•Capítulo 6: El amor apesta•

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—¡Estoy conociendo a alguien!

Rachel soltó un sonoro chillido de emoción y yo reí. Jake, por otro lado, fingió sorpresa y se llevó una mano a la boca, fingiendo desmayarse. ¡Yupi! ¡Videollamada! Una de las cosas que más me encantaba hacer era hablar con mis amigos. Aunque ahora mismo no los tuviese cerca, el tener al menos una pequeña charla diaria con ambos me volvía completamente feliz.

—¡Wow! ¡Eso era tan poco obvio! Tus estados de WhatsApp no me indicaban absolutamente nada —Exclamó mi amigo y soltó una risita— Me alegro por ti, Rach.

—El amor apesta —Comenté yo, ganándome una mala mirada de parte de ella— En mi opinión, digo —Me encogí de hombros y sonreí con inocencia—. Bueno, crespita, me alegro muchísimo por ti.

Ella se quedó en silencio unos segundos y se mordió el labio. Un leve rubor cubrió sus mejillas y sonreí enternecida.

—Bueno... —Comenzó mi amiga, jugando con sus dedos— Ustedes saben que yo—

—Lo sabemos, crespita —Formé un corazón con mis manos— Y eso está bien. Sabes que siempre tendrás nuestro apoyo.

—Ya —Ella rio un poquito y se pasó un mechón de cabello detrás de la oreja— Y me alegra, de verdad, recibir el apoyo de ustedes y de mis padres. No todas las personitas tienen esa suerte, algunas simplemente no son aceptadas y eso es una completa mierda.

—Todos merecen amar y ser amados sin imprortar qué —Jake le regaló una sonrisa y movió las cejas con picardía— Entonces...

—¡Oh, basta! —Rachel se cubrió el rostro y observó a su lado derecho— ¡Diablos! Bueno, bebés, debo dejarlos. Mi cita será pronto y no me puedo presentar en estas fachas —Se señaló.

—¡Te ves hermosa, amiga! —Comenté, guiñándole un ojo.

—Siempre. Pero ahora debo lucirme —Puso ambas manos en su boca y nos envió besos— ¡Los amo! Les cuento qué tal me fue después.

—¡Adiós! —Canturreó Jake.

—¡Suerte! —Moví la mano en forma de despedida y segundos después solo éramos Jake y yo en la llamada.

Los ojos de mi amigo se posaron en mí y lo vi recostarse mejor sobre su cama. Fruncí un poco las cejas y quise regañarlo, estábamos en invierno y él estaba sin camiseta. Aunque eso tenía sentido, estaba en la playa.

—Rach se ve muy tierna cuando le comienza a gustar alguien —El rubio ladeó la cabeza y soltó una risita.

Claro que sí. ¡Rachel Cook es la chica más dulce que he conocido en mi vida!

Rachel siempre estuvo para mí al igual que Jake. Conocí primero a Rachel y, aunque en un principio ambas nos hubiésemos llevado muy mal, todo cambió con el tiempo. Ella nunca me juzgó, siempre apoyó mis ideas, me consoló cuando me rompieron el corazón, me dio todo su amor cuando sucedió lo de mi padre, cuando faltaba a clases me visitaba a casa para poder ponerme al día junto a ella. Y bueno, yo se lo devolvía de igual manera, porque eso hacen las verdaderas amigas. Así que sí, Rachel es la chica más genial que tengo en mi vida, es mi hermana, mi compañera, mi consejera, ella lo es mi todo. Sinceramente, nada seria lo mismo sin mi dramática y crespa amiga.

—Sólo espero que no se encariñe tanto —Suspiré, saliendo de mis pensamientos— Ya sabes... Ella tendrá que volver por lo de la universidad.

—Sí —Jake asintió—. ¿Y tú? ¿Todo ha estado bien? ¿Nate no te ha molestado o algo así?

—Es... Raro —Comenté, apoyándome en el respaldo de la cama— La última vez que vine era como una jodida astilla hiriéndome el dedo. Y ahora... El actúa un poco normal.

Un Dulce InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora