H. G. W. I. A S. |1|

|195|

|Toronto Canadá|

Era otoño, el aire era húmedo y fresco, los colores vibrantes del otoño se veían tan espectaculares que muchas personas no pudieron evitar tomar fotos.

Tres hombres caminaron juntos en el parque bajo el hermoso dosel de árboles otoñales y una alfombra de coloridas hojas.

Cuando sintieron frío, salieron del parque y se dirigieron a un café cercano, pidieron café caliente y pasteles, y luego se sentaron a calentarse.

-Te ves saludable, quinto hermano ―dijo Lin Yehan― Me alegro.

Lu Zihao asintió con la cabeza. 

-Estoy recuperado ahora.

-¿De verdad? ―Lin Yehan preguntó.

-Sí, no soy tan frágil, ya saben, tal vez no soy tan flexible o fuerte como antes, pero viviré.

-No te preocupes, quinto hermano ―dijo Yu Mo― Te ayudaré a recuperar tu flexibilidad y fuerza, si quieres; mi querida alumna, Xiao Xiu, también estaba en estado de coma antes, pero debido a Systema, ahora tiene el poder de patear.

Una mirada misteriosa brilló en los ojos de Lu Zihao ante la mención de Iris, pero desapareció rápidamente, fue reemplazado por su habitual sonrisa pícara. 

-Por supuesto.

-Eh, ¿en serio? ¿Estás de acuerdo? ―Yu Mo preguntó, sorprendido.

Si se tratara de Lu Zihao de antes, ni siquiera estaría interesado porque no era bueno en nada que requiriera disciplina y perseverancia como las artes marciales, era impulsivo, salvaje y despreocupado, su actitud diabólica le hizo vivir su vida basándose en el estado de ánimo más que en la lógica, si fuera divertido, lo haría.

-Sí, ¿por qué no? Tengo mucho tiempo libre en estos días ―dijo― Dado que no tengo nada que hacer en particular, quizás Systema pueda ayudarme a acortar la cantidad de tiempo que necesito para completar mi tratamiento y rehabilitación, tal vez incluso pueda recuperar mi flexibilidad y fuerza anteriores.

-¡Oh! ¡Has crecido ahora, quinto hermano! Estoy tan orgulloso. ¡Ten la seguridad de que te ayudaré lo mejor que pueda!

-Estoy muy contento de que finalmente regreses al país ―dijo Lin Yehan― Ha pasado tanto tiempo.

-Lo he estado esperando durante tanto tiempo, pero mi médico es demasiado cauteloso, ella y el anciano son demasiado molestos, de hecho, intenté reservar un vuelo en secreto por mí mismo, pero descubrí que el viejo me había prohibido temporalmente reservar en todas las aerolíneas, es por eso que he estado atrapado aquí por tanto tiempo. ¿Quién hace eso? Es tan extremo  ―Lu Zihao tenía una expresión molesta.

-¡Ajá! ¡Ese es el abuelo Lu, está bien!

Lin Yehan se rió entre dientes. 

-Eres el favorito del abuelo Lu, así que te protege mucho, pero al menos te ha permitido regresar ahora.

-Es solo porque el Tercer Hermano logró convencer al anciano de que los hospitales allí también podrán tratarme bien, si no fuera por él, probablemente seguiría atrapado aquí por al menos un año más o tal vez incluso más.

-Bueno, el abuelo del tercer hermano era el mejor amigo del abuelo Lu, eran hermanos cercanos ―dijo Lin Yehan― Fueron el dúo genio que construyó Jin Corporation desde cero y rápidamente se convirtió en la compañía número uno del país, y ahora Tercer Hermano es el jefe de la compañía, el abuelo Lu siempre dice que Tercer Hermano es muy parecido al abuelo Jin. Tal vez por eso el abuelo Lu escucha más al Tercer Hermano que el resto de nosotros juntos.

Después de terminar su café y pasteles, salieron del café, Yu Mo los condujo de vuelta al penthouse de Lu Zihao.

Hace unas semanas, Lu Zihao ya aprobó sus exámenes médicos y recibió el permiso de su médico, el médico consideró que ahora estaba a salvo para largos viajes, sin embargo, el abuelo Lu era terco y no le permitiría regresar al país hasta hace un par de días. 

El viejo lo llamó muy temprano en la mañana.

-¿Hola? ¡Hola! ¡Por qué tardaste tanto en contestar el teléfono, muchacho vago! ¡Quiero saber! ―la voz del abuelo Lu retumbó.

Lu Zihao gruñó, todavía somnoliento.

-¡Ay! ¡Estás durmiendo demasiado! ¡Tus células de esperma se volverán perezosas y lentas a este ritmo! ¡Entonces no podrás darme bisanietos!

El bostezó. 

-Mmn... ¿Por qué llamas abuelo?

-Todavía suenas somnoliento. ¡Bien, entonces! ¡Vuelve a dormir, dormilón! ¡Entonces no te diré que puedes regresar al país! ¡Hmph! ¡Adiós!

Lu Zihao instantáneamente se sintió despierto, se levantó de la cama. 

-¿Lo dices realmente?

-¡Hmph! ¿Ahora estás despierto? ¡Sí! ¡Puedes regresar a casa! ¡Ve a empacar tus cosas!

-Está bien, lo haré de inmediato. ¿Entonces la prohibición de las aerolíneas para mí ha sido levantada?

-¡No, por supuesto que no! ¿Y si vuelas a otro lugar a algunas montañas nevadas para esquiar y te rompes el cuello otra vez?

-Entonces, ¿cómo se supone que debo regresar? ¿Vas a enviar un avión?

-¡Ja! ¡Estoy demasiado ocupado con mi nueva nieta! ¡Ella es mucho más amable y me aprecia más que tú, muchacho ingrato! ¡No tengo tiempo que perder contigo!

¿Nieta? ¿De quién hablaba el viejo? Sin embargo, Lu Zihao no tenía interés en esto, estaba más preocupado sobre cómo iba a volar a China.

-¡Ve a pedirle a tu tercer hermano que te envíe uno de sus aviones privados! ―dijo el abuelo Lu― ¡Pero si tus hermanos se atreven a engañarme y vuelas a otro país, te perseguiré y te arrojaré a una isla privada y te encerraré allí por el resto de tu vida! ¡No me pruebes, muchacho! ¡Realmente lo haré! ¡Lo digo en serio! 

-Bien, bien ―dijo Lu Zihao a toda prisa― Adiós, abuelo, necesito llamar al tercer hermano.

Como se esperaba, el abuelo Lu se negó a colgar tan rápido y continuó molestándolo durante más de media hora, finalmente, la llamada terminó, Lu Zihao llamó inmediatamente a Jin Liwei y, sin ningún problema, Jin Liwei estuvo de acuerdo.

Jin Liwei envió uno de sus aviones privados, pero Lin Yehan y Yu Mo también vinieron, los dos se ofrecieron de inmediato para recoger a Lu Zihao cuando se enteraron de que ahora tenía permitido regresar, tanto Jin Liwei como Wang Yingjie estaban ocupados en el trabajo, por lo que no pudieron venir, Lin Yehan y Yu Mo llegaron ayer.

Lu Zihao quería regresar al país lo antes posible, pero los dos querían disfrutar primero de la temporada de otoño canadiense, dos contra uno, no tuvo más remedio que esperar una semana.

Sin embargo, no se quejaba mucho, fue solo una semana más, él podía esperar eso.

Nos veremos pronto. pensó. 

Sus ojos se oscurecieron y su actitud despreocupada desapareció, reemplazada por un aura intensa, casi peligrosa.

En su mente, la imagen de Iris Long se fusionaba con la imagen de una hermosa mujer de cabello dorado con ojos verdes.