Dear President Kim || TAEKOOK

XI

53 días.

Falté al trabajo 2 días. Literalmente tenía como 142 llamadas de Taehyung, exactamente no sabía si era porque no sabía hacer nada por si solo, o si era por sus juegos de mierda.

Hoy tampoco quería ir. Me levanté y desayuné tranquilamente, me vestí con ropa deportiva ya que quería salir a correr. Iba con pantalones cortos y una camiseta blanca, busqué mis cascos por todos lados ya que no sabía ni dónde los había dejado, y yo sin escuchar música no salgo. Al buscar vi el peluche que me regaló Tae. Lo agarré y lo miré, era demasiado suave... y bonito. Lo dejé sobre mi cama y seguí buscando hasta que, recordé que dejé mis cascos en casa del Presidente Kim. Miré la hora, eran las 7:15.

—Aún tengo tiempo. - dije.

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Llegué a casa de Tae. Eran las 8 en punto. Fui directo a su puerta y llamé.

—¿Sí? - dijo después de unos segundos.

—S-soy yo, Kim.

Taehyung tardó en reaccionar, y me abrió. Entré y vi que todo ya estaba preparado, el café, Tae estaba vestido, tenía su corbata puesta.

—Presidente Kim, me alegro que lo haya hecho usted solo.

—No lo hice solo.

—¿Ah? - dije.

—Me lo hizo mi nuevo secretario.

Ok eso me afectó un poco, se supone que la corbata y todo eso es cosa mía, pero después de todo no puedo decir nada, soy yo el que quería esto desde un principio.

—¿Su nuevo secretario? - dije, sin dejar de sonreír.

—Efectivamente.

—¡Presidente Kim!

Me di la vuelta, mirando en la dirección de dónde venía esa voz. Era un chico alto, guapo, pero que muy, muy guapo. Iba con un traje negro.

Me miró. —Hola. - sonrió. —Soy Kim SeokJin, el secretario del Presidente. Llámame Jin.

Tragué saliva y volví a sonreír. — Soy el secretario Jeon, también del presidente Kim.

—¡Sí! Le conozco, deja usted el trabajo en dos meses.

—Sí, cierto. - dijo Tae y nos miramos. —Pero ahora que le tengo a usted, lo puede dejar en cualquier momento.

—Mi contrato finaliza en dos meses, Presidente Kim. - dije bajando la mirada.

–Voy a buscar las llaves y nos vamos Presidente Kim. - dijo Jin y se fue.

Tae y yo nos quedamos callados, hasta que decidí hablar.

—¿Qué se supone que es esto, presidente?

No sabía exactamente si quería o no una respuesta.

—Pienso que debería tener un secretario más serio y con más experiencia, no uno sin.

Taehyung podría cuidar más sus palabras, si él no quiere un crio, ¿porque me contrató?

—Que sea más pequeño que usted no significa que no tenga experiencia, soy un secretario muy bueno y lo sabe.

—Pero ya no le necesito en mi empresa. -dijo con una expresión que daba miedo. —Secretario Jeon, pensé en lo que había pasado y pienso que el beso fue un error.

—Claro que lo fue.

—Pero aún así, me cuesta dejar de pensar en ello.

—Ya me lo dijiste. - dije sin mirarle.

—Y después de un beso entre presidente y secretario creo que las cosas se podrían complicar en la empresa.

—¡No me jodas presidente Kim! - grité. —¡No fue ni un beso! ¡No me hiciste sentir mariposas!

—Pero tú a mí sí. - dijo.

Ahora sí le miré. — ¿Como dice?

Taehyung apartó la mirada. —No lo entenderías, eres un niño. - dijo. — Igualmente, ¿de qué sirve? No me creerías.

—Soy más pequeño con dos años, Kim. –contesté, cabreado.– No me trates como niño.

—Secretario Jeon, no lo entiendes, y si te lo digo te quedarás en casa esta vez más de dos meses y no te volveré a ver. - dijo, gritando.

No entendía nada.

—Presidente Kim, cálmese.

—No me puedo calmar Jeon, y mucho menos cuando estás aquí, por culpa de ese beso. - volvió a decir, sin dejar de subir la voz.

—Rayos, ¡no fue un beso! - dije, sin dejar de mirarle.

Taehyung en cuestión de segundos me empujó a la pared. —¿Qué haces? -pregunté, tenía miedo, sabía cómo era Tae cuando se enfadaba. Se acercó a mi, tenía la respiración agitada, no sabía cómo reaccionar si llegaba a pegarme, nunca lo había hecho. Nunca había llegado a ese límite. Cerré los ojos y noté un roce, Tae me estaba tocando la mejilla, suavemente, abrí los ojos y le miré, su frente estaba pegada a la mía. No podía reaccionar, y menos aún cuando vi que se acercaba más, mirando mis labios. —¿Taehyung? - le había llamado por su nombre. Taehyung me miró a los ojos, pero volvió a mirar mis labios a los 2 segundos.

—¡Presidente Kim! - gritó desde fuera Jin. Tae y yo nos separamos al momento, nos habíamos asustado.

—Ahora voy, secretario Kim. – dijo el presidente.

—Taehyung...-miraba a Tae, que éste me miraba también. –¿Qué fue eso?

—No era nada de lo que te imaginas, Jeon.

—Pues fue extraño, no lo vuelvas a hacer. - afirmé acomodándome la corbata.

—¿Debería despedirte antes de que se acabe tu contrato?

—¿Qué? No... - dije bajando la mirada.

Tae se volvió a acercar. –Entonces pórtate bien, tampoco te haré nada, no te preocupes.

Puse mi mano sobre su pecho y le empujé.
Suspiré. Taehyung me hacía sentir raro, tanto que ni lo entendía, no sabía sus verdaderas intenciones.

—Jeon. - dijo. Levanté mi mirada. – Haré que me tomes en serio, y que te enamores de mi.