𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 /𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂/

ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟟

—¿Un hermano?— preguntó Elsa al escuchar aquella noticia.

—Si, su hermano Jack. Al parecer se fué de Arcovia hace 3 años y ahora regresó. No me preguntes por que, es obvio que no lo se.— respondió Anna mientras caminaba con dirección a la oficina, seguida por Elsa.

—¿Y quieren hacer una fiesta de bienvenida? ¿Aquí?— preguntó Elsa confundida.

—Si, Els. Por alguna razón, Jack quiere que su estúpida fiesta de bienvenida se haga aquí. Según él, Arendelle es muy pintoresco, bonito y lleno de alegría, el lugar perfecto para una fiesta.— respondió  Anna un poco molesta, abrió la puerta de la Oficina y entró, seguida de Elsa que cerro la puerta.

—Bueno, no deberíamos preocuparnos, solo es una fiesta.— dijo Elsa, más relajada.

—No se trata de la fiesta, Elsa.— le respondió Anna para después sentarse en su silla y sacar papel y pluma. —Tendremos que actuar con Gregory sobre el estúpido matrimonio. Ahora no sólo frente a Arcov, también frente a su hermano. Tendremos que hacer todos los preparativos súper rápido y lo peor de todo... No podremos ir a la chocolatería.— dijo ahora más molesta. —Maldito Arcov. ¿Por qué no se muere de un infarto o algo?— preguntó Anna molesta.

—Sé cuanto lo odias, yo también. Pero no podemos hacer nada, es peligroso. Incluso más que tú y yo juntas— dijo Elsa frente al escritorio donde estába sentada Anna.

—Es raro verte de ése lado del escritorio, por lo general siempre estás aquí a mi lado y quieres comerme.— le dijo Anna ya un poco más relajada. Recorrió su silla hacía atrás y abrió las piernas, dándole entrada a Elsa. La cual vió las intenciones de la pelirroja.

—Mmm... Creo que hoy no tengo muchas ganas de hacerlo Anna...— le dijo Elsa, al instante Anna cerró sus piernas y se levantó, caminó hacia Elsa. La cual estába cabizbaja. Nunca se le había negado al sexo.

—¿Estás bién?— le preguntó Anna, tomando su barbilla y levantandola, ambas quedaron viéndose fijamente. —Pareces estar distraída. ¿Ocurre algo?— le volvió a preguntar.

—Estoy bien, solo... No pude dormir bien anoche— mintió Elsa con una sonrisa.

—Ve a descansar entonces, no está bien que no duermas bien— dijo Anna para después darle un beso en la mejilla y regresar a su silla.

—No, Anna. Quiero ayudar con los preparativos. No soportaría ver como te estresas tú sola. Te ayudaré.— dijo Elsa tomando otra silla y sentándose en ella. Tomó papel y pluma para comenzar a escribir.

—Está bien, gracias, chocolatito.— aceptó Anna al ver a Elsa sentada frente a ella, dispuesta a ayudarla.

Mientras tanto.

—¿Una fiesta? ¿Sólo por que regresaste? ¿Por qué no la hicieron en Arcovia?— preguntó Gregory molesto.

—Pensamos que sería mejor idea que tú, su hermano. Le hicieras una fiesta de bienvenida, también le serviría para conocer a tu esposa y si tiene suerte, quedarse con su hermana...— dijo Arcov, serio.

—No puede ser... ¿Es encerio? ¿Ahora planeas que Jack le pida matrimonio a Elsa?— preguntó Gregory confundido y molesto al mismo tiempo. Arcov solo sonrió.

—Creo que sería algo excelente para Arcovia y para éste Reino, un rey con experiencia, rey de Arendelle y del bosque encantado. Jack Arcov, casado con Elsa Arendelle, alias la reina de hielo.— dijo Arcov con emoción falsa.

—Estás loco si piensas que Elsa aceptara. Ella es diferente a todas las chicas de cualquier reino que hayas visto o visitado. No es nada fácil y si planean intentar atraerla, se les complicará mucho.— dijo Gregory molesto.

—Nada es imposible hermano. Mucho menos para mi. Si yo quisiera, podría incluso robarte a tu esposa sin problemas.— dijo Jack desafiando a su hermano. Gregory solo lo miró serio. Arcov soltó una risa y salió de la habitación en la que se encontraban.

—¿Por qué estás de su lado ahora, Jack? Abandonaste Arcovia porque lo odiabas y no soportabas sus tratos hacia todos.— dijo Gregory molesto mirando a su hermano.

—Las personas cambian, hermano, nuestro padre es un hombre que sea como sea. Es un rey legítimo, un buen rey que sabe aprovechar el puesto en el que está. Quiero un poco de ese poder. Además... ¿Crees que no lo he notado?— le preguntó a Gregory el cual solo hizo cara de confusión.

—¿De qué hablas?— preguntó Gregory.

—Apenas llegué a éste Reino y me di cuenta que todos lo odian, llevo aquí apenas un par de horas y parece que todos quisieran matarlo. Hasta tú...— dijo Jack acercándose a su hermano.

—Todos tienen sus razones para matarlo, el solo simple hecho de como trata a las personas da motivos para matarlo... Y te aseguro que no solo en éste Reino piensan eso.— dijo Gregory, frente a Jack.

—Si planean hacerle daño... Créeme que no dejaré que eso pase. Es lo único que nos queda.— dijo Jack molesto.

—Lo único que nos quedaba era mamá, y murió sola y triste gracias a que la abandonaste y la dejaste al cuidado de papá. Créeme... El día en el que papá muera, el mundo será completamente diferente. Y si alguien llega a asesinarlo... Créeme cuando te digo que le haré una fiesta, para celebrar el bien que le hará al Reino. A los reinos.— dijo Gregory serio con una sonrisa.

—Bien... Entonces, créeme cuando te digo que si alguien llega a asesinarlo... Yo seré el primero en buscar al culpable y tanto a él, como a todos sus secuaces. Los haré comer mi excremento.— dijo Jack para después salir de la habitación en la que se encontraba. Dejando a Gregory solo.