Una Historia De Amor

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Cuando desperté Rey estaba aferrada a mi pecho con sus mejillas sonrojadas, se veía tan dulce y tranquila. Jamás pensé que sería capaz de sentir algo tan intenso y profundo por ella, aún recuerdo la primera vez que la vi en aquel bosque, se veía tan asustada pero aun así me ataco valientemente, quien pensaría que esta guerrera me amaría a pesar de mis miles de pecados, yo jamás me los perdonaría, ¿porque ella sí? ¿Que ve en mí?, jamás poder entenderlo realmente aunque ella me lo explique de la forma más dulce.

Ya llevábamos 2 meses viviendo en este lugar, y nadie nos había buscado o simplemente nadie nos había encontrado. Los días pasaban entre abrazos y besos acompañados de mucha pasión y deseo.

Con el correr de las semanas ambos comenzamos a usar trajes de casa recompensas podíamos movernos con más libertad y abastecernos sin llamar tanto la atención. Lo que jamás paso por nuestras cabezas fue el hecho que tuvimos toda la libertad para introducirnos a en la primera orden sin que lo notarán, si bien rara vez se nos contrataba, cada vez que lo hacían era para infiltrarnos de espías, lo cual también nos ayudó a saber cosas importantes de la resistencia, lo que si hacíamos bien era ocultándolos, jamás asesinamos a nadie, los ayudábamos a que huyeran y se escondieron.

Abrace a Rey y está sonrió aún dormida y me envolvió con sus piernas, como amaba que esta pequeña fuera tan posesiva con mi cuerpo, hasta en sueños me consideraba de su propiedad y eso me sacó una sonrisa de enamorado.

Rey despertó agitada y se sentó en la cama con brusquedad y sus ojos encontraron los míos y salió corriendo.

- Algo no está bien_ dijo y comenzó a respirar rápidamente

- ¿A que te refieres?_ pregunte ya que yo lo sentía nada extraño

Ella se levantó de la cama y corrió rápidamente al baño donde comenzó a vomitar ruidosamente, su frente estaba empapada en sudor y su piel se sentía caliente al tacto.

Me puse de pie lo más rápido que puede y llegue hasta ella, pero ella se aferró al inodoro y siguió vomitando, suavemente comerse a golpear su espada e intente trasmitirle tranquilidad, después de unos intensos momentos poco a poco se calmó hasta quedar echa un ovillo en mis brazos.

- Me siento extraña _ dijo y frotó sus ojos

- ¿Estas enferma?_ pregunte

- No me siento enferma ese es el problema _respondió mientras se llevaba una mano a sus ojos

- necesitamos que te revise un médico_ dije y ella me miro asustada

- No creo que sea necesario, pero sé que hay algo no está bien con migo

- No entiendo... Rey, ¿que sientes?_ pregunte

- No lo sé, me siento dispersa, siento que la fuerza fluctúa en mi sin dirección, me atrae me libera me atrae y libera, además en más de una ocasión me he sentido mareada

- ¿Y porque no me lo habías dicho?

- hemos estado tratando con mucho, el simple hecho de estar aquí en ocasiones nos vuelve locos

- Lo sé cariño_ dije - pero estoy aquí para lo que tu necesites y lo sabes

- Te amo Ben

- Lo sé _respondí y ella sonrió

La levante del suelo y la recosté en la cama, mientras dormía la observe tan tranquila, su respiración se había vuelto pausada y el color había vuelto sus mejillas y algo sucedió, pude sentir que la fuerza me sobrecogía y luego me liberaba y lo vi, vi al hombre que siempre quise conocer al hombre que siempre creí que me guiaba en mis sueños.

Oscura TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora