Dear President Kim || TAEKOOK

XXII

—Entonces, si te pido ser mi novio ¿aceptarías?

Taehyung me miraba como un niño pequeño, sus ojos brillaban, estaba muy cerca mío, podía sentir su respiración.

—Me lo pensaré. - dije sonriendo, me encantaba molestarlo.

—¿Y si me rechazas? –dijo alejándose y mirando el mar. —¿Cómo se supone que voy a vivir?

—Eres un exagerado...

—Entonces... - volvió a acercarse y a mirarme—...¿si te pido ser mi marido, aceptas?

Está loco, muy loco. Taehyung estaba tan loco que me parecía... adorable.

—¿Cómo puedo ser tu marido? Primero debería ser tu novio. - contesté medio riendo ante sus expresiones faciales tan obvias.

—Imbécil. - dijo. —Por eso te digo que puedes ser mi novio.

Me di la vuelta dándole la espalda. —Idiota. Te dije que me lo pensaré. - bajé mi mirada. Taehyung sonrió, acercándose y abrazándome por detrás. —¿Qué haces?

—Solo es un abrazo. - susurró. —No pasa nada si nos ven. - dijo y se alejó. Miré al secretario Min y al director Kang, estaban hablando entre ellos así que suspiré aliviado, menos mal que no lo habían visto.

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—Presidente Kim. – habló de camino el secretario Min, nos habíamos cansado de jugar así que nos fuimos.— Usted no es bueno con los juegos.

Después de lo que había pasado antes con el secretario Min, Taehyung no volvió a dirigirle la palabra ni jugar con él. Se había puesto demasiado celoso, aunque él me lo estaba negando todo el rato.

Taehyung se paró de la nada y todos nos quedamos mirándolo, sin entender porque ya no avanzaba.

—No estamos en el trabajo, llamadme Taehyung. - dijo.

—Está bien, Tae. – contestó el director Kang, mientras continuaba su camino.

El secretario Min sonrió sin dejar de mirar a Tae. —¿Porque querías ir con Jungkook después de lo ocurrido, Tae?

—¿A que te refieres?

—Jungkook sabe jugar, tú no. - dijo. —Yo soy mejor jugador que tú, no sé porque querías cambiar de equipo. - rió y Taehyung me miró para luego volver a mirar al secretario Min que volvió a hablar. —Seguro eres malo para besar también.

Taehyung hizo cara de no entender. —La verdad no sé qué contestar a eso... – dijo, seguidamente levantó una mano y se la puso en la barbilla, haciendo como si estuviera pensando. —¿Tú qué dices Jungkook?

El secretario Min se quedó mirándome y el director Kang estaba con corazones en los ojos.

—¿Os habéis besado? - preguntó

—S-

—NO. - contesté. – ¿Como puedes decir tal cosa secretario Min?

—Últimamente estás muy pegado a Taehyung. – contestó. —Incluso entró cuando tú estabas en la ducha.

Miré a Taehyung, lo iba a matar, estaba seguro de que lo haría pero éste solo me guiñó el ojo.
Dejé de mirarle, sonrojado, recordando los besos. Volví a caminar delante sin esperar a los demás, no quería que me vieran así, Tae se está burlando de mi todo el rato y yo como idiota, caigo. Taehyung corrió hacia mi y caminó a mi paso, pero no me miraba, por suerte, si llega a verme así seguiría molestándome.

—¿Te ha molestado lo que he dicho?

—No. - dije. —Pero no deben saber que nos hemos besado.