Capítulo 13.

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—¡Annabeth, Percy está aquí!- gritó mi madrastra desde la parte baja.

—Oh mierda.. mierda, mierda. -tome una respiración profunda y trate de sonar lo más serena posible-. ¡En cinco minutos bajo!

Rápidamente me reincorpore en la cama, y salí disparada al baño, me saque la ropa y me metí en la ducha bajo el agua fría de la regadera. Mis pensamientos giraban una y otra vez en ese sueño.. tan.., ni siquiera podía decir de qué había tratado en voz alta, el rostro me ardía en vergüenza y el corazón me seguía latiendo como si recién fuera corrido un maratón.

Me observó en el espejo de cuerpo completo que tengo enfrente de la ducha, partes del sueño recorren mi mente y las manos de Jackson recorriendo cada parte de mi cuerpo.

Salgo de mi ensoñación por un momento, ¿Como lo miraría a la cara ahora?

Me seco el cuerpo rápidamente, y busco unos short beige, mis convers blancas, y el buzo de Leo, y ropa interior por supuesto. Me cambio lo más rápido que puedo, y acomodo mi cabello suelto con las manos, me miró repetidas veces en el espejo, y mi rostro parece no querer colaborar, sigo igual de roja que antes. Respiró profundamente, tomo mi celular con mis audifonos y salgo de mi habitación.

Cuando estoy en las escaleras mi corazón vuelve a latir con rapidez, ahí está Percy, de pie, hablando con Margot, justamente como en el sueño. Sacudo mi cabeza lentamente dos veces, un sueño no es la realidad, mucho menos puede convertirse en realidad lo que soñé.

Respiró profundo, y evite la mirada de Jackson, solo baje las escaleras y me dirijo hacia a él sin mirarlo tratando de actuar lo más normal posible, aunque para ser honesta, me encontraba terriblemente avergonzada.

Miro a Margot y le sonrió.—Vuelvo en un rato. -Margot asiente y yo me apresuró a salir, se perfectamente que Jackson está detrás de mí siguiéndome.

El conduce hasta el pequeño parque que está cerca de mi casa. El corazón se me paraliza. Y me atrevo a hablar sin mirarlo.

—¿Quieres hablar aquí o afuera? -digo dudosa.

—Donde sea está bien.

—Bien, ahmm, es mejor salir, el clima está cómodo. -digo nerviosa y salgo del auto.

El me sigue y llegamos hasta los columpios, yo me siento en uno, y el duda al sentarse, pero al final lo hace a mi lado. El silencio invade el lugar, y cuando estoy apunto de hablar él lo hace.

—¿Se puede saber que hice como para que llamaras a mi celular y le hablaras a Rachel de ese modo? -dijo molesto.

—Te largaste del instituto sin decirme nada, estaba preocupada, solo desapareciste. -dije menos molesta de lo que anteriormente estaba, ni siquiera podía mirarlo a la cara, no quería que él viera lo tal vez terriblemente roja que estaba.

El río amargamente.— Tuve cosas que hacer, y no te encontré, te busqué por todas partes, pero no te vi, además me quedé sin batería, cuando llegue a casa de Rach fue que puse a cargar mi celular, cuando fui al baño después de que salí ella me dijo que, ahmm, mi novia había llamado completamente molesta y algo sobre que mi cabeza rodaría por el suelo.

Algo en su voz me hacía dudar de si realmente decía la verdad, el Percy de mi sueño había dicho que me había visto queriendo besar a Leo. Luego me recordé que esto era la realidad.

—Realmente me preocupe, para la próxima, deja un recado al menos en mi casillero o como sea. -dije mirando hacia otro lado, aún no podía verlo al rostro.

—Estas rara, ¿Sucede algo? -dijo tocándome el hombro, yo doy un pequeño salto del susto y retire su mano, sin embargo, accidentalmente eso provocó que chocara miradas con el.

𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷 𝓭𝓮 𝓬𝓻𝓲𝓼𝓽𝓪𝓵.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora