Capítulo 14.

767 55 11
                                    

Han pasado al menos dos semanas desde que decidí ponerle fin a mi relación con Percy, y no se realmente si hice lo correcto. Pero siento que cuando una persona está saturada de cosas sin resolver y sobre todo tiene poca estabilidad emocional lo mejor que puede hacer es alejarse hasta sentirse mejor, aunque en mi caso, siento que estoy empeorando.

— ¡Anniee!

Piper está enfrente de mí observándome con una sonrisa en el rostro, Hazel está detrás de ella sonriendo tímidamente, Piper me mira amablemente, y sonrió ante lo que tiene ante mí.

— ¿A qué se debe esto? -le pregunté tomando la pequeña cajita con papel de regalo.

Ella niega con la cabeza riendo entre dientes.— Es un regalo, ¿Que no ves?

Yo volteo los ojos divertida, y abro la pequeña caja con cuidado, el contenido era una pluma para el cabello, de color azul brillante. — Está preciosa Piper, me encanta. -digo sonriente, el pequeño gesto realmente me había conmovido.

— Es solo un pequeño detalle, también le di una a Hazel -dice señalando a la morena, quién, efectivamente, tenía una pluma color dorado cayendo en uno de sus rizos.- ya sabes cómo una muestra de mi amor por ambas. Yo también conseguí una, mira. - dijo señalando su cabello, donde un mechón en específico poseía una pluma de color rosa suave brillante.

Le doy un efusivo abrazo a ambas sin palabras, era la primera vez que tenía amigas, amigas de verdad.

Me pregunto si a Percy le gustara como me queda.

El pensamiento desaparece tan pronto como apareció, me separo de ambas y mi sonrisa se apaga un poco.

— ¿Todo bien? -pregunta Hazel observándome detalladamente.- hace un momento estabas feliz, bueno, más feliz.

Negué con la cabeza sonriendo apenas.— Bueno.. hay algo que tengo que contarles..

☀️

Todo es oscuridad, sin rayos de sol, me hundo cada vez más, sin parar, cada vez más rápido, no puedo respirar. Mis brazos se mueven sin éxito, no puedo salir.

Unos manos aparecen en la lejanía, quiero tomarlas, quiero salir de ahí.

Las manos me alcanzan, los dedos se entrelazan con los míos.

Saldré, saldré de aquí.

Las manos me sueltan, una vez más.

Cayendo, solo hundiéndome.

Volteo la mirada, abro los ojos aterrada.

Mamá está ahí, cayendo, hundiéndose.

Quiero salvarla.

Debo salvarla.

Nado hacia ella, y cuando estoy a punto de alcanzarla, unos brazos me toman.

Y pierdo el conocimiento.

No pude salvarla. No pude ayudarla. ¡Esto es mi culpa!

La escena se desvanece, estoy en una piscina, de rodillas, enfrente de esta, no quiero entrar, me toman por los hombros, quieren lanzarme a la fuerza.

No quiero.., no quiero.

¡Déjenme!

El grito es fuerte, el grito me rompe.

El grito me hace sufrir.

El grito rompe el espejo.

Rompe mi reflejo.

𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷 𝓭𝓮 𝓬𝓻𝓲𝓼𝓽𝓪𝓵.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora