𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 /𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂/

ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟚𝟛 *𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒*

10 años antes.

—¡Mamá! ¡Mamá— gritaba mientras bajaba las escaleras a toda velocidad.

—Buenos días, pequeño.— respondió su madre, sentada en el gran salón. El pequeño niño se acercó a ella.

—¡Está nevando! ¿Podemos salir a jugar un momento?— preguntó el niño emocionado, no era muy común que nevara.

—Claro, solo no se vayan muy lejos— le respondió su madre, vió como el niño sonreía feliz, corrió hasta las escaleras. —Jack, no pierdas de vista a tu hermano— le dijo su madre, el niño asintió y subió las escaleras, minutos después bajaron los dos pequeños abrigados y emocionados. Abrieron la enorme puerta y pudieron ver el Reino de Arcovia, lleno de nieve, salieron y se arrojaron a la misma, empezando a hacer Ángeles de nieve. Entre risas y gritos ambos chicos comenzaron una guerra de bolas de nieve. A la cual su madre se uniría pronto. Les arrojó pequeñas bolas de nieve, haciendo que chocaran contra Jack. La madre reía. Rápidamente los hermanos crearon una barrera de nieve y empezaron a arrojarle bolas a su madre. La cual cayó al ser impactada por tantas.

—Eso no es justo, yo no tengo compañero— dijo su madre, quejándose. Los niños pensaron en quien podría ayudarla. —¡Ya sé!— rápidamente sin que los chicos pudieran ver, hizo un muñeco de nieve, muy parecido a Olaf. —Él será mi compañero, no sean muy rudos con él— les advirtió.

—Trataremos— dijo Gregory con una bola de nieve en manos, lista para arrojarsela.

—¡A sus puestos de combate!— gritó su madre, que rápidamente se arrojó detrás de un muro de nieve. Los niños hicieron igual, empezó una pequeña guerra, los pequeños le arrojaban bolas de nieve al muñeco. —Hey, les dije que no fueran tan rudos con él— se quejó la madre para después salir del muro y arrojar dos bolas de nieve, con dirección a los pequeños Jack vió que una de las bolas se dirigía a su hermano, se arrojó enfrente de él, recibiendo aquella bola. Cayendo al suelo. Simulando iba a morir.

—¡No, Jack!— gritó Gregory dramáticamente. Tomó a su hermano en brazos. Jack simulaba estar inconciente. Se escuchó una risa malévola actuada por parte de su madre.

—¡Uno de los hermanos caído!— dijo acercándose con otra bola de nieve, ésta vez era una muy grande, planeaba dejarsela caer encima a Gregory que estába fingiendo llanto al ver a su hermano. —Solo me falta uno— dijo ya demasiado cerca de los pequeños. Para después soltar una risa malévola.

—¡Te vengare hermano!— gritó Gregory para después arrojarle a su madre una bola de nieve que Jack tenía escondida. Le dió en el estómago, ella simuló que se desangraba se dejó caer en la nieve, mirando a su muñeco de nieve.

—Capitán copo de nieve, ahora usted es el jefe. Acabelos— le dijo al muñeco para después morir. Gregory vió al muñeco asombrado, tenía que deshacerse de él antes de que llamara a su ejército de muñecos de nieve. Corrió directamente a embestirlo, pero justo antes de llegar el muñeco se cayó hacia atrás, causando que se deshiciera. Gregory y Jack vieron aquello, rieron, su risa era contagiosa, su madre empezó a reír al escucharlos.

—¡La Jefa de los malos sigue viva!— gritó Jack para después arrojarse a su madre.

—Eso no es justo, estabas inconciente— se quejó la madre al tener al pequeño encima.

—Pero ya desperté— le dijo a su madre, Gregory se arrojó encima también, los tres rieron felices, no se divertían así muy seguido.

—¡Suficiente!— gritó molesto. Los pequeños y la madre giraron a ver quien era el que había gritado. —Adentro todos, está haciendo mucho frío como para jugar, podrán enfermarse. ¡Martha!— le gritó a su esposa y a los niños.

—Lo sentimos papá, pensamos que sería divertido jugar en la nieve, nunca la habíamos visto...— dijo Jack cabizbajo.

—Pues ya la vieron, ya jugaron. Ahora, ¡Adentro!— gritó su padre, los niños se asustaron al escuchar semejante grito.

—Vayan adentro niños, les preparare chocolate caliente— les dijo su madre, tranquila. Los niños obedecieron, caminaron al castillo cabizbajos. —No tenías que gritarles así.— le reclamó a su esposo. —Son niños y solo buscan divertirse. Tienen 10 años— terminó de decir para después levantarse de la nieve y empezar a caminar tras de ellos. Jack giró a ver al capitán copo de nieve su cabeza seguía intacta. La cual fué pisada por su padre. La cara de Jack cambió, tristeza reflejaba. Entraron al castillo, tristes, pero dispuestos a beber ese chocolate caliente que su madre les había dicho que haría.

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Hola, ¿Qué tal?. Ésta es una parte extra, dedicada a Jack y Gregory. Falta uno que dará entrada a un posible y último Capítulo 3. La idea que tengo de ése capítulo es bastante descabellada, pero creo que les gustará. Espero que si :3