Eternal

16. Grace

Era sábado por la tarde. Estaba en la casa de Ashley, en su habitación, sentada en su cama poniendo música, mientras ella no paraba de probarse ropa para la cena de hoy. Se la veía emocionada y eso me ponía feliz.

—Ese es el que más gusta de todo lo que te has probado, Ash -le dije, observando el conjunto que se había puesto-. En realidad, te ves hermosa con lo que sea que te pongas. Deja de dar tantas vueltas.

Ella rió, sonrojada.

— ¿Eso crees? -me preguntó, insegura. Era extraño verla así. Mi mejor amiga solía una de las personas más seguras que conocía. Yo asentí y ella sonrió-. Entonces... ¿bajamos?

Volví a asentir, tomé mi bolso y ambas salimos de su habitación.

—Wow, Grace... -dijo Jack, en cuanto me vio-. Luces hermosa.

Yo le sonreí y besé sus labios brevemente.

— ¿No tienen nada que decirle a Ash? -dije, señalándola con mi cabeza.

—Estás hermosa tu también, Ash -dijo Jack, riendo y tomando mi mano-. Pero no es a mi a quien tienes que impresionar.

—Mi hermana no necesita impresionar a nadie -lo interrumpió Scott-. Ya tiene al chico bajo su hechizo; logró que venga a vivir aquí.

Ashley rodó los ojos y nos sentamos en el sofá. Esperaríamos a Julian para ir al restaurante. Scott parecía especialmente nervioso.

—Scott... -dije yo, arrugando la frente- ¿está todo bien?

Él sonrió de manera extraña.

—Si... no... digo... -okay, ahora si me estaba preocupando. Mi amigo se había vuelto loco-. Tengo que decirles algo.

—Si eso hace que dejes de mover tu pierna como un loco, te escuchamos -dijo Ashley. Ella también estaba nerviosa.

—Bueno... yo también he invitado a alguien a cenar con nosotros hoy... -dijo, rascándose la nuca-. Una chica con la que estoy saliendo desde que volvimos de Londres.

—Espera... -lo interrumpió Jack- ¿Qué? ¿Y por qué no me has contado?

—Bueno... verás... -dijo Scott, encogiéndose de hombros-. Quería esperar a que sea algo seguro... yo...

— ¡Eso es genial, Scotty! -dije, emocionada- ¿Quien es la chica?

—Está en nuestro curso... es Abigail -dijo, sonrojándose. Genial, Abby era una de las pocas chicas que realmente me caía bien-. Ella me invitó a salir cuando salimos del autobús cuando llegamos aquí... y bueno...

Ashley gritó, con emoción, y abrazó a su hermano.

—No puedo creer que no me hayas dicho.

—Lo siento, Ash -dijo él, abrazándola-. No quería arruinar nada...

Antes de que alguien pueda agregar algo, el timbre sonó.

Los cuarto nos quedamos paralizados.

Las citas de mis amigos habían llegado.