y bajando por mi cuello para después dejarme unos cuantos besos.

Sonreí y arqueé mi espalda para pegar más nuestros cuerpos. Roi subió sus labios hasta los míos y los besó lentamente.

Coloqué mis manos en su nuca y acaricié su pelo con mis dedos mientras profundizábamos el beso.