Quiero Una Vida Contigo

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Rey se movió junto a mí y envolvió mi pecho con su brazo, abrió los ojos perezosamente y me sonrió adormilada. Amaba despertar así junto a ella cada mañana.

La bese tiernamente y ella suspiro en mi boca lo cual me hizo sonreír. La amaba tanto que sentía mi pecho apretado si no la abrasaba, en mi estómago se acentuaba una ansiedad producto de sus caricias, ella gimió en mi boca y mi cuerpo reaccionó de inmediato, lentamente se levantó y montó sobre mi sin dejar de besarme. El calor de su piel era atrayente y me aferre a su cuerpo, me senté en la cama con ella aún aferrada a mí y ambos gemimos por la presión, nos miramos fijamente por unos instantes y la bese lentamente disfrutando su sabor, ella rodeo mi cuello con sus brazos mientras yo la aferraba más a mí, besarla no era suficiente así que lleve una mano a su nuca y me aferre a ella mientras devoraba sus labios, nuestras pieles tenían un fina capa de sudor con un aroma único, suavemente comenzó a moverse sobre mí y gruñí por el rose y ella sonrió gustosa, sus mejillas sonrojada me enamoraban cada días más, suavemente levante sus caderas y me adentre en ella mientras el sonido de nuestros cuerpos nos hacía uno.

Todos los días se habían trasformado en lo mismo, amor entrega, caminatas largas conversaciones y mucho sexo, jamás me cansaría de Ben, juntos éramos felices y no necesitábamos nada más.

Ben había salido por provisiones al pueblo más cercano, por otro lado yo realizaba las mantenciones necesarias en el halcón por si en algún momento necesitamos huir rápidamente.

Las horas pasaban y Ben aún no regresaba, mi estómago estaba apretado, tenía un mal presentimiento, algo se movía en la fuerza, algo oculto entre las sombras, pensé en Ben y en nosotros, en lo que teníamos, nos teníamos a nosotros, pero aún me preocupaba, si bien estaba segura que él podía defenderse solo, aún estaba la posibilidad que tuviera que usar su sable de luz para defenderse y si lo hacía quedaríamos al descubierto y lo más probable nos casarían por una gran suma de dinero.

Me paseaba de aquí para allá pensando en si estaría bien y al mismo tiempo pendiente de la hora, trate varias veces de unirnos a través de la fuerza pero él me bloqueaba, estaba angustiada y por sobre todo aterrada.

Mire mi capa y mi sabe de luz colgados junto a la puerta y me los puse, cuando me disponía a salir, la puerta de entrada se abrió y me dejo ver a un Ben cargado de cosas  con una sonrisa boba en la cara.

- ¿Estás bien? _ pregunté acercándome a él

- Si_ respondió con una sonrisa

- ¿Estás seguro? _ pregunte mientras lo tocaba por todas partes

- Estoy bien _ respondió con una sonrisa

- !Estaba preocupada¡ _ dije y el toco mi mejilla después de haber dejado muchas cosas en el suelo

- Lo supuse _ dijo

- ¿Por qué tardaste tanto? _ pregunté mirando tras el

- Me topé con una nave de mercaderes que había quedado atrapada en un peñasco, así que los ayude _ dijo mientras tomaba las cosas del suelo para caminar dentro de casa - ellos estaban muy agradecidos y cuando termine me dieron muchas cosas _ dijo sonriente

- ¡Todo esto te lo dieron ellos¡ _ exclame observado las cosas que había traído

- Si _ dijo colocando las cosas sobre la mesa - no alcance a llegar al pueblo así que está fue su forma de agradecerme

- Veo que estas contento _  y vi su sonrisa

- Si _ dijo mirándome - te tengo un regalo _ dijo acercándose a mí para mostrarme una pequeña pulsera de piedras verdes

Oscura TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora