Sábado. Al fin era el día, y todo se definiría aquella tarde. Era más que gratificante para James saber que la espera ya no duraría más de unas cuantas horas.
Lily estaba un poco nerviosa. No sabía cómo reaccionaría él al verla llegar, después de haberlo rechazado por años, después de haberle gritado, de haberlo ignorado, cuando ahora por fin se estaban llevando bien, cuando podían considerarse amigos, él le había pedido salir.
Era simplemente impresionante para ella mirarse así misma en tercer año por ejemplo, llevándose mal con él, y hoy, estando a nada de ir a una cita juntos.
Sonrió, y se vio reflejada en el espejo, bajó ya lista hasta el Gran Comedor, Marlene ya había bajado, solo faltaba ella.
Caminó tranquilamente, llegó al lugar con una sonrisa plantada en el rostro, la cual se desvaneció al ver a James hablando con una hermosa morena de Hufflepuff.
Hablemos un poco más acerca de ella.
Su nombre es Helena Green, tiene las mejores calificaciones de su curso, no mejores que Lily, pero es muy buena alumna. Es totalmente bella; todos los chicos van detrás de la muchacha. Es amable y trabajadora, juega al Quidditch.La pelirroja se sintió mal. Ellos se estaban riendo, sentía celos, muchos. La imagen le daba vueltas por la cabeza, y se repetía una y otra vez: "Ya es tarde, él se arrepintió de invitarme, ya tiene a alguien más".
Pasó al lado de ellos sin dirigirle la mirada a James, el cual la saludó entusiasmado, pero ella lo ignoró. Él la miró extrañado, se despidió de Helena y fue a sentarse en frente de la pelirroja.
—Buenos días, pelirroja—Ella simplemente por educación le contestó:
—Buenos días—Dijo secamente.
—¿Está todo bien?—Dijo él.
Ella no le contestó ni le dirigió la mirada, solo se levantó y comenzó a caminar.
La rubia que estaba sentada al lado de su amiga, alzó sus hombros en cuanto el azabache la miró, en señal de inocencia.
—No tengo ni idea, no me mires así—Le dijo, y siguió hablando con Sirius.
Él se levantó, la buscó por todos los pasillos de Hogwarts, pero no la encontró. Decidió darle su tiempo, con la esperanza de que aún fuera a la cita. Más tarde, James ya preparado tomó un tren a Hogsmade, muy nervioso, junto a sus amigos.
Una vez llegaron, el azabache se separó de ellos, y fue directo a las Tres Escobas.
Esperó. Diez minutos, nada; Treinta, y ella aún no llegaba; Una hora, y no se veía a nadie; Dos horas, y James comprendió que nunca iba a llegar.
~~~~~~~~~~~~
Marlene iba entrando al cuarto, y cuando vio a Lily allí casi le da algo.
—¿Qué haces tú aquí? ¿Qué pasó con tu cita con James?—Preguntó la rubia.
—No fui. Lo vi hoy hablando con Helena Green, parecían muy divertidos—Espetó la pelirroja.
Marlene se pasó una mano por la cara, cansada.
—Deja tus malditos celos de lado de una buena vez, Lily. Eres exagerada, ni siquiera sabes de qué hablaron. ¿Por qué cada vez que puedes tener una oportunidad con él te lo impides de una u otra manera?—Lily se quedó quieta, sin mirar a Marlene. Luego, se dió cuenta que ella tenía razón.
—¿Qué hice?—Se reprochó en voz baja, dándose cuenta de su error.
Se vistió y salió corriendo para ver si alcanzaba un último transporte a Hogsmade. Aún nevaba en esa época, entonces su bufanda volaba con el viento al igual que su abrigo.
Marlene tenía razón. Siempre buscaba impedir que James y ella se dieran una oportunidad. Tal vez porque aún tenía miedo, porque aún tenía miedo de que él al darse cuenta de cómo es ella realmente, la dejara por alguien más. Nunca tuvo novio ni una cita por la misma razón.
Pero James no era como los demás, él la amaba; y ella lo sabía, también lo amaba. Tal vez no era demasiado tarde, tal vez podía arreglar las cosas.
Bajó del transporte en el que se había subido y paseó su mirada por todo el lugar, siendo presa de sus latidos del corazón que era lo único que escuchaba.
El azabache caminaba mirando las vidrieras, con una mirada de tristeza y un semblante serio en el rostro.
—¡JAMES!—Gritó, él se dió vuelta y la miró, pero su semblante no cambió.
Ella llegó hasta él sonriente.
—Yo...de verdad siento haber llegado tarde, es difícil de explicar, pero...—Él puso una mano enfrente de la cara de la muchacha en señal de silencio. Esta se calló.
—Lily, sabes perfectamente que te amo, como no he amado a nadie. Que haría lo que sea por tí, que daría la vida porque estés bien. Pero no quiero que me rebajes al puesto del idiota—Ella lo miró, arrepentida.
—Créeme, que no te rebajo al puesto del idiota...—James rió sarcásticamente, y sus ojos parecían aguados.
—¿Enserio, Lily? ¿Qué acaso no me hiciste esperar tres horas hasta que decidiste venir? Por tí esperaría una vida, y lo sabes. Pero no me des falsas esperanzas, si no me quieres, solo dilo y ya—Le dijo, y se le escaparon unas cuantas lágrimas.
—James, yo...—Ella también estaba llorando.
—¿Por qué me haces esto, Lily? ¿Por qué me haces sufrir? ¿El amor es así? ¿Sufres por la persona que amas? Ahora tengo claro que a veces sí, sufres. Pero me gustaría que no fuera así, que fuera diferente contigo, lamentablemente, no todo se puede—Dijo entre lágrimas James. Los vidrios de sus lentes estaban empañados, se los sacó, los limpió y se los volvió a colocar.
La pelirroja tenía un nudo en la garganta, no sabía cómo explicarle que no quería dejarlo como un idiota. Las palabras no salían, ella simplemente lloraba y negaba con la cabeza.
—¿Eres así, Evans? ¿Te importan mis sentimientos? ¿Te importa mi persona?—Le preguntó él, las lágrimas de ella caían más rápido.
—Créeme que sí, que me importas y mucho...—Susurró, entre sollozos. Se sentía una estúpida, sus celos y su inseguridad habían logrado todo esto.
—Pues no se nota. Si yo y mis sentimientos te importaran como a mí me importan los tuyos habrías tenido la decencia de decirme que no vendrías. Olvídate de la cita, no te obligaré a hacer algo que no quieres.—Ella lo tomó del brazo, negó con la cabeza fuertemente.
—Dejame explicarte, por favor...—Sollozó, bajo.
—No necesito explicaciones—Él se soltó, caminó un poco—. Espero que esto haya sido divertido para ti. Nos vemos, Evans.—James seguía llorando, pero no lo demostraba. Tomó uno de los primeros transportes que iban de ida hacia Hogwarts.
Lily se quedó allí, parada en la nieve, con el corazón en la palma de la mano, sintiéndose una idiota. James no habría creído que ella solamente quería hacerlo sufrir, si no hubiera sido tan celosa, e insegura.
El chico le había demostrado una y un millón de veces que ella era especial, y que la amaba mucho.
Sin embargo, la pelirroja seguía con sus inseguridades, y eso logró lo que estaba pasando ahora. Que James crea que es una pésima persona.
Las personas cometen errores, unos reparables, otros no. Ella creía que este, era uno de aquellos que no tenían solución, de los cuales nunca podrías reparar.
ESTÁS LEYENDO
Nuevos Sentimientos (Jily)
FanfictionLily jamás creyó sentir eso por James. James en cambio lo tenía claro. Lily apenas estaba empezando a verlo con ojos diferentes. James siempre supo que ella era la indicada. Lily notó que James no era tan idiota y arrogante como ella pensaba. Para J...