Cinco años

5.2K 471 31
                                    

POV Kara

—¿No has notado rara a la tía Cat? — preguntó Alex.

—Pues no. Apenas y la he visto. ¿Qué sucede? — dije apenas llegué al mostrador.

—Creo que es por... Gayle.

Gayle era nuestra prima, aunque no biológicamente. Cat estuvo comprometida con el padre de Gayle, pero las cosas no salieron como pensaba. Él al final no correspondió a su amor. Gayle y Cat eran muy unidas, tenían una relación de madre e hija, pero desde que Gayle robó el banco de la ciudad, Cat dejó de confiar en ella, dejó de quererla como antes solía hacerlo. A pesar de eso, sé que en lo más profundo aún la sigue queriendo. Aún seguimos en contacto con ella después de todo lo que pasó.

—Gayle está en Tokio. Teniendo una vida fantástica o eso es lo que pone en sus estados de Instagram. No puede estar de regreso, no ahora.

—Kara, sabes cómo se pone la tía cuando Gayle está en la ciudad.

—Bueno, deberíamos hablar con ella más tarde y preguntarle. Y si Gayle estuviera en la ciudad no crees que ya nos habría visitado— respondí.

—Sí, es cierto.

—Oh, Winn. No sabes cuánto me alegra que hayas aparecido, necesito un favor. ¿Podrías reunir a todos en el vestíbulo?

—¿A todos? — preguntó dudoso.

—Sí a todos, o sea, a los empleados.

—Claro, enseguida— Winn se alejó de nosotras.

—¿Lista para tu discurso?

—La verdad es que no. No preparé nada, debí haberlo hecho.

—Tranquila, siempre encuentras algo que decir. Iré ayudar a Winn, ya sabes como es. Suele tardarse mucho.

—Sí. Gracias, Alex.

—Danvers— oí a James llamarme.

—Olsen.

—Es raro cuando nos llamamos por nuestros apellidos, ¿no crees? No estamos en tiempo laboral.

—Bueno, tú eres el que comienza.

—Lo sé, es que me acostumbré a hacerlo. Escuché que hoy es un día importante.

—No es para tanto, solo... es un año más, eso es todo.

—Cinco años para mí son demasiados, lo digo yo, que nunca estoy quieto. Ya sabes con la constructora y los otros negocios. Eres una mujer que ha trabajado muy duro para estar en donde estás ahora.

—Gracias, aunque no he hecho gran cosa. Todo lo hizo mi familia, solo estoy aquí para seguir representando el apellido.

—Sabemos que eso no es cierto. Sabes que has llevado a este hotel a sus mayores expectativas y hasta donde sé, eres la primera mujer de tu familia que lo hace.

—Lo hubiera hecho cualquiera.

—Claro que no. No alguien con la misma pasión que tienes al trabajar aquí. Tú no eres de ese tipo, de jefe cretino. Siempre estás aquí presente, y no abusas de tu poder, tratas a tus empleados como si fueran tus amigos. Digo, eres la jefa ideal. Hasta yo quisiera trabajar para ti.

—Oh, vamos...

—Hablo enserio. Conozco a Cat de años, es como mi mentora. Y cuando me habló de ti, dije que era imposible que existiera aún una persona así. Tan organizada, decidida, amante a su trabajo, que tiene en cuenta las necesidades y los objetivos de sus empleados— mientras James hablaba, no pude evitarlo, pero se me escapó una sonrisa.

—En definitiva, quería ser tu amigo o al menos trabajar contigo. Cuando Cat me contó acerca de la inversión para el edificio no lo dudé dos veces y acepté, ni siquiera me había formulado la pregunta.

—Y pensar que te estaba comenzando a odiar— murmuré.

—Escuché eso. ¿Por qué? ¿Que hice mal?

—Desde el día que me enseñaste el segundo edificio pude ver como desprendía la superioridad, excesivamente. No me gusta la gente que se cree mejor que los demás...

—Oh, siento que lo hayas visto de esa forma. Pero para nada soy así. Solo me encanta hablar de mi trabajo, eso es todo. Debo hacer entender que sé lo que estoy haciendo. No es fácil teniendo un padre amante al perfeccionismo, ni siquiera para mi hermana que es casi igual que él.

—Entiendo. No sabía que tenías una hermana.

—Danvers, solo nos dedicamos a hablar de temas laborales. No tenemos tiempo para conversaciones como éstas.

—Es cierto.

[...]

—Esta es una de las cosas más improvisadas que he hecho en mi vida y me pone demasiado nerviosa. Tal vez ya se estén dando a la idea del porque estamos todos reunidos aquí. Hace 137 años que todo esto comenzó con tan solo dos habitaciones. Mi tatarabuelo empezó con la idea de ayudar aquellos que les hiciera falta un techo y hoy aquí estamos. Hace cinco años que me estoy haciendo cargo de este edificio junto con mi hermana. Sabía que sería una gran carga sobre mis hombros, dirigir todo esto. Pero cada uno de ustedes se fue sumando. Colocando sobre sus hombros un pedazo de bloque para que no se me hiciera tan pesado todo este transcurso.

—Estoy muy agradecida de que se hayan sumado a la familia, porque eso es lo que somos, una familia. Pensaba que no duraría ni siquiera un mes aquí y dejaría todo a cargo de Cat y Alex, pero estuvieron ahí apoyándome y motivándome. Como ya saben, hace un mes que se comenzó con la construcción de otro edificio y ha habido grandes avances— busqué con la mirada a James. —¿Señor Olsen cuánto deduce usted que podría estar listo para ser inaugurado?

—Tiene razón— continuó hablando luego de dar unos pasos y quedar más al frente. —Se ha avanzado demasiado este mes. Ahora hablando del estimado de plazo, en un mes y medio podría estar totalmente concluido.

—Tiempo que pasará en un abrir y cerrar de ojos, como lo han hecho estos últimos cinco años. Damas y caballeros, hemos llevado a este hotel a uno de sus grandes momentos y vamos por más. Gracias a todos, sin ustedes, no estaría en donde estoy ahora.

El vestíbulo se llenó de aplausos. Ahora estaba más que tranquila, no había salido tan mal después de todo. El tiempo había pasado demasiado rápido. Ya eran cinco años desde que Alex y yo empezamos a hacernos cargo del hotel. Apenas fue ayer cuando estaba corriendo por el vestíbulo mientras huía de mi padre por haber robado algo de comida de la cocina. Mi teléfono vibró en la parte trasera de mi pantalón, había tres mensajes de Lena.

L: Te extraño.
L: Quiero verte. ¿Cenamos hoy?
L: Pero no quiero salir a un restaurante o algo parecido, quiero que estemos solas.

K: Hola, hermosa.
K: Yo también quiero verte. Sí, claro.
K: Bueno, si no quieres salir a un restaurante, entonces propongo cenar en mi casa o en la tuya, como tú prefieras. Obviamente yo seré la cocinera
😉.

L: ¿Y habrá postre?

K: Tendré que ver mi libro de recetas para prepararte algo delicioso. ¿Quieres algo en específico?

L: Hace días que tengo ganas de comer algo, pero te lo diré cuando te vea 😏😋.

K: Si así lo quieres está bien. Ahora elige, tu casa o la mía.

L: La mía. He tenido problemas con el auto y lo tuve que llevar al taller.

K: De acuerdo. En la tuya será.

L: Te veo en un rato. No tardes, muero de hambre.

K: Bien. Saldré ahora mismo.

—Kara, hablemos con Cat ahora, antes de que se vaya y se encierre en su casa.

—Mmm... Alex de hecho tengo planes y yo también iba de salida. Hablamos con ella luego, ¿sí?

—Pero Kara...

𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝑽𝒆𝒛 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora