TRATADO DE PAZ | [En edición]

Capítulo 21: Ascuas

|Advertencia:
El siguiente capítulo contiene escenas explícitas de sexo de categoría homosexual que podría ser demasiado gráfica para algunos lectores. Se recomienda discreción.|

No. No se lo esperaba, pero sí lo deseaba.

Por una fracción de segundos, Lucas se vio a sí mismo incapaz de poder respirar. Todo había comenzado con aquel sonido de satisfacción que, supuso él, había abandonado de forma involuntaria los bonitos labios del vampiro, pero cuando el de grises cabellos le habló y miró con total decisión, con el mismo deseo que tenía él inundando aquellos bonitos ojos, se sintió desfallecer. Casi como si sus piernas estuvieran hechas de agua.

Palabras con una orden clara de la cual, obviamente, no iba a escapar.

Se le hizo agua la boca en el instante en que el tiempo transcurrió de forma normal y su cuerpo se fue acomodando con total naturalidad.

Guiando el cuerpo del vampiro, Lucas tomó asiento en el piso y se llevó consigo aquella menuda anatomía para dejarlo a horcajadas sobre su regazo. Posición que claramente le facilitaba en todo (o al menos la mayoría) de lo que deseaba hacer.

La delicadeza predominó en aquel momento; para él, BaekHyun seguía siendo de porcelana, por ello fue que se tomó su tiempo en deleitarse con las curvas de su cuerpo. Y es que mientras recorría los costados de BaekHyun, desde sus muslos, sus caderas y su cintura, hasta su cuello y su rostro, Lucas acarició con la punta de su nariz aquella bonita quijada, subiendo hasta que eran sus labios los que estaban a escasos centímetros de los del vampiro.

Sin llegar a tocarse.

A causa del suave tacto del moreno, una electrizante corriente recorrió la piel del vampiro desde la punta de sus pies hasta su nuca. Ardía, quemaba, pero de una forma en la que en el cuerpo del mayor solo le provocaba que ahnelara por más.

Existía una cercanía que mezclaba sus alientos y que a Lucas le erizaba la piel en expectación. Estaba dilatando el momento porque estaba disfrutando al saber de que BaekHyun quería lo mismo que él. Solo eran ellos dos, disfrutando de la compañía del contrario.

Pero aguantar mucho más, tampoco podía. El deseo explotaba dentro de él como un maldito volcán en erupción, y su bestia interna parecía estar rasgando sus entrañas con total desesperación. 

Con una mirada de soslayo a aquellos bonitos ojos, terminó por eliminar aquella escasa distancia con un choque que rápidamente se convirtió en el abuso perfecto para aquel suave labio inferior que poseía el vampiro.

Una succión, una mordida, marcando un ritmo lento y duro de aquella danza entre sus húmedos labios.

Besar a BaekHyun se sentía como el whisky. Caliente, picante, placentero. Llenando sus sentidos de una sensación exquisita y embriagadora que le hacía querer más, más, y más. Era su puta perdición.

En el momento en que el licántropo posó sus grandes y cálidos labios sobre los del vampiro, una ola de calor le invadió el cuerpo. Por inercia, ambos brazos del mayor se deslizaron por el cuello del moreno en una especie de abrazo para poder atraerlo hacia él y profundizar el beso en el acto, haciendo desaparecer cualquier distancia entre ambos cuerpos.

Sus torsos estaban completamente pegados el uno al otro, parecía que el gran cuerpo del moreno absorbería al del vampiro en cualquier momento.

Las piernas del peligris medio colgaban alrededor de la cadera del menor.

Baekhyun estaba inmerso en un bucle de placer y deseo carnal que le estaba volviendo loco.

Ya no había vuelta atrás.