𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝑽𝒆𝒛 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈

Visita sorpresa

POV Kara

Siempre que me reunía con Imra era lo mismo, beber hasta más no poder. Lo peor de todo fue que me dejó frente al hotel por miedo a que Alex la viera. Para mí era un alivio que mi hermana no se hubiera ido. Imra, sabía que no debían verme en ese estado ya que dañaría la reputación que tenía, y aun así seguía haciéndolo. Y ni hablar de la tía Cat, ella se ponía algo sensible con este tema. Me pregunto si los huéspedes me habrán visto así. Como estaba sin auto, ya que Imra se había quedado con él, Alex pasó por mí para irnos directo al hotel.

—Te ves muy mal— comentó mi hermana cuando subí al auto.

—Cállate Alex, me duele la puta cabeza. Si no fuera por Cat estaría ahora durmiendo— me masajeé las sienes.

—Hubiera traído pastillas para el dolor, pero quiero verte sufrir un poco— se burló de mi estado.

—Solo conduce.

—Sí, señora— respondió para poner el auto en marcha.

— Oye, ¿cuántos crees que me vieron ebria cuando llegué al hotel anoche?

—Pues...

—Alex, solo dime.

—No creo que muchos, honestamente. No estoy segura, no lo noté. Solo sé que la nueva huésped, Lena Luthor, a quien le ofreciste tu habitación... no sé si la recuerdes. Ella me ayudó a llevarte adentro.

—¿Adentro? — exclamé sorprendida.

— Sí, chocaste con la puerta de la entrada cuando llegaste. Pensé que te habías hecho un gran moretón por lo fuerte del golpe, pero parece que estás bien. Lena estaba hablando conmigo cuando sucedió todo y se ofreció a ayudarme a llevarte al vestíbulo.

—¿¡El vestíbulo!? ¡Joder Alex, ahí todo el mundo pudo verme!

—¿Que querías que hiciera? Pesas más que una vaca. Además, nadie te mandó a irte a beber con Imra. Y debo recordarte que no tenía mi carro, lo estaba usando Maggie porque el de ella estaba en el taller. Así que teníamos que esperarla.

—Olvídalo, ya pasó.

—Perdón por no cubrirte con la capa de invisibilidad de Harry Potter— dijo y las dos reímos.

Habíamos llegado al hotel. Mi mayor temor en este momento era que algún huésped se me quedara viendo raro. Pero por suerte nada de eso pasó.

—Bien, debo ir a mi oficina a trabajar con unos documentos. ¿Te veo en el almuerzo? — le pregunté.

—No, hoy almorzaré con Maggie.

—De acuerdo, mándale mis saludos y las gracias por la ayuda.

Tomé el ascensor para llegar más rápido a mi oficina, estaba evitando que los huéspedes tuvieran la más mínima conversación conmigo, tenía un gran dolor de cabeza y no estaba de tan buen humor. Los pocos que me saludaban intentaba ser lo más cortante posible, pero claro mostrando mis modales. En el ascensor me encontré con el señor Rath o como yo le llamaba, el ególatra.

—Buen día, señorita Danvers.

—Buen día, señor Rath, ¿qué tal su mañana? — forcé una sonrisa.

—Eh, demasiado tranquila. Me siento tan relajado y confiado el día de hoy, que pienso que tendré suerte en el casino.

Patrañas, siempre que iba al casino se ganaba una fortuna, creo que jugaba sucio. Debía hacer alguna trampa o algo para conseguir tanto dinero en una sola noche.

—Me alegro mucho, espero que se divierta.

—Gracias— sonrió.

El ascensor se detuvo en el piso tres, y el señor Rath salió del ascensor dejándome sola. Iba de camino a mi oficina para arreglar varios documentos que debía haber hecho ayer. Hoy tendría doble trabajo y Cat tenía que asegurarse de que estuvieran bien elaborados y todo lo demás. Cuando el ascensor se detuvo en mi piso, salí.