17. Mudanza

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Los días pasaron o más bien fueron semanas. Naruto volvió a sus estudios y a su trabajo, bueno lo último tuvo que rogarle a Sasuke para que lo permitiera ya que el omega se negaba que su alfa fuera chalan de ese anciano.

Ahora el joven alfa se encontraba en su trabajo, conducía con cuidado por las avenidas mientras se relajaba con la suave música de fondo.

-Dime Naruto, ¿Has considerado mudarte? - preguntó el peliplata sin quitar la vista de móvil.

El rubio lo miro curioso por el retrovisor. Claro que el alfa consideró mudarse pero aún no reunía el dinero, ya casi era un mes que viva con los Uchiha y cada día se le hacía difícil.

-Si señor, claro que le he considerado, sólo que una no tengo la oportunidad - responde tejante.

-¿Recuerdas la casa que tengo abandonada por que odie la decoración y me dio mucho trabajo contratar de nuevo para que la corrijan - pregunta desinteresado. El rubio comienza hacer memoria.

-¡Ah, Claro! -responde al recordar -¿donde las paredes eran rojizas y no salmón como usted quería? - el alfa mayor asiente dando un bostezo -¿Que hay con ella? -pregunta el rubio.

-Te la quiero dar -dice. El rubio abre la boca pero no sale nada.

El peliplata espera la respuesta del rubio pero este está tan perplejo que aún no puede procesar una oración o una simple afirmación.

-Yo no podría... - comienza.

-Mira Naruto, te conozco desde los doce, es un regalo de agradecimiento por soportarme por tanto tiempo, mis irresponsabilidades, donde tenías que conducir con rapidez para que yo no llegara tarde a mis juntas ya que me quedaba dormido y olvidaba poner la alarma y tantas cosas más, eres como un hermano menor para mi y sé muy bien que esa casa te encanto cuando fuimos a verla hace dos años -Naruto no podía contradecirlo.

Era cierto el peliplata era muy irresponsable, cuántas veces tuvo que lanzarle agua para que se despertara, o ajustar su corbata por aún no podía abrir los ojos por soñoliendo que estaba.

-Tiene razón señor. Pero es mucho para mí -el alfa mayor niega.

-Acepta, ya son muchas veces que me rechazas -le recuerda.

-Señor un automóvil último modelo y un pase VIP a un prostíbulo de clase ¿No cree que era mucho? Era ridículo con sólo pensarlo -dice riendo.

-Lo segundo era bueno, tu te lo perdiste -dice murmurando.

-Tenia dieciséis.

-¿Lo ves? Estabas en la etapa de la juventud -el rubio roda los ojos ante lo pervertido que era su jefe.

-Ya veo porque se convirtió en un escritor porno -dice el rubio tratando de ocultar su risa.

-No es porno, es lectura erótica - corrije levantando su índice.

-Es lo mismo.

-Si, si, cómo digas. Ahora sobre la casa -el rubio resopla.

La oferta es buena y suena tentadora. Así que el rubio vencido ante la propuesta acepta.


[...]

El pequeño omega caminaba furioso por los pasillos del colegio, prácticamente fue obligado a terminar su último año de preparatoria ¿Que pensaban sus papás? Él ya tenía alfa y estaba marcando ¿¡Porque demonios tenía que seguir estudiando!?

-¡Sasuke! -gritaron a su espalda haciendo irritar más al omega, cosa que parecía imposible.

-¿¡Que!? -responde girando. La persona se estremece al ver la cara del chico. Su olor tan, tan fuerte que logra hacer retroceder a muchos en el pasillo y ver curiosos la escena.

Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora