Capítulo 17

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Bueno chicas he aquí el final, gracias por haber sido tan amables, ha sido muy divertido compartir esto con ustedes. Espero que no les parezca un final apresurado, pero esta historia está escrita tal cual la imagine. Gracias chicas por hacer esta experiencia tan divertida!!!🤗

Capitulo 17:

El tiempo había pasado demasiado rápido para gustó de Betty, cuando uno es feliz los días son demasiado cortos.
A veces deseaba gritar para que el tiempo se parara y quedarse para siempre suspendida en un perfecto instante junto a su amor.
Los días iban y venían y ellos cada vez se necesitaban más. Ya era hora decidió Betty, una urgente necesidad en su pecho de hacerle saber a todo el mundo que ese hombre era suyo y ella de él.
Quería casarse y ya no quería esperar más.
Cuando habían estado en Bogotá la idea había sido hablar del compromiso y si todo iba bien hacerlo allí mismo.
Pero nada fue bien y hubiera sido una boda horrible plagada de malos recuerdos. Así que simplemente lo dejaron estar.
Ya era verano en Europa y en Agosto los dos saldrían por 4 semanas de vacaciones. Entonces Betty se preparo.
Llamó a una agencia de viajes, hizo las reservaciones, le compró una alianza a su novio y armo las maletas y las dejó escondidas en la casa de la vecina.
Cuando las vacaciones llegaron, simplemente le dijo a Armando que agarrarla su pasaporte y la cámara de fotos.
Él no entendió nada, bajo a la calle y Betty lo esperaba en un taxi con las maletas ya en el baúl.
Ella le dijo que no hablara y él simplemente la siguió.
10 horas después aterrizaban en el soleado y caluroso aeropuerto internacional McCarran en Las Vegas, Nevada.
Armando estaba emocionado, siempre había querido conocer Las Vegas, y perder dinero en sus casinos.
Llegaron a su hotel, el carísimo y exclusivo Caesars Palace.
Armando estaba tan ilusionado que apenas cerraron las puertas de su habitación le quito la ropa a Betty y desesperado se hundió en el acogedor hueco entre sus piernas.
Ella gimió de dolor y placer a la vez, y sin desencajarse la llevó a la gran ventana con cristales de seguridad y le dio la vuelta para poder penetrarla desde atrás. Armando le estrujaba los pecho y se movía violenta y rítmicamente dentro suyo. Betty gemía cada vez más fuerte hasta que sus gritos llenaban la habitación.
Armando le lamio la espalda mientras sus ojos observaban el impresionante valle de Las Vegas.
La hizo llegar al orgasmo y siguió hasta sacarle otro, terriblemente excitado queriendo follarsela hasta que se le cayeran los genitales.
Quizás si seguía un poco más lograría llegar tan al fondo de ella que tocaría su corazón y se quedaría para siempre allí.
Dos horas después, duchados y con ropas claras y livianas corrían emocionados entre las cientos de máquinas del casino, intentando elegir la más ruidosa y llamativa.
Se pasaron horas allí, Betty ganó y Armando perdió y al final se fueron igual que como vinieron.
Por la noche pasearon por Old Town maravillados por los cientos de carteles luminosos y las pantallas que hacían de techo.
Cenaron en un steak house y bebieron cervezas en jarras con formas de botas. Se metieron a un bar e hicieron el ridículo intentando bailar Country. Bueno en realidad Betty lo hizo, Armando sorprendentemente pillaba rápido los pasos de baile y parecía que llevaba toda la vida haciendo esto.
Se metieron a un pub y bailaron abrazados con la música en vivo y ya medio borrachos y deseosos de hacer el amor volvieron de madrugada al hotel y riéndose hasta llorar se besaron en todos los rincones que el gran hotel tenía, hasta que un botones abochornado les pidió amablemente que tuvieran discreción. Betty se rio, le lanzó un beso y mientras corría con Armando de la mano por el pasillo le grito “gilipollas” y se cayó.
Armando la cargo sobre su hombro y le dio vueltas hasta que los dos cayeron a punto de vomitar en la puerta de la habitación.
Se quitaron la ropa y una vez más frente a la ventana que daba a toda la ciudad, esta vez iluminada por los miles de carteles luminosos, hicieron el amor.
Se quedaron dormidos uno encima del otro y al día siguiente Betty se despertó y al mirar la hora pego un grito y salió corriendo al baño.
Armando se asustó y salto de la cama, trastabillando y cayéndose de culo. Le preguntó que pasó y Betty desde el baño lo llamó.
- Vamos tenemos media hora para arreglarnos y otra media hora más para llegar.
- A donde? Yo me vuelvo a dormir.
- Mueve tu culo gordo aquí ahora mismo!
57 minutos después ambos entraban a una especie de edificio entre casa y rancho.
- Beatriz que diablos es este sitio?
- Espérame aquí y arréglate bien la corbata.
- Dios mío hacen como 40 grados por qué diablos me has obligado a ponerme traje?
- No seas llorón, yo también voy vestida elegante.
- Que no sea llorón? Yo voy con saco y corbata! Tu vas con un vestido que te llega a la mitad de los muslos!!!
- Shhhhhhh!
- Ves? Ya has enfadado a esa señora, estás contento?
- Por supuesto que no estoy contento!!!
- Venga no seas gruñón, siéntate ahí y ahora vengo.
Armando la miro desconfiado pero se sentó resignado. Pero si las miradas mataran….
No lo podía creer, un tipo en un traje de lycra vestido del Rey, el único, Elvis Presley los estaba casando.
Miró a Betty otra vez y se pellizco el brazo y cuando no despertó se lo pellizco a ella.
- Ayyyyyyyyssss deja ya de pellizcarme!
- Esto es en serio?
- Claro que si!
El falso Elvis hizo unos movimientos de baile, giro el brazo varias veces en el aire y señalando a una chica que parecía Marilyn Monroe, realizó un sugestivo movimiento de caderas y esta dio un paso adelante alcanzándoles las alianzas en un ridículo y fluorescente almohadón.
- Ay Dios mío que esto va en serio… un gordo al que se le resalta todo el pene con esas mallas nos está casando… uf uf uf uf uf…
- Basta Armando, me estas arruinando la experiencia!
- Ay señor, ay señor!
El falso Elvis con la peluca cada vez más corrida le dio una alianza a Armando, la que el le había dado hace tantos meses atrás a Betty y le pidió que repitiera detrás de él. Y a pesar de sus nervios Armando no se lo pensó ni un minuto y le puso la alianza a la mujer de su vida.
Fue el turno de Betty y tomó la fina joya que le había comprado en una joyería de Berlín. Un hermoso anillo fino en oro blanco suave y pulida. Dentro tenía una inscripción, pero eso sería descubierto más adelante.
Con lágrimas en los ojos le puso la alianza al amor de su vida y antes de soltarle la mano se la beso.
Los dos lloraban a moco tendido mientras Elvis los declaraba marido y mujer y Marilyn les tiraba confite en las cabezas.
Salieron corriendo por el pasillo y al llegar a la calle Betty no se pudo contener y montándose a la espalda de su flamante marido grito a todo pulmón :
- SOY LA SEÑORA DE MENDOZA!!!
Y Armando girando como un trompo grito.
- SOY EL SEÑOR DE PINZON!
Y así felices como nunca y más enamorados de lo normal se fueron a celebrar su boda.
Mucho más tarde en la habitación de hotel Armando tenía la cabeza apoyada en el suave y respingón trasero de su amada esposa, esta dormía profundamente y totalmente satisfecha.
Se sacó el anillo y jugo con el creando reflejos con las luces que entraban por la ventana. Algo en el interior le llamó la atención.
Se acerco a la ventana y vio una inscripción.
La leyó cientos de veces con lágrimas en los ojos y volvió al lado de su mujer. Le beso la columna y se durmió con la dulce inscripción de su alianza de bodas retumbando en su mente.
“NUNCA TUVE OTRA OPCIÓN, SIEMPRE FUISTE TÚ”

FIN.
EPÍLOGO.
- Por favor deje su mensaje después de la señal y le llamaremos en cuanto nos sea posible. Piiiiiiiiii
- Hola mija, hace ya tiempo que no hablamos. Tengo tanto que decirle… primero que cada día que pasa me arrepiento más y más de como me porte con usted, y no hay día que pase sin lamentar nuestro último día juntos. Nunca voy a poder pedirle el suficiente perdón, pero aún tengo todo lo que me resta de vida para intentarlo…su mamá me mostró las nuevas fotos del bebé, y es un Pinzón de punta a punta! Esa mirada habla de inteligencia. Sabía que en la familia ya hubo un Diego Pinzón? Claro que mi nietito es Diego Mendoza, no quiero que su marido se me enfade ojojojo. Estoy orgulloso de usted mija, agradecido a Dios y a la vida por haberme dado un regalo como usted y también no pasa un día sin que también de las gracias por que usted tenga a su lado a un hombre tan bueno como Armando cuidándomela, aunque su mamá dice que usted lo cuida más a él que él a usted ojojojojo… bueno mija, no dejen que pase otro año sin venir a vernos. Aunque le reconozco que la idea de Armando de que seamos nosotros los que vayamos a verlos me entusiasma cada día más. Siempre quise conocer Berlín. Pero que sea en verano, por las fotos que mandaron no creo que su mamá y yo soportemos la nieve, ya sabe que su mamá anda media mala de las articulaciones y el frío le hace mal. Pero bueno ahora que yo soy quien se encarga de los quehaceres de la casa y con la nueva medicación ya no sufre apenas quizás mejore y podamos ir. Ahí llega el microlax así que vamos a ver que nos trae de cena. Bueno mija, Féliz Navidad, los queremos, a los tres. Y no se me vaya a enfadar, se que me ha pedido que no le pida más perdón que ya no hay nada que perdonar, pero en estas fechas me pongo así y necesito dar gracias por lo que tengo. Y sin duda ustedes, mi familia son lo mejor. Bueno mija, los quiero. Adiós.

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Un tiempo después. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora