(Uraraka)
Vacío.
Uraraka recorrió la palabra en su mente, examinando cada faceta de las cinco letras.
Vacío. La falta de algo. La ausencia. Un caparazón cubriendo un espacio en blanco como un capullo desechado.
Vacío. Es lo que sentía con Naegi. Y aunque sabía que no era una de las relaciones más genuinas en primer lugar, pensaba que debería estar sintiendo más que esto.
Caminaba a un paso de distancia detrás de él por el centro comercial, escuchando a medias mientras él le contaba sobre su nuevo tour por América. No era que no le interesara en si. Era sólo que tenía otras cosas en las estaba más interesada, y no había suficiente espacio en su mente como para sobrecargarla.
Pero él era amable. Había ido a almorzar con ella hace algunos días, en lo que Uraraka creía que era un genuino intento de hacerla sentir mejor por lo de Nighteye. Pero a pesar de todo el inherente encanto de Naegi, sus palabras sólo sonaban, bueno, vacías.
"Los accidentes pasan todo el tiempo," le dijo, su mano descansando sobre la de ella en la mesa. "Es por eso que tienes que pensar muy bien sobre lo que harás después de obtener tu licencia de héroe. Pero no es tu culpa, ¿sabes? Con una misión así de grande, le iba tener que pasar a alguien, sólo resultó que ese alguien fuiste tú."
"¿Qué hay de este?"
Sus palabras en el presente irrumpieron sus pensamientos y ella prestó atención a donde él estaba parado, apuntando a la ventana de vidrio de una de las tiendas. Personas alrededor de la tienda se detenían mientras la pareja pasaba, girando sus cabeza y sacando celulares de sus bolsillos. Algunos hasta tenían la valentía de acercarse a pedir autógrafos, los cuales Naegi aceptaba con facilidad y Uraraka con el rostro rojizo y sonrisas sorpendidas.
"Ya te dije," señaló Uraraka, viendo la chaqueta de cuero color rosa como el de su traje de héroe. "No tienes que comprarme nada."
"Y yo te dije a ti que quiero consentir a mi novia un poquito."
Un suspiro de un par de chicas de secundaria no muy a lo lejos tenía a Uraraka luchando por no rodar los ojos. En realidad, odiaba el centro comercial. Nunca había tenidolos recursos para comprar por placer, y nunca había visto el punto de sólo ver por las ventanillas cuando podía pasar ese tiempo entrenando o ayudando a sus padres. Su experiencia más reciente en un centro comercial había terminado con Deku casi convirtiéndose en polvo frente a sus ojos, y honestamente, hubiera preferido ir a cualquier otro lugar.
Pero Hamuro había insistido.
"¿Por qué no entramos y te la pruebas?" Dijo Naegi, tomándola de la mano y jalándola hacia la entrada de la tienda. "Tal vez te encante."
No estaba luciendo su dinero ni siendo irrazonable, así que Uraraka en realidad no tenía razones para negarse. Él no podía saber que a ella le incomodaba que la gente le comprara cosas, no podía saber que la hacía sentir como un fracaso y una carga. Si no podía comprar una cosa, no podía tenerla. Fin de la discusión.
Pero haría a Naegi feliz, y de eso se trataban las relaciones, ¿verdad? Aveces tenías que hacer sacrificios por la otra persona.
Así que puso su mejor sonrisa y lo siguió a la tienda, fingiendo que su corazón no se sentía tan vacío.
(Aizawa)
La ventana detrás del escritorio del Director Nezu dejaba pasar una asquerosa cantidad de luz, incluso cuando el sol se estaba poniendo. Entrecerró los ojos hacia su superior, considerando subir su bufanda para bloquear algo de la horrenda luz solar, y estuvo agradecido por tercera vez en el día de haber pedido una oficina sin ventanas en el piso de abajo.
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•two black dots•
FanfictionRodeado por luz sin fin, Bakugo no sabía qué era arriba o qué era abajo, pero no creía que importara mucho-a su lado flotaba Uraraka, sin una pizca de miedo al estar frente a él. Ella no lo miraba como si fuera un villano. Ella no lo miraba como si...