Pɑя†ε 10

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Anna Pov.

Ya era de noche y la fiesta parecía que no terminaría, veía a Olaf en una mesa hablando y bebiendo con Hiccup y Fergus, contando historias de sus dragones y Olaf de sus aventuras en la nieve reían a carcajadas, los demás invitados se sentían como peces en el agua, y yo solo los veía divertirse. A lo lejos pude ver a Georgina y su esposa Lucille entrar ambas muy lindas y tomadas de la mano, Lucille cargaba una caja de cartón. Mi corazón se aceleró, no pude evitar ponerme nerviosa, era obvio que Georgina me preguntaría por Elsa, no tenía duda alguna, me armé de valor y camine hacia ellas. Tratando de parecer de lo más normal. Georgina al verme sonrió.

—Hola Georgina.— dije dándole un abrazo.

—Hola Anna, ¿Cómo estás? Ha pasado tanto tiempo— dijo separandose de mi.

—Bien, gracias, veo que tú también has Estado bien— le dije con una sonrisa.

—Si, hemos estado bien, te presento a mi esposa Lucille— dijo tomando su mano y haciendo que diera un paso adelante.

—Un placer Anna— dijo estrechando mi mano.

—El placer es mío.— ya quería irme. Sabía que estaba apunto de preguntarme por Elsa.

—¿Y Elsa? ¿Cómo está?— me preguntó Georgina, se los dije.

—Ella... Está bien. En el bosque encantado, no pudo venir.— dije para después empezar a adentrarme más en el castillo, ellas me seguían.

—Lamento que se haya tenido que irse. Hacen una pareja tan linda.— me dijo con una sonrisa.

—De hecho, el Reino aún no lo sabe, así que no hablemos tan fuerte de ese tema.— dije insegura.

—Pensé que ya lo habían hecho público.— me dijo seria.

—No, aún no, estábamos a punto de hacerlo, pero se fué y no pudimos hacer nada.— dije seria.

—Que mala suerte Anna, lo lamento mucho, sé que ustedes están hechas para estar juntas.— dijo con una sonrisa para después tocarme el hombro.

—No quiero hablar de eso Georgina, pero gracias— dije forzando una sonrisa.

—Trajimos un regalo para Olaf— dijo Lucille abriendo la Caja y sacando un pastel.

—Oh, le encantará, ama los pasteles, pueden dejarlo en la mesa, déjalo en la caja.— dije y ví que la puerta principal se abrió, era un hombre alto que intimidaba. Iba elegante, así que supongo que viene a la fiesta. —Ahora regreso chicas.— me dirigí a él y lo saludé. —Buenas noches.— dije con una sonrisa.

—Buenas noches. Soy el rey Arcov.— dijo con una voz gruesa y seria. ¿Era él? Si que daba miedo.

—Rey Arcov, es un placer conocerlo, lamento haberlo invitado a la fiesta, no sabía lo de su esposa, mis más sinceras condolencias.— dije cabizbaja.

—Gracias ¿Y tú eres?— me preguntó serio.

—Soy la reina Anna. Bienvenido a Arendelle.— dije con una sonrisa. No respondió nada, solo soltó una pequeña risa para después sonreírme.

—Disfrute la fiesta.— dije sin más para después volver con Georgina y Lucille, que tipo tan extraño. Unas horas después la fiesta comenzaba a ir más despacio, la música empezó a ser lenta, para bailar en pareja. Pude ver como Georgina se levantó de su silla y le pidió a Lucille bailar, ambas caminaron junto a las demás parejas a la pista de baile.

—¿Quieres bailar?— escuché una voz. Gire y era Elsa. Con un vestido azul marino brilloso muy hermoso, con un estampado de de estrellas, estirandome la mano.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 /𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora