Eternal

10. Grace

El día había llegado. Viajaríamos a Londres con mis compañeros de clase por nuestro viaje de egresados. Estaba ¿emocionada? Nos íbamos una semana y a mamá parecía ponerla contenta. Tanner ya había vuelto a Australia, lo que me ponía un poco mal, lo extrañaba.

Me bajé del auto de mamá y me dirigí al baúl, donde estaba mi bolso con mis pertenencias. Mamá se acercó a mi y me abrazó.

—Cualquier cosa me llamas, ¿de acuerdo? -dijo, susurrando-. Te iré a buscar y...

—Voy a estar bien, mami -le dije, besando su mejilla-. Él no estará allí, así que... todo estará bien, ¿sí?

—Lo sé... -besó mi frente-. Te amo, cuídate, ¿está bien?

—Lo haré, también te amo.

Le sonreí una última vez y me acerqué al autobús para dejar mi bolso.

— ¡Grace! -gritó mi mejor amiga, acercándose a mi con una sonrisa-. Me alegra que te hayas decidido por venir, en serio lo digo.

—Lo sé... -dije, abrazándola-. Creo que con este viaje podré superar muchas cosas de mi vida, Ash... creo que así podré dejar mi pasado atrás. Definitivamente.

—Sabes que estoy contigo en todo momento, ¿no es así? -me preguntó ella, sin soltarme, a lo que yo asentí-. Te adoro, ahora subamos al autobús antes de que nos roben los lugares.

Yo reí y fui a saludar a mi madre una última vez, antes de subirme al autobús y sentarme donde se encontraba Ash.

•••

Habíamos llegado a Londres. Ya era casi de noche, y habíamos cenado cosas que habíamos traído de nuestras casas. Estaba cansada, no me gustaba viajar en autobús. Quería llegar a la habitación del hotel, darme una ducha y dormirme.

Bajamos y tomamos nuestras cosas. Nos dirigimos al lobby y una mujer nos recibió con una sonrisa. La profesora de literatura se acercó y habló con ella brevemente.

—Muy bien, chicos -nos llamó la profesora-. Las habitaciones están asignadas con la persona que eligieron esta semana. Les ruego por favor que sean responsables, no rompan nada y como sé que es imposible evitar que tengan relaciones sexuales, les pido que sean responsables y usen condones -Dijo ella. Todos nos la quedamos mirando anonadados. Eso era algo que nadie esperaba escuchar-. No queremos ningún bebé dando vueltas en nueve meses. Se arrepentirán. Ahora si, tomen sus tarjetas y diríjanse a sus habitaciones.

Ashley se acercó a buscar nuestras tarjetas y luego nos dirigimos a nuestra habitación. Dejamos nuestros bolsos en la entrada y nos sentamos cada una en su cama.

—Entonces... -dijo ella, bloqueando su celular y mirándome-. Leslie hará una fiesta en su habitación y estamos invitadas, ¿vamos?

—Mm... no, gracias Ash -contesté, haciendo una mueca y bostezando-. Me iré a dar una ducha y luego a dormir, ha sido un largo día.

—De acuerdo... -dijo, y se acercó a abrazarme-. Si te arrepientes, ya sabes dónde encontrarme.

Yo asentí y luego ella se fue. Suspiré hondo y me duché. Me puse mi pijama y me tapé, para luego dormirme rápidamente.

Mañana sería un gran día.