Estaba hecho trizas.
En el instante que los colmillos de Shisui atravesaron su piel algo en su interior se agitó de manera tan violenta que se sintió cuesta abajo, como si incluso su género secundario estuviese en conflicto.
No era Naruto.
Itachi se hallaba tan cansado que, de no haber sido apartado de su primo, no habría podido oponer ni la menor resistencia a lo que este buscaba.
Aparearse probablemente.
Envuelto por completo en la irracionalidad de su género secundario, creyendo por un instante que Shisui debió ser presa de aquellas drogas tan nocivas para hacerle aquello...
Sin embargo, eso no lo hacía sentir mejor.
Esta vez sintió sus propias lágrimas caer tibias por su rostro, Itachi se dejó arrastrar de nuevo a su celda permitiendo que le aplicaran un vendaje deteniendo la sangre que caía copiosa por su cerviz, como lava ardiendo enloqueciéndolo por la magnánima contradicción en la que ahora se encontraba.
Porque Shisui era desde aquel momento su alfa.
Porque una parte en su interior se revolvía de ansiedad por buscarle, intentando sin éxito que lo llamase en un gimoteó patético.
Aquella misma vocecilla susurrando ahora que su cachorro ya no era deseado, que su hijo sería solo un impedimento para que su alfa lo preñara...
Solo pudo tirar de sus cabellos para intentar erradicar la sensación, odiándose por siquiera permitir que la idea pudiese rondar sus pensamientos.
Porque aún amaba a Naruto.
Al hijo que esperaba.
Su parte racional empujando lo más posible para suprimir aquellos desoladores sentimientos, tratando de mantenerlo cuerdo...
Puesto que Itachi se sintió al borde del colapso, golpeando una y otra vez el duro suelo para que al menos el dolor en sus nudillos espantara sus desdichados pensamientos.
Y aun así aquel suplicio no se comparaba en lo más mínimo con la lacerante sensación en su cerviz, como aquella herida parecía quemar como una dolorosa ráfaga de lava, reventando su piel una y otra vez.
El dolor palpitando hasta impedirle el menor descanso que su extrema extenuación iba acumulando, como un eterno recordatorio de que su sol ya no llegaría nunca más, que no volvería a iluminar su cielo.
Que solo las lúgubres sombras lo rondarían desde aquel día, por su brillante estrella desaparecida.
Abandonado a su suerte sin que nadie viniese por él.
Así de desdichado se sentía.
Porque el tiempo continuaba avanzando.
Imparable e incapaz de contabilizarlo como era debido. Solo aquella aleatoria rutina donde dormiría en el suelo de su celda, tan agotado por la poca comida que le llegaba, casi agardacedio cuando Deidara debía vigilarlo...
Hilando conversaciones esporádicas que no le interesaban, pero que de algún modo le hacían sentir aún como un individuo pensante.
Ya que la otra parte de su tiempo lo pasaría con A, sometido a sus nauseabundos toques y la estúpida forma que tenía de intentar "educarlo", Itachi no tardó nada en comprender que era mejor guardar silencio en su presencia. Porque era la manera más fácil de evitar que este quisiera golpearlo...
Siempre en el rostro...
Arguyendo que lastimaría a su bebé si tan solo intentaba desobedecerlo...
ESTÁS LEYENDO
Intoxicación
FanfictionA Naruto no le agradaban los omegas. Así que su escala en Japón solo irritaba sus sensibles fosas nasales, sin deseos de regresar a casa decidió tomar un empleo de medio tiempo para mantenerse lo que durase su fuga. Estaba seguro de que no regresar...