TERCERA PARTE DE >>"A UN CLICK"<<
Luego de más de diez años, Calle y Poché tienen todo en sus manos: su familia, amor y una vida plena.
Secretos y miedos... algunos nuevos y otros que las han perseguido por años pondrán a prueba todo en sus vidas.
Poché salió con sus hijas, estaba dispuesta a recuperar el tiempo perdido con sus hijos, solo que los pequeños caballeros no quisieron despertar tan temprano.
El día sería bastante pesado para las cinco. Desde ir al muelle para despedirse de Luna para poder comprar a Eclipse. Al final, Poché había decidido cambiar el nombre de su nuevo no tan pequeño yate. Nada mejor que un eclipse para demostrar la unión. Ya no era solo la luna de Poché, ahora estaba Calle.
-¡Mamma! ¿A dónde vamos? -La pequeña Victoria preguntó tras un trayecto bastante largo rumbo al muelle.
-Vamos a ver a Luna. -Comentó Poché.
-¿Vamos a viajar en ella? -Volvió a preguntar la pequeña.
-No, Mamma la vendió. Ya no será Luna. -Antonia respondió rápidamente. -¡Yo quiero ver el nuevo barco!
Antonia estaba muy emocionada, incluso más que la misma Poché.
Poché sonrió, estaba segura de que Uva hubiera estado igual de emocionada.
-Exacto, ya Luna no es nuestra. Ahora vamos a tener otro yate, uno más joven. Ya Luna estaba muy viejita. -Le explicó a su pequeña castaña quien asintió mientras analizaba las palabras de su madre.
-¿Qué va a pasar con Halcón? -Salomé preguntó tras dejar de prestarle atención a su celular.
-Ocurre lo mismo, Halcón ya tenía sus años. Ahora tendremos a uno más nuevo y seguro.
Poché no solo quería cambiar por evolucionar, también lo hacía por seguridad. Luna y Halcón ya tenían sus años, no iba a arriesgar a su familia en ellos.
Las seis, incluyendo a Martínez, se adentraron por última vez en Luna.
Habían demasiados recuerdos allí. Recuerdos malos y recuerdos que simplemente se volvían perfectos.
Desde Limón tirándose en clavado desde la Proa al agua hasta la Trinidad Garzón haciendo carreras en Jet Ski.
Recuerdos como la primera vez que Calle durmió con Poché en el camarote o recuerdos como Poché golpeando su puño contra la pared al escuchar a Calle y Uva riéndose.
-Un placer hacer negocios con ustedes. Luna ha sido un yate muy completo durante todo el tiempo en que lo he tenido, pero mi familia se extendió y es momento de comprar uno un poco más grande. -Poché firmó el contrato y estrechó su mano con el nuevo dueño de Luna.
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-¿A dónde vamos ahora, Mamma? -Antonia iba sobre su patineta, pero agarrada de la pobre Martínez para deslizarse.
-¿Les parece si vamos a comer para luego ver el nuevo yate y decidimos si lo compramos? -Preguntó y no hubo dudas.