Pɑя†ε 19

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—¿Ya le dijiste?— preguntó Olaf.

—No es necesario decir nada Olaf. Aún es muy pronto. Cuando yo le diga te haré una señal.— dijo Anna.

—Entiendo... Pero, deberías decirle más rápido, de lo contrario se dará cuenta de otra manera y se enojara más...— dijo Olaf.

—Ya dije lo que haré, Olaf. ¿Puedes comprender?— le dijo Anna ya un poco molesta, empezaba a perder la paciencia.

—Está bien...— dijo Olaf un poco serio.

Anna Pov.

Estába cansada de que todos me dijeran que le hablara a Elsa de la causa real del problema, pero tenía miedo, ¿Qué tal y si empeoraba todo?. Salí de mis pensamientos al ver a un hombre encapuchado, más que ser un hombre parecía un joven, bastante apuesto y parecía ser más alto que yo. Me hizo una seña de que fuera con el. De que lo siguiera. Caminé hasta el.

—¿Reina Anna?— me preguntó.

—Soy yo... ¿Quién es usted?— pregunté un poco confusa.

—¿Podemos hablar en un lugar más privado? Le contaré quien soy.— me dijo el joven, asenti y lo llevé hasta mi Oficina. Me senté en la silla, pero el no. Se quitó la capucha rápidamente, era bastante guapo, si no estuviera enamorada de Elsa estaría coqueteando con el. —Mi nombre es Gregory, soy el hijo del rey Arcov...— al escuchar eso me levanté rápidamente de mi asiento y tomé un libro para defenderme en caso de que me quisiera golpear. —Tranquila, no soy como mi padre... Por favor déjeme explicar.— dijo tratando de calmarme.

—¿Qué haces aquí?— dije tratando de calmarme.

—Vine para ayudar, mi padre me estába obligando a casarme y no me importaba, pero al ver que estába causando daños a otros reinos y ahora a éste... Decidí que tengo que ayudar. Que tengo que pelear.— dijo bastante convencido, tenía miedo, no entendía muchas cosas.

—Pelear... ¿A quien?— pregunté nuevamente.

—A usted. A su Reino y a los reinos que mi padre esté haciendo daño...— dijo sentándose en una silla. Su mirada sería parecía que no mentía.

—No entiendo...— dije tratando de comprender.

—Mi padre nunca ha tolerado que las mujeres reinen por si solas, quiere hacer todo a su manera y si algo no sale como el quiere, las cosas se ponen feas, tuve una pelea con el antes de llegar aquí, el quería que me casara, yo no... Y viene hacia acá ahora. Si no lo detenemos... Destruirá todo a su paso...— me dijo serio.

—¿Pero como podemos detenerlo? Literalmente son cientos de barcos y soldados de Arcov y Arendelle no tiene mucha defensa. Aunque tú pelees no cambiará mucho...— dije seria, una idea estába rondando mi cabeza.

—Es cierto... Que estúpido. No tengo poderes ni nada así, como podría hacer la diferencia, yo pelee contra el y no le importó que fuera su hijo...— dijo molesto. —No importa, peleare igual, mientras ayude de alguna forma podré estar o morir en paz.— me dijo Gregory.

—Pero... ¿Y si no hubiera que pelear?— le pregunté...

—¿Hablas de huir? Es casi imposible hacer desaparecer un Reino entero de la noche a la mañana.— me dijo para depués soltar una risa.

—No... De la manera que lo hagamos saldrá alguien lastimado... No quiero eso, ni del Reino de Arcov, ni de Arendelle.— dije pensando las cosas lo más que podía.

—Explicate mejor— me dijo.

—¿Y si nos casamos?— le pregunté, solo salió de mi boca, no quería que nadie pagara las consecuencias de mis errores.

—¿Casarnos? ¿No se supone que por no casarnos va a haber una guerra?— preguntó confuso.

—Si, pero... Si nos casaramos tú padre olvidaría la guerra, ningún Reino saldría lastimado.— le dije tratando de sonar convincente.

—Pero que haremos cuando mi padre nos pida herederos o algo similar, tendríamos que actuar todo el tiempo, tendría que mudarme aquí y vivir aquí contigo, dormir en la misma cama... Todo ese tipo de cosas. — me dijo serio y en todo lo que decía tenía razón.

—Podríamos actuar, tu padre no estaría aquí todo el tiempo... Cuando el esté aquí podríamos ser esposos y cuando el se vaya podríamos ser amigos, dormir en diferentes habitaciones, tener tu vida y yo la mía, pero actuar como esposos cuando el esté aquí... Así la guerra se olvidaría y todos los reinos estarían en paz...— le dije tratando de sonar convincente, ni yo creía lo que estaba diciendo.

—Suena a buen plan... Pero...— se quedó pensativo un segundo. —En realidad no hay peros en éste plan... ¿Qué piensas que dirá tu hermana?— me preguntó. No quería decirle lo mío con Elsa. Así que tuve que mentir.

—Ella ya lo sabe, me ayudó a preparar el plan— dije, ambos escuchamos como alguien caminaba por fuera de la Oficina. Pequeños pasos...

—Bien... Entonces, creo que tenemos un plan...— me dijo Gregory levantándose de su silla.

—No estoy muy convencida, pero si... Tenemos un plan— dije seria.

—Supongo que veremos los detalles en el transcurso del tiempo.— me dijo.

—No importan los detalles, proteger a los reinos es la prioridad, hay que hacer todo lo posible por salvarlos.— dije un poco insegura de lo que acababa de decir.

Mientras tanto.

—Elsa... Me alegro que hayas entendido de la mejor manera las cosas...— dijo Olaf al encontrar a Elsa.

—¿De qué hablas?— preguntó Elsa confusa.

—Sobre lo de Anna y el Rey Arcov y la propuesta de matrimonio, que el rey Arcov le dijo a Anna que si no se casaba con su hijo Gregory se desataría una guerra... Me alegro que lo hayas entendido y hasta le hayas ayudado a crear el plan para evitar ésta guerra y que todos vivan felices.— dijo Olaf con una sonrisa.

—Perdón... ¿Qué?— preguntó Elsa confundida.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 /𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora