H. G. W. I. A S. |1|

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-¡Ja! ¡Dice alguien a quien claramente le gustó mi beso! ―Jin Liwei la fulminó con la mirada.

-Hmm. Supongo que me gustó tu beso ―admitió Iris― Pero no tengo otras experiencias con las que compararlo.

-¿Qué quieres decir? ¿No me digas que soy tu primer beso? No lo creo ―inconscientemente se lamió los labios, quería probarla de nuevo.

Sus labios se apretaron. 

-No me importa si me crees o no.

En su vida anterior, nunca había sido besada por ningún hombre que no fuera en la frente y los besos en las mejillas que le dieron su padre y su hermano mayor. Fueron tan protectores que prácticamente la encerraron dentro de la finca, no le permitieron conocer a otras personas que no fueron aprobadas por ellos.

Estaba bien entrenada en etiqueta y podía conversar cómodamente con casi cualquier persona, pero le faltaba mucho para entender la intimidad entre los sexos opuestos. En resumen, ella era extremadamente densa cuando se trataba de coquetear.

En cuanto a la Iris Long original, sabía que, a pesar de su reputación de chica fiestera, nunca se besó ni tuvo relaciones sexuales con ningún hombre.

No quería ser como su madre, Wei Lan, que tenía tantos amantes que la formación podía llegar hasta la Vía Láctea.

Afortunadamente, la Iris original se parecía demasiado a Wei Lan en la forma en que más se amaba. Se amaba demasiado a sí misma que no tenía el tiempo ni la capacidad mental para tener un amante, también pensaba muy bien de sí misma, creyendo que ningún hombre era lo suficientemente bueno para alguien tan increíble como ella.

Los rumores de que perseguía a hombres eran en realidad solo ella tratando de despojar a la popularidad de las personas más famosas, esta fue la situación con Jin Chonglin.

También persiguió a mujeres famosas, pero todos se concentraron y cotillearon sobre los hombres con los que intentó acercarse.

-¿En serio? ―Jin Liwei le preguntó, sorprendido. 

¿No tenía ella una reputación promiscua? Ella debe haber besado a muchos hombres antes.

Ella lo ignoró, murmurando para sí misma. 

-Probablemente debería encontrar otros hombres para besar para tener más opciones de comparación. ¿Me sentiré así en cada beso, independientemente de la pareja? Hmm, esto es algo digno de experimentar ―su cerebro ya estaba en plena marcha formulando una hipótesis y métodos experimentales.

La escuchó y se sintió posesivo. 

-Como el infierno!!, no te permitiré besar a otros hombres.

-No es asunto suyo, Sr. Jin.

-Long Xiulan, te prohíbo besar a otros hombres.

Ella estaba enojada. 

-No tienes derecho a prohibirme hacer nada, soy dueña de mí mismo.

Apretó los dientes, mirando a la maldita chica, tenía que usar toda la fuerza de voluntad para no empujarla al suelo y besarla allí mismo.

No entendía por qué de repente se sentía tan posesivo con ella. ¡La maldita chica lo estaba volviendo loco!

-Ahora dígame, Sr. Jin, por qué vino aquí hoy. Si no, por favor, váyase, estoy ocupada.

-Sí, claro, ocupada tomando tu té.

Ella lo fulminó con la mirada.

Tuvo que tomarse unos minutos para calmarse y recordar por qué vino aquí hoy. Al principio, fue solo porque quería formar una relación comercial, sus informes detallados y completos eran simplemente demasiado invaluables.

Para un jefe de una gran empresa como él, ella era un recurso sin explotar que esperaba ser explotado, se sintió como un explorador que se topó con una profunda mina de oro y diamantes, su primer instinto fue marcar su territorio, reclamar la propiedad y evitar que los competidores tomaran una parte.

¡Todo era suyo! Ella era suya!

Pero cuando ella ignoró sus correos electrónicos, él se sintió cada vez más frustrado hasta el punto de que ella estaba en su mente todos los días. Quería verla, hablar con ella, conocerla.

Antes no se preocupaba por ella, tratándola como una de las innumerables mujeres que intentaban atrapar a su hermano, su mala reputación tampoco ayudó.

Pero cuando la conoció en persona por primera vez en el vestíbulo del hotel, descubrió que había más en ella, mucho, mucho más, tenía la urgencia de mantenerla sola, no permitir que otros descubrieran su lado desconocido y fascinante.

Y ahora, finalmente viéndola después de tanto tiempo, ¡Quería poseerla!