✦08.Desesperado por Ti...✦

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꧁➑꧂

🔥𝐌𝐢𝐥𝐨🔥





─D-Dámelo~...─saco su lengua, lambiendo mi miembro erecto encima de mis pantalones.

─O-oye, tu padre pue-...─saco el seguro de mi correa. Dudo que su padre se encuentre, sino no estuviera haciendo esto─Que sumiso te encuentras hoy amor─acaricie su mejilla. Camus quiso quitar mi correa de mi cintura, pero lo impedí, ahorcándolo débilmente─No, no mi amor... Primero provocame, bebe─lo levante del suelo, en el que se encontraba arrodillado y agarre su quijada─Muéstrame lo que tienes...

Camus, se alejo un poco de mi y puso sus manos en el filo de la cabecera del mueble y se inclino un poco, dejando que sobresalga su trasero, lo movía de arriba a bajo y a los costados, de manera sensual. Luego se subió en la cabecera del mueble, montandolo como caballo, yo me acerque un poco mas para poder tener una mejor vista, el comenzó a sobarse con el filo del mueble, provocando que el mismo soltara unos gemidos leves.

Quería cogérmelo de una vez, pero tenia que esperar, el tenia que recibir su merecido castigo por desobedecerme.

─¿Así esta bien?~...─paro sus movimientos, y me miro suplicante de que le de por detrás.

─Ñe, nada aun─sacudí mi cabeza a los costados, negando.

─¡M-Milo!~...─hizo un berrinche como un niño pequeño. Me gusta cuando se pone así de cariñosito, me agrada la idea de saber que yo soy el único que puede verlo de esa manera.

─Entonces me voy─me alce de hombros y me di media vuelta, y di unos pasos hacia la puerta.

─¡No!─me abrazo, rodeando mi tronco, lo único que podía alcanzar con su pequeña altura─¡No te voy a dejar ir!─trate de quitar sus manos, pero mas se aferro a mi

─Amor solo quiero darme vuelta─reí un poco. Me di vuelta, viéndolo frente a frente─No me iré a ninguna parte... Jamas lo haré─le sonreí, le agarre de la quijada y le plante un beso, me tuve que encorvar y bajar un poco, para que e pudiera pasar sus brazos por mi cuello.

─Entonces seguiré~...─me guiño el ojo, acaricio mis labios y se alejo otro poco de mi, volteo y me hizo una señal con su dedo de que lo siguiera, yo hice caso. Me llevo al sótano y me hizo una señal de que me sentara en aquel mueble largo y cómodo. El sótano de la casa de Camus, me encantaba, era una buena sala con juegos, tele, baño, comida y de coger a Camus, lo que mas me gustaba.

Me senté, un poco abierto de piernas y con las manos extendidas en la cabecera del mueble. Camus se puso delante mio, y puso una canción sensual. No lo esta haciendo nada mal...

Bailaba sexy, moviendo sus caderas, acompañado de su gran hermoso trasero. Esto se me estaba volviendo muy doloroso, la erección dolía mucho, la sentía muy apretada en mis pantalones. ¡Ya no puedo! ¡Debo sacarlo! Mientras me quitaba la correa y desabotonaba el pantalón, miraba fijamente a Camus con deseo y lujuria pura. Metí la mano debajo de mi boxer y saque a mi gran amiguito.

─A-amor~...─se puso rojo e intento acercarse.

─No, sigue con lo tuyo─¡Agh! Dolía demasiado, no se si podre controlarme después de esto.

Camus hizo caso, y se bajo el pantalón hasta el final de sus glúteos, dejándome boquiabierto, traía un hilo dental de color rojo. ¿Desde cuando tenia eso? Hace tiempo que no lo usamos de hecho, la primera y ultima vez fue el día en que el quite la virginidad, el mejor día de mi vida.

¿Porque no lo usábamos? porque a Camus no le daba tiempo de ponérselo, ya que cuando me conoció en realidad, se dio cuenta que era una bestia, bueno, como me dice el, en el sexo, y a mi en lo particular no me gusta esperar.

─¿Te gusta?~...─volteo su cara, esperando mi respuesta.

─¿Porque preguntas si ya sabes la respuesta?─pase mi lengua por mis labios.

¡Ya no podía mas! ¡Ya no resistía mas! Tengo que satisfacernos.

─¡Ven aquí!─le jale del brazo, y le bese bruscamente, en lo que el trataba de seguirme el ritmo de mis besos. Baje sus pantalones y se los quite, le di un pequeño empujón a al mesa de billar, y yo me deshacía de mi camisa a botones. Le di vuelta, e hice la tanga a un lado, abriendo paso a la entrada de miembro. Lo metí de una estocada hasta el fondo, Camus, al sentirlo dio un grito de dolor y placer ahogado, hice que se apoyara en la mesa de billar, mientras sacaba y metía mi miembro.

─¡Ya no juegues!~...¡Y-ya hice lo que querías!~...─me dijo entre gemidos.

─Bien~...─le di vuelta otra vez, echándolo en la mesa de billar, abierto de piernas─Luego no quiero que me andes diciendo..."¡Oh, Milo que malo eres!" "¡Por tu culpa no puedo sentarme!"...o...─agarro mi miembro, con algo de fuerza, lo que me hizo reaccionar al instante, soltando un gruñido─¡Auch!

─¿Vas a hacerme sufrir?~...─se acerco a mi rostro y me hizo un puchero.

Cogí su cintura y se lo metí otra vez, el lo necesitaba igual que yo. supongo que no fue buen a idea esperar tanto, ahora el desesperado soy yo.

Movía mis caderas para delante y para atrás, de manera rápida, lo que a Camus lo estaba volviendo loco, haciéndolo poner los ojos en blanco, sacar la lengua, y masturbarse a si mismo.

Después de solo unos segundos se corrió 3 veces seguida, manchando su ombligo, si que esta desesperado.

Ni aun en este momento podía controlar mis celos, sobre que alguien lo viera así. Lo marque en todo el cuello, y mordí fuertemente sus pezones, el gimió y trato de quitarme.

─¡Milo!~... ¡¿Escuchas eso?!─me sacudió.

─¿Tus gemidos? Si~...Son excitantes~...─seguí penetrándolo.

─¡No!─me empujo.

Escuche pasos por las escaleras.

─¿Saga? ¿Sigues ahí, amorcito?

¡Mierda, Afrodita!

¡Mierda, Afrodita!

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