15.- Lo suficiente
En el preciso momento que sus dedos giraron el pomo de la puerta y dio un suave empujón para abrir lo detuvieron, la madera fue sostenida por alguien haciéndole retroceder por inercia.
Al fin vio a Itachi asomarse, casi apresurado dejando entrever su rostro solamente.
—Naruto.
—No quería molestar —algo inquieto forzó una pequeña sonrisa mientras rascaba algunos de los cabellos de su cerviz —solo quería hablar un poco dattebayo.
Su prometido pareció meditarlo unos instantes antes de esbozarle una sonrisa haciéndole repiquetear el corazón.
—Podremos hablar todo lo que quieras más tarde, ahora estoy terminando de vestirme.
Naruto suspiró encantado por su sonrisa que olvidó momentáneamente el asunto importante que lo movió hasta ahí—, no te preocupes. ¡Hablaremos después, no hay problema!
Más que emocionado lo dejó cerrar la puerta, volvió a suspirar rememorando su singular mirada, esa que le maravillaba.
Aunque sólo pudo dar unos cuantos pasos hasta que alguien lo interceptara, la mujer pelirroja se plantó en frente.
—No es momento de salir de paseo, Naruto. Mira la hora y aún no has empezado a arreglarte —su tía Mito le enseñó el reloj en su muñeca antes de tomarlo de una mano para jalarlo por los pasillos.
—Solo fui por algo de comer. ¿A dónde vamos?
—¿A dónde crees? A prepararte para tu matrimonio y cortar tu cabello, lo tienes demasiado largo para un día tan importante.
—¡¿Mi cabello?! —Se sobresaltó escandalizado haciendo amago por soltarse, era consciente de que hace bastante no visitaba a un peluquero pero no pensaba dejar la decisión en manos de su tía.
O eso intentó, Naruto se supo sentado en la silla de su habitación, en tanto Mito improvisaba con una sábana atándola alrededor de su cuello antes de tomar unas tijeras, tragó pesado cuando ella paseó el brillo del metal demasiado cerca de su cara.
—No te preocupes, solo haremos unos pequeños retoques.
Y aunque temió quedar rapado, Naruto se mostró satisfecho cuando ella terminó, como había prometido solo le quitó un par de centímetros a su cabello, dejando sus alborotadas puntas lo suficientemente largas para no sentirse incómodo. Agradeció a Mito que lo ayudase a vestirse, a atar su corbata porque estaba demasiado nervioso para hacerlo por sí solo.
—Tu prometido es un muchacho muy apuesto, no dudes en traerlo a casa cuando vengas de visita, estoy emocionada por conocerlo mejor.
—¡Claro! Itachi de seguro estará de acuerdo.
Estaba seguro, él siempre tuvo la facilidad de caerle bien a todos, Itachi solo debía sonreír para conseguir cualquier cosa que desease. Naruto se sintió por unos segundos algo tonto, quizá no debió posponer esa conversación pendiente hasta después de la boda.
Un par de toques en su puerta y su padre entró, ya vestido de rigurosa etiqueta saludó a Mito con un ligero asentimiento.
—Minato, que bueno que estás aquí. Es el momento ideal para una conversación padre-hijo antes de la ceremonia, yo los esperaré abajo, iré a revisar que todo esté en orden y que Hashirama no esté acabando con las bebidas.
Ella salió cerrando tras de sí, dejando clarísima tensión en el ambiente.
—Luces muy elegante —Minato se acercó, dejando ver que llevaba unas hojas dentro de una carpeta amarilla —necesito que firmes esto antes de que el juez esté aquí.
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Intoxicación
FanfictionA Naruto no le agradaban los omegas. Así que su escala en Japón solo irritaba sus sensibles fosas nasales, sin deseos de regresar a casa decidió tomar un empleo de medio tiempo para mantenerse lo que durase su fuga. Estaba seguro de que no regresar...