𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 /𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂/

𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟑

Elsa Pov.
Me sentía nerviosa por iniciar éste viaje. Tenía un mal presentimiento al respecto, tenía miedo de que lo que descubriéramos no fuera algo bueno. ¿Y si era algo que era mejor no saber? Tenía dudas, pero ya no había marcha atrás, el viaje había comenzado y ya llevábamos un par de horas en el mar, solo éramos cinco personas, pero me sentía en una multitud, con lo de éste embarazo y el misterio de la fotografía sentía que habría menos tiempo para disfrutar de Gallel, claro, si es que podríamos disfrutar.

—¿Todo bien?— escuché la voz de Anna, que me sacó de mis pensamientos. Estaba recostada en la cama de mi camarote.

—Si, todo bien.— respondí tratando de sonar normal. Vi como cerró la puerta, se acercaba a la cama y se sentó al lado de mis pies.

—Sé que no estás bien, ocurre algo y no me quieres decir.— me dijo cabizbaja. —Sé que no querías venir, pero no es necesario que me mientas, ten la confianza de decirme lo que pasa ¿Cómo sabré si estás mal si no me lo dices?— me reclamó triste. Pensé un par de segundos lo que me había dicho. Tenía razón, éramos esposas ahora y no había necesidad de ocultar algo tan importante.

—Bueno… supongo que si hay algo que tengo que decirte, pero no se como hacerlo.— le dije con pausas, me levanté de la cama para después sentarme a su lado sin hacer contacto visual.

—¿Qué pasa?— me preguntó. Gire a ver sus ojos, no podía mentirle, pero aún era muy pronto para revelar la verdad, estaba en un dilema que no sabía como resolver, y ésta vez no había nadie que me aconsejara.

—Solo estoy nerviosa, en realidad no creí que una simple fotografía tuviera tanta importancia en nuestras vidas como para hacer un viaje en busca de respuestas.— respondí intentando no sonar como estúpida.

—Elsa, ya habíamos hablado de esto, nosotras no iremos a buscar respuestas, iremos a nuestra Luna de miel.— me respondió, parecía que estába cansada de hablar del tema.

—Si, lo sé, es sólo que… ¿Por qué tengo el presentimiento de que en cualquier momento que me descuide irás a buscar respuestas?— le pregunté, conocía perfectamente a Anna como para no saber lo que trataría de hacer. Su mirada cambió, parecía sorprendida.

—Lo siento, Elsa. Es solo que… esto podría ser importante, ¿No crees? Papá y Arcov eran amigos y se divertían en esa fotografía. Tú bien sabes como habló nuestro padre del Reino de Arcovia, parecía que le tenía miedo y por algo nunca fueron invitados a alguna celebración. ¿Por qué? Puede que tengamos la respuesta en nuestras manos y tú no tienes el interés en averiguarlo.— me reclamó.

—No es que no tenga interés en averiguarlo, tengo miedo Anna. Estos últimos años nos hemos enfrentado a cosas y personas cada vez más poderosas, ¿Qué pasará si la próxima vez perdemos? ¿Eh?. No quiero perderte, no quiero que nos pase nada malo Anna, sobre todo ahora que estamos comenzando a ser felices juntas.— la tomé de las manos entrelazandolas con las mías. —No quiero perderte…— dije cabizbaja. Separó sus manos de las mías y con ellas tomó mi rostro levantandolo haciendo que nos quedáramos viendo a los ojos.

—No me vas a perder y yo tampoco te perderé.— acercó mi rostro al suyo, un tierno beso que necesitaba. Nos separamos a los pocos segundos. —Pero creo que necesitamos hacer esto, tú tienes el presentimiento de algo malo… Yo tengo el presentimiento de que algo bueno pasará.— rode los ojos. —Te prometo que no pasará nada malo.— me dijo con una sonrisa.

—Está bien… Si tu lo dices, te creo.— respondí forzando una sonrisa. Me libere de aquél agarre y me volví a recostar en la cama. Anna notó que mi actitud no era la mejor.

—También prometo pasar más tiempo contigo en vez de buscar respuestas sobre la fotografía.— me dijo, vi como salía de la habitación. No sabía si aguantaría con ésta incomodidad dos días. Cerré los ojos hasta que me quedé dormida, esperando no despertar hasta el día siguiente.