Capítulo 7: Feliz navidad, Lily.

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Era la primera vez que James se quedaba en Hogwarts para navidad, y es que quería aprovechar para estar con sus amigos, pero sobretodo para aprovechar y estar con Lily, que también se quedaba en Hogwarts para navidad.

Para Lily, lo más importante en esa navidad era estar con sus amigos, pero para ella no había plan mejor que sentarse en la sala común a leer, abrigada por el frío que hacía debido a la nieve que caía.

El banquete de la víspera de Navidad, era un sueño, al igual que el de la propia Navidad.

Todos los alumnos que se quedaban amaban ese día. Lily se sentó frente a los Merodeadores, para empezar a comer.

—¡Hola, Lily!—Exclamó Remus saludando a su amiga.

—¿Cómo estás, Remus? Feliz víspera de Navidad a todos—Dijo Lily, refiriéndose a los Merodeadores. Se estaban llevando mejor, sobre todo con James.

—Estoy exahusta—Exclamó Marlene, sentándose. Sirius sonrió coqueto, y Lily rodó los ojos. Ese chico no tenía remedio—. Estuve toda la tarde practicando para presentarme a las pruebas de cazadora. ¿Cuándo eran, James?—Preguntó la rubia, llamando la atención del azabache que estaba ocupado mirando a Lily. Este se aclaró la garganta y contestó:

—En dos días, Marlene, a las seis—Le informó James, con una sonrisa.

Se pasaron la cena conociéndose mejor. Las risas no faltaron por parte de los coqueteos de Sirius hacia Marlene, la cual se sonrojaba pero mantenía una postura firme. James también coqueteaba con Lily, pero a esta le daba risa y uno que otro sonrojo.

Llegó la hora de dormir, y cada uno se fue a su dormitorio. Lily sencillamente no podía procesar como e que habían logrado llevarse mejor con aquellos chicos que no les caían bien hacía solo un par de meses.

Sí algo había aprendido, es que hay que conocer bien a una persona, antes de juzgarla. Eso era lo que le había pasado con James.

A pesar de que él había cambiado (ya no era TAN arrogante (ojo, era pero un poquito), sus bromas no tan pesadas, y ya no era mujeriego), había descubierto un montón de virtudes en él. Era sincero, leal, protegía a toda costa a la gente que quería. Si tenía que dar la vida por un ser querido, lo haría. Había visto a Remus triste y escuchado a James sacarle una sonrisa. Era un chico que sin duda, querías como amigo.

He ahí la cuestión. Lily no lo sentía como un amigo, pero tampoco era un desconocido. Podría ser un ¿Mejor amigo? No, era demasiado. Suponía que era la fase de proceso que la hacía sentir así. Era bueno, ¿No? James había madurado y había que aceptarlo.

Pero le sorprendía que de alguna manera, a pesar de haber madurado James nunca perdía su toque divertido, era sensacional.

Se despertó la mañana siguiente, con un grito y unos cuantos saltos de su amiga Marlene en la cama.

—¡FELIZ NAVIDAD, LILY! ¡YA ES NAVIDAD!—Gritó como la niña pequeña de alma que es. Lily se despabiló un poco.

—Bájate Mar, deja de saltar en la cama—La rubia suspiró frustrada y paró. Se bajó y se tiró en su cama nuevamente.

—Ya pareces mis padres—Bufó fastidiada.

Lily soltó una carcajada y abrió la puerta del dormitorio. Cinco pilas de cajas de regalos rezaban allí; la pelirroja tomó los suyos y Marlene los que le correspondían, las chicas hicieron igual.

Dejó todos los paquetes arriba de la cama (algunos traídos por lechuzas dentro del lugar) y se dispuso a abrirlos.

Tomó el primero:

"De: Los señores Evans.

Para: Nuestra querida Lily.

Te amamos hija."

Sonrió, y lo abrió. Le habían regalado un nuevo libro, la portada era hermosa, y leyendo la contratapa con un pequeño resumen de la historia le dieron muchas ganas de leerlo.

Miró el siguiente paquete:

"De: Tus amigas, Marlene, Alice, Mary y Dorcas.

Para: Lily Evans, la mejor amiga de todas."

Abrió el paquete emocionada. Era un álbum de fotos, que las chicas habían tomado. Le sobraban páginas para que Lily pudiera agregar más.

—¡Muchas gracias chicas!—Exclamó la pelirroja. Todas se dieron un abrazo. Lily quería que ellas abrieran los suyos, en los que había colaborado, para ver como reaccionaban.

Luego abrió el siguiente, el paquete era pequeño, una cajita para ser precisos, lo cual la intrigó:

"De: James el más apuesto Potter.

Para: Lily la pelirroja más hermosa que habita en esta tierra Evans."

Ella rodó los ojos con la primera línea; si bien James ya no era TAN arrogante como antes, algo había conservado. Pero una sonrisa y un ligero sonrojo se hicieron presentes en la cara de la pelirroja con la segunda frase.

Al abrirlo, presenció un collar de corazón, era un relicario: tenía dentro, una foto de James y una de ella.

Era simplemente bello. Las chicas hicieron comentarios como: "James es muy dulce" "¡Lily, es tan tierno!" "El collar es hermoso" y más.

Alice le colocó el collar en el cuello, y Lily se dispuso a cambiarse para el desayuno.

Ella también le había enviado algo a James: Aunque sabía que no era un amante de los libros, tal vez se interesaría si era de Quidditch; el libro se titulaba "Las mejores jugadas de Quidditch, y los jugadores estrella".

Al entrar al Gran Comedor, y mirar hacia la mesa Gryffindor, una sonrisa se le plantó en la cara al ver a James comiendo una tostada, mientras leía el libro. Las miradas de incredulidad de Sirius, Remus y Peter no tenían precio.

—¡Ah, Evans y McKinnon!—Exclamó el pelinegro. El azabache levantó la mirada, vio que la oji-verde traía el relicario puesto y sonrió.

Ellas se sentaron, para conversar un poco y empezar a comer.

—Buenos días, chicos—Dijeron ambas.

—Buenos días—Repitieron los cuatro al unísono, provocando risas de parte de ellas.

—¿Te gustó el regalo, McKinnon?—Marlene le sonrió a Sirius, quien le había regalado un kit de mantenimiento para su escoba.

—Sí, espero que te haya gustado el mío—Le dijo y Sirius rodó los ojos.

—¿Qué le regalaste?—Le preguntó Lily.

—Un cerebro, como no se conseguía uno...—Los merodeadores rieron—.
Aunque ahora me arrepiento un poco, él me regaló algo verdaderamente útil...—Dijo la rubia.

—¿Falso, no?—Marlene asintió a lo dicho por la pelirroja.

—No te preocupes, eso me servirá para bromas futuras.—Marlene y Sirius rieron.

—Es impensable lo que lograste, Lily—Comentó Remus, mirando a James quien lo fulminaba con la mirada—Ver a James leer un libro no es muy común que digamos—Ella le sonrió.

—No es mi culpa que no me guste leer; pero este libro es muy interesante, podré implementar nuevas jugadas—Dijo James con un ligero brillo en los ojos.

—Entonces te gustó.—Él le sonrió.

—Me encantó. ¿Te gustó tu regalo?—Ella tocó el collar y sonrió.

—Es precioso. Espero que a todos les hayan gustado mis regalos.—Todos asintieron con la cabeza.

Se pasaron los que quedaba del desayuno hablando sobre los regalos que se habían dado entre sí. Estaban empezando a llevarse mejor, era una buena señal.

Nuevos Sentimientos (Jily)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora