Limerencia

Miedo

Cuando Pepper entró a la torre, varias botellas se amontonaron en sus pies.

Suspiró cansinamente, al mismo tiempo que buscaba al que, por ahora, era su jefe. Recorrió con la mirada toda la sala de estar, hasta encontrarlo tirado, en la alfombra, tomando de una nueva botella como si esta fuera biberón, ¿Cómo demonios no se ahogaba de esa forma?

—Deja de hacer eso. —Virginia le arrebató la bebida, desparramando la mitad del alcohol en el castaño— ¿Así planeas solucionar las cosas?

Tony se olío la ropa con asco. Todo el aroma del vino inundaba sus sentidos.

—Sé más cariñosa. —Se quejó, mientras se levantaba tambaleando. Había bebido unas... 6 o 7 botellas... Según recuerda.

Virginia cerró los ojos y contó hasta 10. Necesitaba mucha paciencia... Mucha.

—Vamos, ve a bañarte. —Escuchó como Anthony se quejaba.

Molesta, lo tomó de la oreja y lo jalo hasta el cuarto, el baño y después la tina. Sin consideración, prendió la llave y comenzó a bañarlo con toda y ropa.

Sintió unas callosas manos en su cintura.

—Es más divertido sin ropa. —Con una sonrisa ebria, Tony hizo el intento de besarla. Ella no se lo permitió.

—Tienes más vino que sangre en las venas. —Se quejó, empujando al hombre.

Cuando termino de asearlo... Lo mejor que pudo con ropa, lo dejó que se cambiara.

—Gracias. —Stark se veía más lúcido. Incluso apenado.

Potts lo miro en ese estado tan deplorable. No se había cortado la barba, tenía más ojeras de lo normal, estaba pálido y bastante delgado.

—Tony... Rhodey me dijo...

—Me ofreció su ayuda y lo rechace. —Se adelantó en decir—. Es mi culpa, yo tengo que solucionarlo.

Virginia se sentó a su lado y lo abrazo sobreprotectoramente.

—¿Tienes alguna idea?

—No, mi IQ se fue a la mierda desde esa noche. —El castaño paso sus manos por el cabello—. No hay manera de poner una demanda sin salir perjudicado, menos con la prensa cuidando mis pasos.

Pepper pensó en lo que diría. No era ético, ni siquiera sé imaginó proponiendo algo cómo eso.

"Piénselo señorita Potts. Es la única solución viable."

—Tony... —La mujer se hinco enfrente de él y acarició su rostro—, creo que hay una solución.

Los ojos de Stark la miraron esperanzados.

—¿Cuál? —Tomó las manos de la pelirroja y la miró expectante—. Pepper, ¿Cuál es tu idea?

Pepper saco una hoja con un número en él y se lo entrego.

—Justin me lo dio.

Cómo si él papel quemará, Tony lo soltó.

—¿Qué?

—Tony, le he estado dando vueltas al asunto, y aunque no es ético, es lo único que queda. —Su mejor amiga puso de nuevo la hoja en sus manos—. Ellos se encargarán de Víctor.

Anthony busco algún indicio de broma en los ojos de Virginia. Se asustó cuando vio la seriedad.

—Quieres que...

—Si hubiera otra salida, créeme que no lo sugeriría. —Pepper también se sentía asustada—. Sólo... Piénsalo.

Dejando al genio en su cama, la mujer salió.