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Caminaba solo por el oscuro bosque con sus cuatro patas grandes y peludas. Con su nariz olía todo lo que estaba a su paso. buscando algo que comer.
Su estómago rugía por comida, algún animal, cualquiera. No importaba en este momento..

Gruñó, esa noche tampoco sería buena.

sus patas lo hicieron parar cuando delante suyo pudo ver un pequeño
Niño con un libro en manos. Estaba sentado en el césped, se le hizo raro ver a un niño en medio de la noche. Pero ya que. No era lo que importaba ahora.

Si no había alguien más cerca, debería de saciar su hambre con el. Después de todo, no sería tan difícil.

Rodeó los árboles, se posicionó para atacar. Y cuando iba a saltar sobre el pequeño su dulce voz lo detuvo.

-Oye Lobito..Ven..- dijo el niño con una vocecita baja pero lo suficientemente alta como para que aquel animal se alertára
-Vamos..Ven aquí, No voy a lastimarte..- cerró su libro y se acercó al Lobo el cual se alejaba cada vez más obteniendo como resultado que el niño entrase más en lo profundo del bosque. Donde la luz de la Luna no era capaz de alumbrar el oscuro camino
-Lo-Lobito?- escuchó un gruñido
-Lobito..¿estás bien?-

El niño asustado pero preocupado por aquel animal, se adentró aún más en el bosque hasta que alguien lo detuvo apoyando su mano en su hombro.

-Oye niño, deberías de ir a tu
casa..- dijo un hombre con el torso descubierto

-Ho-Hola..Yo..estaba buscando un lobo señor- explicó mirando los ojos del mayor con nerviosidad

-Aquí no hay Lobos. Niño- cargó al pequeño quien confundido estaba. Él estaba seguro de lo que había visto
-Sino. no vendrían los campistas-

-Se-Señor bajeme Por favor- pidió mientras era sacado del bosque

-No vuelvas Niño, vete a tu casa. Tus padres deben estar preocupados- bajó al pequeño con cuidado

-No señor, ellos hicieron un viaje muy muy largo..Mi abuela dice que, ahora están descansando..-
Dijo mientras tragaba saliva nervioso pues aquel hombre tenía una mirada inexpresiva y penetrante. Se mantenía serio. tanto que te helaría la sangre estar ahí
-Usted vive aquí Señor?- miró a los ojos del hombre. Estos se estaban tiñendo poco a poco de un rojo sangre

-Vete, Ahora-

-E-Está bien?-

-¡VETE NIÑO, VETE DE AQUÍ!- gritó asustando al pequeño quien sin dudarlo salió corriendo.

Dejó al mayor solo el cual se convirtió en Lobo y gruñó por no haber atacado al pequeño. Su parte humana no lo había dejado.

Como lo odiaba en estos momentos.

Ahora tenía intenciones de salir tras el pequeño pero no se arriesgaría a que lo viesen. la gente de la ciudad sabría que había un Lobo, los campistas ya no irán y no tendría con que alimentarse.

Su parte humana le decía que debía darse vuelta e irse, así que eso hizo.

Salió corriendo, se alejó de la ciudad para poder encontrar otra cosa que comer..

Hombre Lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora