|31|

3.1K 325 15
                                    

-Cómo saber si te sientes caliente ―leyó Jin Liwei en voz alta en inglés. Su acento sonaba un poco americano― Número 1: fantaseas con la persona que te gusta.

Miró a Iris. 

-¿Fantaseas conmigo? ―preguntó en mandarín.

-No.

Disgustado por su rápida respuesta, él frunció el ceño, sin embargo, continuó leyendo en voz alta. La mayoría de los puntos fueron muy generales, Jin Liwei pensó que esto debería considerarse como sentido común, entonces, ¿por qué la chica se veía tan confundida antes?

-Número 7... eh... ―tosió― Uhm

Iris lo leyó en voz alta. 

-Número 7: Tu vagina está hormigueando.

Las cejas de Jin Liwei se alzaron sorprendidas, esta chica se estaba volviendo cada vez más misteriosa, en realidad hablaba inglés con acento británico.

Los resultados de la investigación que ordenó sobre ella informaron que ella solo hablaba un inglés aceptable con el acento chino habitual, sus notas de inglés en la escuela también fueron demasiado trágicas para siquiera mirarlas.

¿Entonces qué pasó? ¿Estaba ella solo actuando entonces?

Fue en este momento que su asistente regresó. 

-Jefa, el almuerzo estará listo en breve.

-Dom, llegaste a tiempo. ¿Cómo se sabe cuando la vagina está hormigueando? ¿Sabes cómo se siente?

-¿Ah? Jefa, ¿cómo podría saberlo? No tengo una vagina. ¿Quieres que le pregunte a la abuela Yi Mei o algunas de las criadas casadas?

-Si.

-¡De inmediato, jefa!

-¡Espera! ¿Qué están haciendo ustedes dos? ―Jin Liwei no podía creerles― ¿No estás avergonzada?

Iris lo miró como si fuera un idiota. 

-¿Por qué debería sentirme avergonzado en la búsqueda del conocimiento? Las personas sabias no fingen saberlo todo, cuando no saben algo, no les da vergüenza hacer preguntas.

Jin Liwei casi se ahoga al escuchar su respuesta.

Esta fue la búsqueda del conocimiento?

Su boca se abrió y se cerró, pero no salieron palabras.

-¡Pft! ¡Bahahaha! ―Dom no pudo detenerse. Se dobló, riendo a carcajadas mientras sostenía su abdomen.

Jin Liwei lo fulminó con la mirada.

Dom intentó con todas sus fuerzas detener su risa. Podía sentir la intención asesina de Jin Liwei dirigida hacia él, ¡Pero fue demasiado divertido! El famoso Jin Liwei no sabía cómo lidiar con la franqueza de su jefa, como se esperaba de su jefa!

Incluso Dom mismo estaba sorprendido por la brutal honestidad de su jefe cuando comenzó a trabajar para ella, pero ahora estaba acostumbrado e incluso se sintió influenciado por ella, para él, esto era normal ahora.

Ella los ignoró y continuó leyendo el último punto en voz alta perfectamente en inglés. 

-Número 8: Tu vagina se moja... ¿eh?

¿Quizás se sintió realmente cachonda cuando Jin Liwei la besó antes? ―se preguntó, sintiendo la leve humedad entre sus muslos.

-¿Hm? ¿Qué pasa? ¿Estás mojada? ¿Te hice mojar? ―bromeó, su voz ronca.

-Sí ―admitió mientras continuaba leyendo el artículo en silencio. Ella no encontró nada malo en ser honesto con él, no tenía idea de que su honestidad lo afectaría tanto.

Inhaló bruscamente, sus ojos se oscurecieron. Su aliento se aceleró, se inclinó cerca de su oreja y le susurró: 

-Ten cuidado con tus palabras, Long Xiulan, sin saberlo, puedes liberar una bestia que no puedes controlar.

-¿De qué estás hablando? ―Ella giró la cabeza hacia él, al ver la expresión intensa en su rostro, instintivamente alejó su torso de él.

Estuvo tentado de besarla sin sentido otra vez.

-Joven señorita, Sr. Jin. El almuerzo está listo, por favor, síganme ―Yi Mei, ahora recuperada de su conmoción anterior, los llamó cuando regresó de la cocina.

Jin Liwei se enderezó, su rostro recuperó su expresión fría habitual, pero sus ojos no podían ocultar la lujuria que estaba sintiendo.

Iris lanzó un soplo de alivio. 

-Yi Mei, por favor consigue el botiquín de primeros auxilios y trata primero el labio del Sr. Jin.

-Sí, señorita, por favor, espere.

Momentos después, Yi Mei regresó con el botiquín de primeros auxilios.

Jin Liwei se volvió hacia Iris. 

-Me tratas.

Ella lo miró de reojo. 

-No sé cómo. Yi Mei, adelante.

-Sr. Jin, por favor quédese quieto ―Yi Mei parecía un carnicero a punto de matar a un toro poderoso para obtener carne de primera calidad.

Dom rió por lo bajo, Jin Liwei le lanzó una mirada mortal, Dom se calló de inmediato, pero Iris miró a Jin Liwei.

Dom era su asistente. ¿Por qué estaba mirando el maldito hombre arrogante a su asistente?

Yi Mei abrió el botiquín de primeros auxilios, usó desinfectante para limpiarse las manos antes de desinfectar y tratar la herida de Jin Liwei.

Se puso rígido ante el dolor punzante, pero por lo demás permaneció inmóvil; su rostro era una máscara de fría indiferencia.


H. G. W. I. A S. |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora