Capítulo #32: Permesso

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*Mini Maratón 1/3*

*Gracias a mayomontoya por su excelente calificación 😎🤙👻*

*Felíz día de San Valentín*
*En especial a mi Amore hermosa ♥️ cuando llegues a este capítulo ya habrá pasado este día, pero lo leerás igual.

Lo que jamás imaginé, pero que siempre necesité. Jamás quise enamorarme y ahora se me hace corto el "Te amo"... Pero Ti Amo para comenzar.♥️

*Esta historia no llega a los 50 capítulos... Solo aviso*


Volví a dormir dejando la alarma en punto a las siete. Sería un día largo y debía aprovecharlo.

****
Me levanté un poco desorientada por el llanto de un bebé. Intenté despertar a Calle, pero se negó rotundamente a moverse.

Me puse de pie y me encaminé siguiendo el llanto del bebé.

Salí de la habitación y giré hacia la izquierda. El llanto parecía provenir de mi oficina. Abrí la puerta con cuidado y era imposible lo que veía.

¿Dónde estaban mis libros, escritorio, silla y muebles?

¿Por qué la habitación estaba de color crema y había una cuna en medio?

Me acerqué cuatelosa, definitivamente el llanto provenía de ahí.

Me asomé con temor, pero unos pequeños ojos me miraron y el llanto fue sustituido por una sonrisa.

-¿Y tú quién eres pequeñín? -Le pregunté y solo sonrió.

Acerqué mi mano y tomó mi dedo en su manita.

-Tienes fuerza, pequeñín.
****

El despertador sonó y abrí los ojos al instante.

Miré a todos lados, pero no estaba Calle, los terremotos ni pequeñín a la vista.

Dos golpe a la puerta me hicieron levantarme para ir a abrir.

-Blue, ya llegaron las estilistas. ¿Decidiste que hacerte? -Limón entró con una gran sonrisa y asentí.

-Sí, lo tengo muy claro.

-Entonces a moverte que para luego es tarde. -Me indicó que saliera, pero negué.

-No, dame un momento. Debo utilizar el baño y cambiarme. Bajo rápido.

Limón asintió y salió de la habitación.

Me miré al espejo por última vez luego de utilizar el baño y cambiarme.

Las puntas verde brócoli dejarían de existir.

-Las extrañaré. -Les di y salí.

Bajé lo más rápido que pude y fruncí el ceño al ver la peculiar escena en la sala.

Limón estaba jugando videojuegos junto al caballero David y mis hijos.

-¿Desde cuándo te gustan los videojuegos? -Pregunté en alto cuando me acerqué.

-Quiero compartir más con David, además es divertido. -Respondió y volvió a prestarle atención a la pantalla.

-Espero que ochenta pulgadas de pantalla sean suficientes para que veas tu derrota a manos de tu hijo. -Hablé mientras saludaba a los niños y solo recibí su dedo corazón en respuesta.

A Un Click: Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora