Capítulo 14

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Narra Ana

Era la chica más feliz del mundo en cuanto Miriam me dijo que me fuera con ella al concierto de Raoul.

Claramente acepté encantada: íbamos a ir las dos juntas, tal y como nos prometimos en un primer momento, sin saber que detrás de la pantalla éramos nosotras.

-¿Cómo conseguistes las entradas? Si mi primo me dijo que se agotaron en minutos. - dije mirando su bonita sonrisa mientras íbamos camino al concierto con nuestras manos entrelazadas.

-Sorpresa.

-Va, Miriam... Dímelo. - dije con un tono infantil.

-Ya lo descubrirás. - dijo tirando un poco de mí para que me pegara a su cuerpo y me pudiera dar un beso en la mejilla.

Sonreí. Los besos de Miriam eran un gesto tan sencillo, que a pesar de todo siempre me conseguían sacar una sonrisa.

Se notaba que íbamos llegando al lugar donde se iba a celebrar el concierto porque ya se podía ver una fila de gente.

Miré a Miriam ilusionada, la cual me mostró su mejor sonrisa y me estrechó entre sus brazos.

-No me puedo creer que vayamos a ir al concierto de Raoul...

-No solamente vamos a ir al concierto, canaria...

Me separé un poco de ella y la miré con una ceja levantada. Me volvió a dar las entradas.

-Leélas bien.

La hice caso y abrí los ojos cuando vi que se trataba de una entrada vip: y eso quería decir que había meet&greet.

-Miriam... - dije mirándola con ternura. - ¡Te como la cara!

Miriam echó a reír cuando me colgué a su cuello y empecé a llenarle la cara a besos.

La gallega me abrazó por la cintura y también decidió darme besos, aunque prefirió dejarlos por mi cuello.

Ronroneé y noté la sonrisa de Miriam sobre mi piel, aunque continuó con su misión: desgastarme el cuello con sus besos.

-Bueno, ¿vamos entrando? Que el meet empieza en cinco minutos. - dijo dándome una palmada en el culo.

-¿Ya te has cansado de besarme? - me quejé poniendo un puchero.

-Créeme que te estaría besando todo el tiempo del mundo y no te soltaría nunca, pero creía que preferirías ver a Raoul.

-Tú me gustas más. - sonreí al ver su reacción y cogí su mano para entrar en la sala.

Un segurata nos dejó pasar tras enseñarle las entradas. Miriam cogió mi mano y entramos dentro de la sala, donde ya había un pequeño grupo de gente esperando a que apareciera Raoul.

Raoul apareció por una esquina, con esa sonrisa tan bonita que tenía. Se acercó al grupo de chicas que más cerca tenía y las abrazó.

Algunas de ellas se emocionaron al poder abrazar a Raoul. Él las miró con cariño y les pidió que no lloraran, pero eso era algo que hasta él mismo sabía que no iba a ocurrir.

Raoul fue abrazando y hablando con cada una de sus fans. A pesar de haberle visto ya algunas veces, me seguía poniendo nerviosa al pensar que iba a volver a abrazarle.

Quedaban pocas personas para nuestro turno, pero al ver quién estaba enfrente nuestra, flipé.

-¿Agoney? - pregunté lo suficientemente alto como para que mi hermano me oyera y se diera la vuelta.

Si por mí fuera | Wariam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora