Capítulo #37: Mío no es

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POV POCHÉ

-¿Cómo es que llegaron? -Pregunté aún sin entender como la Manada y las Villas llegaron.

-No lo sé, Gordi. Ni yo le creo que hayan llegado.

Terminé de subir mi pantalón y me acerqué hasta el baño. Calle estaba muy centrada peinándose frente al espejo. Mi mirada se desvió por el vestido que llevaba, era afortunada sin lugar a dudas por tenerla.

-Deje de mirar. -La escuché y alcé las manos en señal de rendición mientras daba dos pasos atrás.

-Voy a adelantarme. -Le avisé sin dejar de mirarla.

-¡No me mires así! Me pones nerviosa. -Sonreí y le saqué la lengua como toda una adulta seria. -¿Puedes pedirme algo de comer? Tengo bastante hambre, mi amor.

-Lo que sea por mi princesa. Te espero arriba.

Salí del camarote y llegué a la sala.

Salomón y Victoria jugaban con Germán, me acerqué y los saludé a los tres.

-¿Dónde están todos? -Le pregunté mientras veía como Victoria se abalanzaba sobre Salomón.

Debía llevarla por el área de luchas, quizás kickboxing como yo hacía cuando joven.

-Están todos por ahí, Eclipse es un mundo para explorar. Nosotros iremos a la piscina con Juan Carlos, pero luego de que se decida esta pelea.

Asentí y me alejé, los observé una vez más. Germán era el arbitro y mis pequeños los luchadores.

Me acerqué a la cocina y pedí la comida para Calle mientras tomaba una botella de jugo de la nevera. Caminé con curiosidad hasta salir al balcón, las risas provenían desde el piso inferior. Me asomé y sonreí.

Papito estaba adentro de la piscina mientras que mi Trinidad corría hacia él. Algo que no imaginé, Limón apareció corriendo y se lanzó a la piscina haciendo una bomba.

Escuché algunas risas, sabía que Vale también estaba abajo.

Una tos algo fingida hizo que cerrase los ojos.

-Garzón. -Escuché a la Manada.

-Mafiosa, debemos hablar.

Me giré mientras abría los ojos con temor.

La Manada y las Villas frente a mi.

-¿Ahora qué hice?

-Venga. -MariLu se acercó y colocó su brazo sobre mis hombros haciéndome caminar en contra de mi voluntad.

-¿Dónde te podemos secuestrar? -Escuché que Manu preguntó cuando nos detuvimos de repente.

-No les voy a decir... -Pau me miró alzando sus cejas mientras se cruzaba de brazos. -Hay una oficina, en el pasillo que da a la suit.

-Bien, así te queremos. Bonita y cooperando.

Volvimos a caminar y mis ojos se iluminaron cuando vi a Calle caminando en nuestra dirección, aunque miraba hacia el suelo.

Un movimiento brusco y quedé a un lado, tras JuanJa y rodeada. Una mano en mi boca.

-¡Fresa! -Escuché a mi Calle.

-La Avenida de mi corazón. ¿A dónde vas?

-Con... ¿ustedes? Pero primero iba a comer algo.

A Un Click: Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora