𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷 𝓭𝓮 𝓬𝓻𝓲𝓼𝓽𝓪𝓵.

Capítulo 16.

Viernes por la noche, Luke está en la sala de mi casa esperándome abajo para nuestra cita, y aunque no me encuentre muy emocionada, Margo insistió en que me arreglara, y así fue, me he puesto un vestido que era de mamá color azul, en la parte de enfrente era corto hasta mis rodillas, de atrás unos diez dedos de bajo de estas, era una cita normal entre amigos y tal vez el vestuario que estaba usando era demasiado para dicha cita. Margo incluso me maquillo y arreglo mi cabello, ya me encontraba lista, sin embargo, mis ánimos, no eran los mejores.

Al bajar las escaleras me encuentro con Luke, está vestido de forma elegante, pantalón de vestir, camisa blanca de botones, su cabello alborotado le daba un toque muy atractivo, aunque desde luego, Luke siempre había sido apuesto. Y esa noche se veía muy bien. El sonrió enormemente cuando me miró.

Narración en tercera persona.

Fueron a un lugar muy lindo, las mesas estaban respectivamente separadas lo cual les daba buena privacidad, la cena estuvo muy tranquila y deliciosa, hablaron de muchas cosas y aún así, Annabeth sentía que no estaba realmente cómoda, y no sabía si era por su acompañante o porque su mente se encontraba pensando en otras cosas.

El asunto de su intento de suicidio parecía ya estar en el pasado para todos, y ella pretendía que así lo era, sin embargo, ella seguía pensando en lo grave del asunto. Y dentro de sí misma, había algo que le decía que ocurriría una vez más.

-Annie. -le llamo Luke- ¿Estás bien? Has estado algo distraída.

Ella le miró algo apenada.- Sí lo siento, solo estaba pensando un par de cosas, no te preocupes.

-¿Sabes que no puedes mentirme, cierto?

Ella soltó un pequeño suspiro.- Lo sé, pero, ya se me pasará, créeme.

Luke se acercó levemente y tomó sus manos entre las suyas. -Annie, sabes que puedes confiar en mí.

Ella duró unos segundos callada, y antes de responder volteo su mirada a la entrada. Por un momento su respiración se cortó, y cierta incomodidad la invadió. Percy se encontraba entrando al lugar con una chica pelirroja muy atractiva. Ambos estaban sonriendo, y Percy abrazaba a la chica por la cintura. No sabía con exactitud cuál fue el rostro que hizo que Luke volteara a donde ella estaba observando, miró durante unos segundos y se volteó hacía ella.

-¿Todo en orden? -preguntó observándola

-Sí, todo bien. -Respondió rápidamente; sin embargo, sabía perfectamente que Luke no le creía.

-¿Quieres pedir postre? -Dijo él para tranquilizar el ambiente algo tenso e incómodo.

Ella solo asintió con la cabeza y llamaron al mesero.

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Percy se encontraba feliz por Rachel, ella desde muy joven poseía un don para el arte, y justamente sus cuadros se expondrían en una galería muy importante de la ciudad el próximo mes. Estaba tan feliz por ella que prácticamente le había rogado porque se arreglará elegante para celebrar. Esa misma noche, estaban siendo guiados por el mesero hacia su mesa, el ambiente era acogedor y muy tranquilo. Rachel no dejaba de sonreír y el amaba cuando ella sonreía.

Ambos se sentaron, sin embargo, al momento de hacerlo Percy divisó una melena rubia muy conocida. A dos mesas de él a la izquierda, se encontraba Annabeth con el imbécil de Castellan. Una sensación de incomodidad se instaló en su pecho, y este solo aumentó al enfocar el cómo el chico tenía puestas sus manos sobre las de ella.

Percy la miró sonreír; ¿cuantas veces había pensado que su sonrisa era hermosa? Ya no tenía ni idea. Se veía magnífica, tanto, que su atención se centró en ella por varios segundos, los suficientes para entrar en una realidad alterna, y para recordar que, ya no tenía porque sentirse comprometido con esa chica, Rachel enfrente de él se dio cuenta de su cambio tan repentino y serio.