antes que nada MUCHAS GRACIAS por comentar siempre, y sobretodo por dejar sus opiniones sobre el desarrollo de la trama, no los contesté porque me dió verguenSita pero sepan que leí todo y tuve eso en cuenta para decidirme si cambiar los primeros capítulos o no
🤧😭💛mi veredicto: voy a borrar la historia y empezaría de nuevo... buee ajjsjs no!1!! voy a cambiar los primeros dos o tres capítulos aprox, porque el otro día la releí completa y hay muchas inconsistencias notorias, así que buen, cuando me digne a reescribirlos voy a hacer un aviso y toda la cosa esa para que ustedes puedan ver el arreglo, aunque tranquis xq eso no va a afectar el desarrollo actual de la historia
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"¿Y eso es bueno o malo, Manu? no me asustes""Depende de cómo lo veas. Siempre terminamos haciendo lo que vos querés"
Mateo sabía que hablaba de los besos, pero no sabía si eso incluía también otros caprichos que él tenía, los cuales Manuel casi siempre le cumplía, aunque a veces, un poco, en contra de su voluntad. Desde cosas pequeñas como influenciarlo para faltar al colegio, o rogarle tanto para que le haga sus tareas que el mayor siempre terminaba accediendo, hasta cosas más significativas, como evitar a toda costa que entable relaciones con ciertas personas que a Mateo le caían mal.
Y no es que Manuel no tenga voluntad propia, para nada, pero a veces resultaba imposible no dejarse llevar por el menor y sus caras de angustia.
Mateo no lo hacía a propósito. Así era su personalidad. Perdió muchos amigos debido a eso, y con el tiempo, en vez de aprender a ser menos "nene de papi", aprendió a no apegarse tanto a las personas para no desarrollar ese estado de dependencia que ahora tenía con Manuel, y que tantos problemas le traía.
Muchas veces se convertía en una persona extremadamente manipuladora, quién hacía todo para lograr sus objetivos. Y eso le pasó el sábado en la noche. No supo controlar los celos, y tuvo que recurrir a un berrinche para separar a Manuel de Valentín. Y eso estaba mal. Muy mal. Pero no sabía cómo cambiarlo.
"Sé más específico"
"Ya sabes a lo que me refiero"
"A que soy un caprichoso de mierda, ya sé" dijo tratando de contener las lágrimas.
Ese día se encontraba particularmente sensible. Era domingo, hacía frío, y encima Manuel estaba a punto de cantarle las cuarenta. En un día mejor, se hubiera hecho el desentendido por más tiempo. Pero ese día era un día de mierda.
"Sí, ponele..." Manuel iba a continuar, pero los sollozos de Mateo lo interrumpieron.
Comenzó a moquear, y sentía los ojos nublados. No quería llorar frente al mayor, porque además de ser humillante, le confirmaría indirectamente a Manuel que no tenía la madurez suficiente para afrontar una charla seria.
"Teo no empieces a llorar, quiero hablar con vos de esto"
Y ahí se disparó el llanto. Se trataba de limpiar las lágrimas que caían de sus ojos, pero no daba a basto, porque estaba largando todo lo que no lloró en una semana, y eso era mucho.
"Dios, Mateo" dijo Manuel después de mirarlo llorar por algunos segundos. Lo tomó por los hombros y lo acercó a su pecho en un abrazo. "Ya está, cambiamos de tema si querés"
"No..." dijo con voz entrecortada. "Porque yo no lo hago a propósito entendés" Manuel asintió, acariciando su pelo. "O sea, me salen solas las cosas y después me doy cuenta de lo que hago, pero cuando ya la re cagué bien cagada" se secó las lágrimas de sus mejillas con el puño del buzo.
"Todos cometemos errores y tenemos cosas para cambiar de nuestra personalidad, pero lo importante es reconocerlas y estar dispuestos a cambiarlas" dijo Manuel separándolo un poco de su pecho para mirarlo a la cara, mientras le secaba una lagrimita. "No todas las personas que nos vayamos a cruzar en la vida van a ser tolerantes con esas actitudes como la gente que nos quiere de verdad. Te lo digo porque te aprecio mucho y confío en que lo vas a tomar para bien"
Mateo no sabía por qué lloraba más, si por el discurso motivacional de Manuel, o por el término "te aprecio". A este punto, cualquier cosa era disparadora del más desaforado llanto.
Pero peor sería que lo odie.
"Manu" dijo pegándose más al pecho del mayor, luego de unos minutos de reflexión en silencio. "¿Te puedo confesar algo?"
"Sí, obvio"
"Te mentí con lo de Valentín, no le quiero dar, ni si quiera me gusta"
"Ya sabía" contestó tranquilo y cómo si nada, volviendo a ser el de siempre.
"Ah" soltó más como un suspiro que otra cosa. Otra vez silencio. Su amigo le acariciaba suavemente la espalda, y Mateo no podía resistirse. En esa posición, sentía que nada malo podía pasarle, porque estaba con Manuel, y él siempre lo protegía de todo.
Casi inconscientemente, rodeó el cuello del otro con sus brazos y reposó allí su rostro, pudiendo sentir ese perfume característico que tanto le gustaba.
Compartiendo ese momento tan íntimo con Manuel, fue incapaz de contener lo incontenible.
"¿Y te puedo confesar otra cosa?"
Si no lo había odiado antes, ahora sí que lo iba a hacer.
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llorapija; trueplik
Short StoryPatético, sí. Mateo lo sabía, pero aún así no podía evitarlo. Era un llorapija. Un llorapija de la pija de Manuel, y la lloraba cada vez que podía, sabiendo que el mayor no iba a darle cabida nunca.