"Me estás jodien-" Mateo ni siquiera pudo terminar la frase porque se comió el borde de la bañera en el apuro de levantarse de ahí. "La re concha de mi hermana"
"Pará, Dani, ¡no abras!" gritó Manuel mientras agarraba a Mateo de la cintura para que no se caiga hacia adelante. Mientras, con la otra mano, se subía el cierre del pantalón.
Para colmo, habían estado tanto tiempo ahí los dos acostados que se le habían dormido todas las extremidades.
Las consecuencias del franeleo.
Mateo se acomodó la pija por encima del pantalón, y agradeció que tenía puesto un buzo largo que tapaba cualquier inconveniente.
"Pajero, me dejaste el cuello a la miseria"
Miró a su amigo a los ojos, y luego miró su cuello. Efectivamente, estaba todo colorado y lleno de chupones. Le sonrió a modo de disculpa, y de fondo, Dani decía "Vamos a abrir, eh, ¡córranse de la puerta!", seguido de un ruido fuerte y la puerta cayendo sobre la mesada del baño.
Se escucharon gritos y aplausos de un grupo de más o menos diez personas que se encontraban afuera de la puerta, aparentemente esperando ansiosos su salida triunfal del encierro.
Mateo y Manuel se miraron fijo. No se dijeron nada, y de hecho no hacía falta hacerlo, porque ya sabían lo que el otro estaba pensando.
Manuel rió ante los nervios. "Jajaja... gracias chicos... pero, ¿estuvieron acá afuera todo este tiempo?"
"Sí boludo, obvio, estábamos preocupados" dijo Dani, quién se acercó para abrazarlo medio en joda. Mateo no entendió si era que lo decía en serio o estaba siendo sarcástico, pero ante la duda se rió un poco, mientras miraba el abrazo de los dos amigos.
"No se rían, posta les digo. Les mandamos una banda de mensajes también, pero igual ya sabía que en ese baño del orto no hay señal" continuó diciendo Dani cuando se separó de Manuel.
"Uy, no nos llegó nada creo, pará que me fijo" dijo Manuel mientras sacaba el celular de su bolsillo. Mateo lo imitó.
Y sí, Daniel no mentía, tenían más de quince llamadas perdidas y como cincuenta mensajes de distintas personas, algunas riéndose de su mala suerte, y otras buscando soluciones para el problema de la cerradura.
Sin embargo, la falta de respuesta no se debió a la mala señal del baño, si no a los chapes intensos que se pegaron adentro de la bañera.
Omitieron esa parte, claro.
"No habremos escuchado la notificación..." dijo Manuel, haciéndose el desentendido.
"Si, obvio, no importa igual, ya está" dijo un amigo de Dani, Luciano, que parecía recién egresado de la primaria. Cursaba con Mateo, tenía su edad, pero no se llevaban tanto. "Y, ¿qué hicieron ahí adentro? Yo me hubiera pegado un embole de la puta madre"
Manuel se rió en voz alta, estaba por contestar, pero Mateo le ganó de mano.
"Jugamos al chinchón, boludo. ¿Qué íbamos a hacer?"
"Bueee, re a la defensiva amigo, qué se yo, nunca fui tan pelotudo de no leer un cartel del tamaño de mi casa que diga NO ENTRAR LA PUERTA NO ABRE"
Mateo podía admitir que había meado afuera del tarro al responderle así al chico, pero se sintió tocado. Qué, ¿tenían cara de haber estado chapando? ¿o la curiosidad del chico era genuina? ¿Y de qué carajo se reía Manuel?
Era molesto, se sentía observado, y tenía muchas preguntas para hacer, pero a nadie a quién preguntarle. Sabía que probablemente Manuel también estaría preocupado por si alguien los escuchó, y tenía miedo de que aquello arruine todo lo que había logrado esa noche.
Todo eso pensó Mateo en una milésima de segundo, y mientras también pensaba en si mandar a la mierda a Luciano, o quedarse en el molde, una melodiosa voz lo interrumpió.
Ahh, música para sus oídos, lo que le faltaba para terminar de coronar la noche.
"Manuel, ¿podemos hablar un toque?"
ufff ché, quien será noo.... difisil ....
🦋💛mil gracias como siempre por leer, comentar y votar, posta motivan una banda a seguir escribiendo💛🦋
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llorapija; trueplik
Short StoryPatético, sí. Mateo lo sabía, pero aún así no podía evitarlo. Era un llorapija. Un llorapija de la pija de Manuel, y la lloraba cada vez que podía, sabiendo que el mayor no iba a darle cabida nunca.