19.- ¿Podría?

237 21 8
                                    





19.- ¿Podría?




Cuando su primo llegó junto a sus tíos para establecerse en Tokio, Itachi intentó ser amable con ellos, ayudarlos para que se sintieran bienvenidos.

Aunque inicialmente fue mera cortesía pronto se dio cuenta de que Shisui y él tenían bastantes cosas en común, su familiar era inteligente y virtuoso. Con la frase justa para cualquier momento, habilidades elogiables y un carácter amistoso.

Oh, no le molestó compartir sus horas de almuerzo y ratos libres con él.

La pequeña manía que de algún modo había desarrollado con jugar con su aún corto cabello, fue quizá una de las razones por las que Itachi se lo dejó crecer. Su inocente admiración fue creciendo con los años, porque a pesar de ser ambos primos un ligero calorcito lograba acumularse en su pecho de vez en cuando al verle.

El tiempo pasó y cuando al fin fueron conscientes de ese molesto detalle sobre sus irrisorios géneros secundarios, la ligera corriente que lo envolvió fue cayendo.

Itachi casi con desgano contempló la hoja de papel donde ahora lo denominaban omega, pese a sentirse decepcionado la sola noticia de saber a Shisui un alfa, mitigó su penosa nueva realidad.

Porque Itachi hubiese sido muy feliz al saberse un simple beta, porque él no necesitaba ningún tipo de privilegio, no lo quería, sin embargo estaba atrapado en aquella condición de por vida.

Y nuevamente el ligero entusiasmo al ver a su primo pareció acentuarse después de eso, quizá debido a que ahora las miradas a Shisui era recelosas, como si sus compañeros de instituto desearan apartarlo de todo, diciéndole tímidamente que a pesar de ser mejor que ellos solo querían aplastarlo. De algún modo Itachi sintió que de apartarse un poco, todos terminarían por darle la espalda.

No obstante la brecha de su lazo sanguíneo conseguía frenar sus cada vez más confusos sentimientos, dudoso de los fraternos acercamientos que lo ponían nervioso.

Seguro que de confesar algo tan extraño sería un completo fallo.

Así que cuando su prima Izumi llegó de vacaciones a visitarlos un ligero alivio le recorrió, ella era atenta con ambos y fungió perfectamente como la distancia que Itachi necesitaba colocar para no desbordarse en su incorrecto enamoramiento.

Porque eran familia.


Pero no sirvió de mucho, la ligera obsesión de Izumi por los omegas desencadenó uno de los incidentes más agotadores de su vida, porque en el momento que Shisui se presentó casi presa de un celo se le fue encima intentando forzarlo. Itachi sintió pánico en aquel instante y usó cada gramo de su fuerza para intentar contener a su primo, seguro de que algo allí andaba mal y con las feromonas repartiéndose en todo el ambiente y los constantes jadeos estrellándose en sus oídos, una sensación abrasadora fue consumiendo su interior también.

Itachi se supo al borde de su primer celo en aquel instante y su miedo solo se intensificó, si llegaba a ceder tan solo un poco acabaría yaciendo bajo su primo en un estado donde el sentido común no tenía cabida. Fue probable que por el dolor de las mordidas que recibió en sus brazos, los raspones en su cuerpo y los jalones a su cabello pudo mantenerse lúcido hasta que una espantada Izumi llegase a ayudarlo.

Intoxicación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora